Capitulo 36

Hablar a sus padres sobre la reciente mordida no había sido nada fácil para JungKook, por más que TaeHyung le repetía que todo iba a estar bien, él no podía siquiera creer en sus palabras, se temía lo peor, un enorme regaño y posiblemente ver a su padre sacando una de sus armas para asesinar a quien le había arrebatado a su querido hijo, ahora entrar a casa se trataba de la muerte súbita, TaeHyung entro detrás de él.

—No, no puedo hacerlo —menciono JungKook dando vuelta sobre su eje para encarar a TaeHyung—, vámonos, no quiero…

—No hay nada de lo que debas preocupar, omega —adelanto a decir TaeHyung antes de que JungKook continuase hablando—, tengo el presentimiento de que no pasará nada malo, confía en mí.

Confianza es todo lo que le faltaba al omega en ese preciso momento, trago grueso y apretó sus manos en puños, debía mantenerse calmado, pero por más que lo intentaba no podía, relamió sus labios para después comenzar a caminar de nuevo, sus pasos se escuchaban en el pequeño pasillo, JungKook dio vuelta a la izquierda para ingresar a otra de las habitaciones, encontrándose con el delicioso aroma de la comida que seguramente su madre se encontraba preparando en la cocina, pronto el miedo le invadió de nuevo haciendo que se detuviera.

—Me matarán —susurro—. Y luego irán contra TaeHyung, y… —la mano del alfa se colocó sobre su hombro izquierdo, haciendo que sus palabras quedasen en el aire—, no quiero verlos…

—JungKook —el mencionado miro por sobre su hombro al alfa—, es la primera vez en todo el tiempo que llevo en conocerte que le temes a lo que dirán tus padres —dejo de mirar al alfa, era cierto, estaba temeroso, no quería saber lo que ellos pensarían, nunca han aprobado sus acciones, y esto sería lo mismo—, no tienes nada que temer, omega, estoy aquí contigo y lo diremos los dos, no hay nada que debas temer, confía en mí, estaremos bien.

JungKook no sabía si podía llegar a tener la suficiente confianza como tanto le decía el alfa que la tuviera, pero no es como si pudiese ocultar su marca por mucho tiempo, tal vez en las épocas invernales podría, pero no cuando el verano se acercase, tarde o temprano inclusive su alfa le reclamaría el hecho de no poder estar con él debido a que no lo ha presentado siquiera a sus padres, además su madre le descubriría, ella es muy buena leyéndolo de pies a cabeza.

—Saldré corriendo si algo llega a pasar, lo sabes ¿verdad? —TaeHyung asintió a pesar de saber que el omega no le miraba, JungKook soltó un resoplido, apretó sus parpados y volvió a caminar.

Las palabras habían salido demasiado trastabilladas y sin sentido alguno de los labios de JungKook, debido a que su madre pregunto por la visita, por supuesto TaeHyung fue quien le dijo todo al final, la señora Jeon se mostró totalmente sorprendida ante los hechos ocurridos, por supuesto no dudo ni un minuto en reprender a su hijo por haber hecho tal tontería, pero al menos no había estallado como JungKook presentía que ocurriría.

—Bueno, al menos espero dejes así tu estado de rebeldía —menciono SeokJin mientras seguía con su mirada en la marca que JungKook traía, el omega había llegado al palacio con un semblante sumamente alivianado y una sonrisa, no tardo en buscar al consejero del príncipe para decirle lo que había pasado, para el omega eso no era un signo de no seguir con su rebeldía, pero no quitaba el hecho de querer seguir haciendo cierto tipo de cosas, como lo era escalar los árboles y disparar flechas.

JungKook soltó un bufido mientras rodaba los ojos, SeokJin sonrió al ver aquello, desde pequeño JungKook siempre había mencionado que sería el omega más difícil de todos y que jamás iba a dejar que un alfa terminará reclamándolo con una marca, pero claro el destino le tenía algo muy diferente.

—Deja de hacer esos gestos, deberías estar feliz —menciono SeokJin—, no todos los omegas tienen la suerte de tener a su destinado —dejo de picar para mirar hacía una canastilla—, ¿podrías traerme esas manzanas?

El omega miro las frutas en la canasta, camino en dirección a donde estas se encontraban y tomo el canasto que las contenía y se acercó a SeokJin para que las tomará en sus manos.

—No lo entiendes, SeokJin —el mencionado tomo unas cuantas manzanas para comenzar a picarlas—, ¡no quería esto! —JungKook levanto su labio inferior—. Además, ¿por qué piensas que esto es mejor y que debería de estar feliz?

—Porque es así como debes de estar —JungKook levanto ambas cejas ante esa respuesta—, que un alfa te marque y que sea tu destinado, eso sí es una historia muy hermosa y llena de romance —SeokJin comenzó a cortar las manzanas en media luna—, a mí en lo particular me encantaría.

SeokJin no ha tenido mucha suerte con su destinado, nunca lo encontró, y llego un tiempo en el que se había resignado a quedarse solo de por vida, después de todo, hay veces que las parejas destinadas no llegaban a encontrarse, quizás en una próxima vida sería distinto para él.

—Para mí no lo es —JungKook cruzo los brazos sobre su pecho—. Tal vez me hubiese gustado más estar solitario.

—No digas eso, niño —soltó un bufido—, sé feliz, encontraste a tu destinado, algunos no tenemos la misma suerte, inclusive para el príncipe ha sido difícil tratar de convencer a YoonGi y ni siquiera lo ha logrado del todo.

El omega no podía negarse ante las palabras dichas por el consejero del príncipe.