El Omega Que No Quería A Su Predestinado ||yoonmin||

Capitulo 29

Su madre había sido especifica al darle las mismas instrucciones de siempre, no debía volver a meterse en nuevos problemas, algo que por supuesto para Jeon JungKook le era imposible, por eso esta vez no estaba en sus planes regresar a casa de forma inmediata, si llegaba temprano su madre comenzaría su nuevo discurso de regaños por haber destruido sin querer el puesto de fruta del señor Choi, no fue intencional, simplemente JungKook estaba probando suerte con su puntería, hincando una de sus rodillas y tomando el arco en sus manos con una vieja flecha tallada a mano por él mismo, deslizo ágilmente sus manos para poder darle un tiro a una de las tantas frutas que allí estaban, en cuanto la flecha fue soltada, no se dirigió a ninguna fruta si no que había terminado por romper uno de los lazos que sostenían el telar que cubría la fruta, y allí fue cuando todo termino por derrumbarse. Por más que JungKook intentara esconderse, el señor Choi le había descubierto y perseguido por varias casas hasta que se cansó de hacerlo, pues el dolor en sus rodillas no le permitía ir más lejos, pero JungKook logro escuchar claramente las palabras de aquel hombre, y fueron específicas, le diría todo a sus padres, un gran motivo para no regresar temprano a casa y una buena excusa ir a visitar a su buen amigo el príncipe Park JiMin.

Sin siquiera ir directamente a la entrada principal del palacio, decidió volver a saltar la muralla con ayuda de los árboles más cercanos para entrar, no estaba en sus costumbres pasar percibido por los demás, y esta era la única forma. Cuando lo hizo fue un alivio, ni siquiera YoonGi le había detenido, aunque seguramente ya estaba enterado de su llegada, el alfa líder es muy bueno descubriendo sus llegadas al palacio. Al no encontrar al príncipe JiMin a la vista, había decidió mejor esperar a que saliese del palacio, después de todo las múltiples habitaciones dentro del lugar podían ser engañosas, pocos lograban aprender los caminos por los pasillos y no se perdían, lamentablemente JungKook no era de aquel porcentaje de personas que sabían el camino correcto.

JungKook miraba al alfa que se la pasaba cuidando de los jardines, rodo los ojos, TaeHyung no parecía ser tan listo como el alfa líder, dio un mordisco a la manzana en sus manos, una de las mayores fortunas de los jardines del palacio, era que podías encontrar árboles frutales, no eran muchos pero sí que tenían variedad de frutas, sus ojos seguían a la figura que se movía con pasos lentos por el jardín, ese tal Kim TaeHyung se ha pasado por más de tres horas allí ¡JungKook no puede creer que se la ha pasado mirándolo todo el rato! El alfa solamente se dedicaba a caminar, dando vueltas por el lugar y estar atento ante cualquier movimiento, le había dado algo de sorpresa el ver que no se había percatado de su presencia, o simplemente no le considera una amenaza, por lo menos no había terminado por ser derribado de nuevo por ese alfa, la última vez sí que había dolido la caída.

Dio un último mordisco a la fruta y la miro, ¿hace cuánto que no hace alguna travesura? —sin contar con la hecha en la calle de las ventas, el señor Choi seguramente ya se estaba quejando a más no poder, mientras que su madre le escuchaba sus quejas—. Tomo el corazón de aquella manzana en su mano derecha y apunto hacía TaeHyung, su objetivo seguía en movimiento, pero no sería complicado, la distancia era menor a la que había tenido con el puesto de frutas, esta vez no fallaría, no le haría mal recibir un buen golpe a ese alfa, quizás de ese modo preste más atención a sus alrededores, hizo su brazo hacía atrás para tomar impulso y con fuerza lanzo aquel corazón de manzana hacia su objetivo principal.

Desafortunadamente para JungKook, aquel desecho no le había caído al alfa, todo paso tan rápido ante su mirada, que ni siquiera podía creer lo que había visto, una flecha había atravesado aquel corazón de manzana para después terminar siendo clavada en la muralla más cercana del palacio, JungKook simplemente estaba más que impresionado ante tal puntería y acierto, TaeHyung abrió sus ojos en demasía al sentir el aire producido por la velocidad de la flecha muy cerca de su rostro, pasándolo rápidamente y clavándose en la muralla, miro de inmediato hacía la flecha, encontrándola clavada junto a un corazón de manzana, ahora sabía a dónde iba dirigida.

—Será mejor que salgas de tu escondite, Jeon JungKook —la voz del alfa líder se hizo presente, TaeHyung miro hacia atrás, mientras que JungKook miro entre las hojas, allí estaba YoonGi junto a JiMin, al parecer estaban dando un paseo, estaban juntos, casi hombro con hombro.

El movimiento en las hojas de los árboles se hizo presente sin el viento, TaeHyung dejo de mirar hacia el alfa líder y el príncipe omega para mirar el árbol.

—¡Eres impresionante, YoonGi! —la voz de JungKook se dejó escuchar para después ver como bajaba del árbol de forma torpe, TaeHyung gruño por lo bajo al verlo, con sólo mirar a ese omega supo de inmediato que aquel corazón de manzana había sido lanzado por JungKook—. ¿Por qué me gruñes, alfa tonto?

—¡Más vale que no vuelvas a lanzarme algo! O te daré una lección —advirtió TaeHyung, sus manos estaban apretadas formando puños mientras que su ceño se fruncía a más no poder, estaba furioso con ese omega rebelde, parecía ser que lo único que buscaba era mantenerlo molesto todo el tiempo.

—TaeHyung —la voz del alfa líder hizo que de inmediato y con una mueca de disgusto dejará de mirar hacía el omega, cruzo sus brazos sobre su pecho, YoonGi soltó un suspiro mientras escuchaba la suave risa de parte de JiMin al ver tal escena—, JungKook, será mejor que le pidas una disculpa a TaeHyung, no está aquí para soportar tu comportamiento.




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