Transcurría el cumpleaños de la pequeña Emily, una niña de tez negra, hermosos ojos cafes marrón, tan oscuros que uno pensaría que esa pequeña tenia los ojos completamente negros, uno tambien creería que por su sonrisa peculiar, sería una niña muy traviesa, sin embargo, ella siempre se comportaba bien, trataba bien a todos y era muy empatica, pues siempre le importaba como se sentía el entorno y las personas que siempre las rodeaban, siendo el arquetipo de la niña perfecta, y tal vez lo era.
Ella fue abandonada una semana despues de ser parida por su propia madre, una drogadicta perteneciente a una familia completamente disfuncional, puede que la madre biologica, por mas cruel que fuera, tal vez y solo tal vez, hizó su deber alejandola completamente de esa oscura vida que le iba a tocar junto a esa mujer, sin nada bueno que aportarle a esta, y sin ninguna luz de algún futuro prometedor.
Que en cambio, la familia adoptiva de Emily le proporcion y con muchas creces. Emily ya se habia enterado de su pasado tragico hace ya algunos meses, y en el momento que su padre adoptivo termino de decirle,Emily tan solo sintio compasión y paz, pues esta es tan madura para sus cortos 6 años que pudo perdonar a madre biologíca, y acepto a su nueva familia compuesta por madre, padre y hermana mayor, los cuales la adorarón desde que la vierón en aquel triste orfanato oscuro y lleno de tristeza, desentonando con aquella peculiar pero tierna sonrisa que les dio apenas los vio a sus cortos dos años de edad.
Regresando a la fieste de Emily, las luces de colores llamativos y hermosos, alumbrava la casa decorada con moños, confeti, globos y enormes peluches, que hicierón sentir a Emily como el centro de atencion de parte de la tarde y noche, momento en que se celebraría la fiesta, a ella siempre le gusto abrazar a sus peluches, eran su cosa favorita en el mundo, los clasicos osos de felpa, con una suave y calida tela, que la hacia sentir segura, siempre que esta empezaba a sentir miedo por cualquier razón.
Emily con una gran cara de felicidad y animo bajo las escaleras ilusionada por su gran fiesta, disfrazada de un oso de peluche, esta bajo hasta el ultimo escalón con desesperación y determinación por saber como era su fiesta de cumpleaños, para así, solo alimentar mas sus expectativas, pues todas las fiestas que tuvó Emily desde sus doa años las recuerda con mucho cariño y aprecio, siendo una mejor que la anterior y así sucesivamente y esta no tenía por que ser la exepción.
Emily ya en el piso de abajo, observo como las luces alumbraban, el confeti coloreaba, los globos flotaban y los osos abrazaban, siendo estos ultimos por los que dio una tierna carcajada llena de inocencia y asombro, los padres de Emily la observarón con una gran ternura y satisfacción de haber dado en el clavo en su fiesta, mientras que la hermana de Emily, aunque rebelde y desobediente, la amaba con todas sus fuerzas y es por ello que la sorprendio, disfrazandose de un oso polar, pues esta había escuchado que estos eran sus segundo favoritos y no queria que se disgustará por llevar el traje de un oso pardo siendo que Emily se disfraszó de estos al ser sus favoritos.
Los padres se maravillarón, Emily brinco y abrazo a su hermana mayor, susurrandole un te quiero, que solo motivo mas a su hermana, a no quitarse el disfraz, escondiendo su disgusto por el hecho de llevar encima una tela tan calida que la haciá sudar.
Emily inmediatamente fue con su madre, a cuestionarle si sus amigos llegarían pronto, pues estaba impciente de ver los disfraces de sus amigos y no podía esperar la hora de jugar y abrir sus regalos. Sin embargo, la madre algo desalentada, pues la niña estudiaba en un colegio, el cúal se encontraba hasta el otro lado de la ciudad.
Emily, comprendía la situación y decidio esperar, los padres solo se angustiaban en ver los minutos convertirse en horas y lo que una vez fue un hermoso dia soleado, ahora solo era un atardecer nublado.
Sus padres pensarón que Emily se pondría triste y se enojaría, pero nada mas alejado de la realidad, Emily tan tierna como siempre, animo a sus padres a comer el pastel en familia, y asi fue, hasta que una luz segadora que entraba desde la ventana, seguida de un estruendo horroroso generado por el choque de un auto, interrumpieron la agradble y calida velada, la ultima que Emily y su familia tendrián...