-Muy bien si hay alguna pregunta háganlo ahora, el examen es la otra semana no nos veremos hasta entonces, así que es mejor que si tienen algo que decir, lo digan ahora.
Un silencio sepulcral, lleno la sala de clases luego de que el profesor Aurelio Anderson, daba la misma clase que había hecho por los últimos diez años. No era novedad que no hubiese preguntas, no era muy cercano a ningún alumno, pero incluso su sala de clases, un pasillo alargado, donde nadie se sentaba al frente, lo hacía sentir incluso más alejado de todos ellos.
-Bien si no hay preguntas pueden irse- decía mientras juntaba sus documentos- por cierto, si alguien quiere estaré dando una charla este sábado a las 20:00 horas, sobre la relación de la cultura marina y la construcción de mitos, por si alguien quiere asistir....
Una ola de bullicio dirigidas en todas direcciones, menos a las del profesor se hizo notar, nadie estaba interesado. Estas charlas solo eran catedra para, los mismos viejos asistentes y docentes, que compartían la misma pasión que el veía perdida en los jóvenes que solo tomaban esta asignatura, solo para tener los créditos suficientes, pues se conocía como la asignatura más "fácil" en la carrera de biología marina. Además, venir a la facultad un sábado, era impensable para muchos de estos universitarios que solo buscaban pasarla bien.
Ya dispuesto a marcharse a hacer sus labores, una chica se acerca a él, era rubia con unos ojos azules oscuros, su caminar era elegante digno de una pasarela, el profesor vio cómo se acercaba a él y con una sonrisa dijo.
-Profesor ¿dónde es esa charla? - dijo alegremente- la verdad me gusta mucho la biología marina y su forma de explicar.
Sus ojos se abrieron más de la cuenta, era difícil para el incluso disimular la emoción que le daba ver a alguien interesado remotamente en lo que iba a exponer. Decidió calmarse, mantener el perfil calmado, que como docente tanto lo representaba, con la intención de no espantar a su alumna, con una charla dinámica e intensiva dé la vida marina.
-Es el pabellón tres de la facultada, el que está en el primer piso- tomo una breve pausa- creo que no te había visto antes en la clase ¿me puedes recordad tu nombre?
-Bueno siempre me siento hasta atrás, debe ser difícil reconocerme desde aquí, me llamo Javiera Farias, soy de tercer año.
Era innegable que era difícil reconocer a los alumnos desde su posición, pero él sabía que era muy difícil pasar por alto alguien con tanta presencia como ella, era el tipo de chica que normalmente es el amor platónico de muchos en la universidad, el tipo de chica que uno cree es inalcanzable y el tipo de chica que nunca parece desapercibida.
-Bien señorita Javiera, espero verla ahí, por cierto, si no le molesta que pregunte ¿por qué le gusta la biología marina?
Por más pasión que el profesor sentía por esta área, estaba claro que este era un nicho que no muchos compartían. Recordaba sus épocas de estudiante, día tras día estudiando, para poder ver los mares y poder estudiar todo lo que hay en él, una historia llena de aventuras, en el cual podría descubrir cosas que ningún otro biólogo marino habría descubierto.
-Bueno pues si soy sincera, ni yo misma lo sé bien- mientras juntaba sus manos con algo de vergüenza- creo que es más por mi abuelo era marino, sé que suena infantil, pero la cantidad de historias que me contaba, algunas de ellas eran inexplicables y eso me llevo hasta aquí, queriendo darle explicación a cada una de ellas ¿es muy tonto?
Quizá no era la respuesta que esperaba, pero su odio a esta rutinaria sala de clases donde estudiantes vienen y van, sin siquiera interesarse un mínimo en lo que él tenía que decir, pero esta chica le hizo sentir un alivio que no creía poder tener luego de terminar una clase, por fin pareciera que había alguien remotamente interesado en lo que él tenía que decir.
-Para nada, si es más me parece noble, seguramente tu abuelo está muy orgulloso de ti, este es un área de estudio que abarca más que ver "pececitos" como dice la gente.
-Él tenía mucho respeto por esta profesión, decía "si hay una manera de dar explicación a lo que vi, quisiera que tú me lo contaras"
-Suena a un tipo muy agradable me gustaría poder conocerlo algún día, seguramente tiene muchas experiencias que compartir- el profesor tomo una postura casi como si estuviera en una obra de teatro- aventuras, fenómenos oceánicos como la marea roja, la bioluminiscencia en los mares del mundo, las convergencias marítimas y criaturas nunca antes vista, sería algo fenomenal.
-Lamentablemente no será posible profesor- con melancolía en su voz- falleció hace algunos años, fue natural ya tenía muchos años.
-Vaya lo lamento no era mi intención, abrir viejas heridas, es solo que me dejo llevar mucho cuando se trata de nuestra profesión.
-Jajaja así veo, por eso es mi profesor favorito, su pasión se nota desde kilómetros, o mejor dicho leguas-luego de una pequeña pausa dijo- tengo que partir, tengo una clase dentro de poco, nos vemos el sábado profesor.
Mientras se alejaba con una sonrisa, que indiscutiblemente era de las más hermosas que vio en su vida, el profesor tomo sus cosas, dio un largo suspiro, lleno de satisfacción, pareciera que al fin su trabajo como docente estaba generando un cambio real, al menos una persona demostraba un interés real en esta materia.
Pasaron los días, el profesor se encontraba expectante a esta charla, si bien normalmente era así, ya que era el único espacio donde podía compartir su conocimiento y que a alguien le importara, con el tiempo estas se habían hecho rutinarias y parecieran que era solo una forma de vanagloriarse entre colegas y especialistas. La docencia era un área que no le parecía tan interesante, desde ya hace mucho tiempo, la emoción que tenia de entregar el conocimiento que el tan duramente adquirió, se desvanecía cada año más. Era una cosa diferente cuando trabaja en investigación, pero que por cosas del destino termino ejerciendo como docente la mayoría de su carrera, luego de una sola un trabajo de investigación, con unos colegas de un laboratorio en sur del océano atlántico, en las costas de Sudáfrica, si bien fue un tiempo donde pareciere que su sueño se hicieron realidad, termino abandonándolo, sin nadie saber en realidad lo que paso.