El Omega Que No Quería A Su Predestinado ||yoonmin||

Capitulo 35

La luz del día anunciaba una nueva mañana, JungKook se estiro levemente mientras daba un largo bostezo, el leve dolor en la unión de su cuello y hombro, y el cansancio en su cuerpo, quería levantarse, pero algo se lo impedía, frunció el ceño y busco lo que lo impedía, y allí encontró un brazo sobre su cintura, rodeándolo, y allí fue el momento preciso en que recordó lo que había pasado el día anterior, todo había sido tan rápido, estaba a punto de sacar las hierbas de la cocina, cuando un pinchazo en su vientre bajo lo hizo soltar la vasija en donde estaban las hierbas, el dolor era tan intenso que no evito soltar un chillido, y entonces pudo percibir su aroma, el cambio tan dulce que había dado, su celo se adelantó, y entonces TaeHyung entro… ¡TaeHyung! Su mano por instinto fue a dar a la unión de su cuello y hombro, sintiendo las marcas de los dientes del alfa en ese lugar, estaba marcado.

—¡Me marcaste! —soltó de repente girándose de manera brusca y empujando a TaeHyung haciendo que se despertará alarmado, abrió los ojos y miro al omega que no le recibía con una cálida sonrisa, y luego miro la marca que le había hecho—. ¿En qué demonios estabas pensando? —grito el omega, su cólera estaba subiendo demasiado.

—¡No me grites! —TaeHyung se estaba molestando—. Además, me pediste que lo hiciera.

—Se ve que no puedes controlar tus malditos instintos salvajes —toco en dónde tenía su reciente marca, dolía un poco—, maldición, maldición, me marcaste, y sin cortejo, ¡mi madre va a matarme si se entera de esto!

—No creo que lo haga —menciono TaeHyung revolviendo sus cabellos, ese omega es muy exagerado, pero no importaba, por medio del lazo podía sentir que efectivamente estaba muy alarmado—, debes tranquilizarte, estaré allí cuando se lo digas.

—No, no lo entiendes —menciono JungKook—, mi madre va a matarme cuando se entere, y seguramente a ti te irá peor —ya podía verla, su ceño fruncido y gritándole, no quiere tener que recibir la mayor de las reprimendas, sabe que su madre lo hará largarse de casa—, ¿cómo demonios pude dejar que me marcarás? —volvió a estallar en gritos JungKook—. Se suponía que esto no debía pasar —JungKook cubrió su rostro con sus manos restregándolas para poder procesar el cómo le iba a decir a sus padres sobre esto, pero por sobre todo a su madre, ella no estaría nada contenta con esto.

El alfa lo miraba de soslayo, sabía que JungKook estaba sumamente preocupado, y no quería que lo estuviera, por su parte él se encontraba más que contento, estar unido a su destinado le parecía lo mejor, y esperaba que JungKook también sintiera lo mismo, claro que no había sido en un momento muy adecuado, de eso estaba muy consciente TaeHyung, pero en verdad estaba agradecido que por lo menos aquel omega rebelde no se haya dispuesto a dispararle flechas para matarlo.

—Omega —el omega lo miro por unos instantes—, relájate, ambos hablaremos con tus padres —le dedico una sonrisa para poder tranquilizarlo—, debes dejar esa preocupación de lado, tu alfa está aquí para protegerte.

—No eres mi alfa —respondió JungKook.

—Lamento decirte que eso no es una realidad —menciono TaeHyung—, tal vez no sea el predestinado que tanto buscabas y anhelabas, pero me gustaría que me aceptarás.

—¿Cómo piensas que te aceptaré cuando me marcaste sin siquiera haberme cortejado? —volvió a gritar JungKook, su animal interno no dejaba de gruñir.

—Por favor —menciono TaeHyung con una voz más apacible, no quería seguir con una discusión—, lamento que mis instintos hayan tomado por completo el control, pero, en verdad me gustaría darte el cortejo que mereces.

JungKook sintió la mano de TaeHyung rozar sus dedos y colocarse justo sobre la suya, y esa corriente eléctrica que recorrió su cuerpo por completo con solamente aquel tacto, destinados, eso es lo que significaba aquella sensación, calidez invasora que recorría tu cuerpo de inmediato y con una mirada que sabías que terminarían juntos por toda una vida, TaeHyung es su destinado.

El omega no evito que la sonrisa apareciera en su rostro mientras miraba las manos de ambos, y con esa sola acción, le había dicho a TaeHyung que aceptaba su cortejo, y que definitivamente estaría dispuesto a estar con él para toda una vida, después de todo ambos estaban unidos, y el lazo del destino brillo con fulgor, porque la unión ha sido hecha y nada ni nadie podrá romperla, ni la más fuerte de las magias creadas podría.

—Está bien —hablo JungKook mirando al alfa y haciendo desaparecer su sonrisa—, pero ni creas que te salvarás de la paliza que mi padre te dará cuando se enteré.

—Tomare ese riesgo mientras puedas dejar que me quede a tu lado.

—¡Por supuesto que sí, alfa presumido!

TaeHyung junto su frente con la del omega y cerro lo ojos dándole las gracias, JungKook sintió su corazón comenzar a latir de forma desenfrenada por aquella cercanía y por las acciones del alfa, pero se sentía tan bien aquello, que decidió cerrar los ojos para disfrutar de ambos aromas mezclados. La perfecta combinación.

En el palacio la luz diurna se hizo presente, aunque SeokJin siempre se encargaba de ganar la batalla, se había levantado antes de que el astro rey se impusiera en el cielo. Una gran ventaja para él. A pesar de las insistencias de YoonGi de que dejase descansar al príncipe en su letargo, pero pudo dar buenas excusas para entrar a los aposentos del príncipe a darle una pequeña visita.




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