El ópalo de fuego.

CAPÍTULO 1

Muchas personas creían que la magia y lo sobrenatural  no existía, que era simplemente un mito, historias que se cuentan a los niños para hacerles temer, estaban equivocados.

Todo cambió  el día que lo seres mágicos resurgieron de entre las sombras. El planeta tierra colapsaba, toda clase de vida se extinguía,  cuenta la historia que fueron  los seres humanos quienes se encargaron de ello.

En medio de tanto caos y destrucción  fue entonces cuando los que habitaban las sombras, al verse también amenazados, empezaron una gran guerra que por poco termina con la humanidad  que quedaba.

Si nuestros antepasados no hubieran concluido la gran guerra del resurgimiento mágico con una tregua, en donde se firmaron acuerdos para que seres mágicos y la raza humana convivieran en paz,  los humanos no existieran en el actual mundo, y yo, bueno, yo no hubiera nacido.

Lo que antes se conocía como planeta tierra hoy se conoce como planeta Jadi, en honor al hechicero que dirigió el resurgimiento, grandes espacios del territorio del antiguo planeta han quedado sumidos en la oscuridad, hoy lo habitan los condenados o como muchos les dicen, los retenidos, aunque en realidad no sean lo mismo.

Los seres mágicos no fueron los únicos en liderar un resurgimiento, antiguamente, más allá del mundo de los sombras, había o hay un lugar repleto de almas perdidas, demonios y toda clase de aberraciones, retenidos de las sombras. Ellos también resurgieron y acabaron con todo a su paso. Surgió entonces la segunda gran guerra. Por suerte, los seres mágicos y los humanos, grandes aliados, pudieron vencerlos, enviándolos de nuevo al mundo de las sombras. Muchos de ellos habitan hoy en día en las zonas oscuras del planeta Jadi, pero  todo está controlado gracias  al equilibrio del nuevo mundo.

El planeta Jadi es habitado por diferentes razas de seres mágicos y también por humanos, cada uno tiene su territorio y su propio gobernante, elegido según  las costumbres y creencias de cada territorio.

Nací y crecí en territorio humano, en la ciudad de Mir que limita con la ciudad de Shidet, territorio de Magos, brujos y hechiceros.

Aunque actualmente vivo en territorio de humanos cuando cumpla dieciocho años tendré que partir a la ciudad de Shidet, la ley universal así lo dictamina.

 

Capítulo II de la constitución de Jadi.

En relación a unión Brujo /a – humano.

Artículo 4. Todo brujo/a que decida unirse en matrimonio a un ser humano, deberá recibir la abolición de sus poderes para poder habitar en territorio humano.

Artículo 5. Toda persona nacida de la unión de un brujo  y un humano, sea cual sea el sexo, debe ser criado en territorio humano y al cumplir los dieciocho años deberá acudir a la ciudad de Shidet para su correspondiente entrenamiento.

 

 Puede decirse que soy mitad bruja, aunque de eso quizá solo tenga la sangre. Mi madre  pertenece a un linaje de brujas de alto rango, debería ser la próxima gobernante de su raza, pero,  se casó con mi padre, un simple humano amante de la mecánica y la historia. Al hacer esta unión permitida bajo muchas condiciones  y leyes, mi madre fue hechizada  para que nunca más utilizara sus poderes, de este modo podría vivir con mi padre, aquí en Mir, ya que a los seres humanos no se les permite visitar ningún territorio de los seres mágicos, exceptuando a los miembros del consejo.

Muchos humanos, pese a todas las ventajas que nos han dado, temen a las brujas, porque piensan que son malas, en cambio adoran a las ninfas, no saben lo desesperantes que pueden llegar a ser. Se sorprenderían si supieran la cantidad de brujas que viven en territorio humano, la madre de mi amiga, la señora Panmel quien es muy religiosa de seguro gritaría si supiera que en la panadería donde compra el pan todas las mañanas la encargada de hornear es bruja, más bien era bruja antes de casarse,  ahora su hija de dieciséis años quien ha heredado la magia de su madre es la que prepara los pastelitos de queso con solo un chasquido todas las mañanas, ¡estaría horrorizada!

Mi padre lee muchos libros de historia, por eso sé en palabras suyas que la tierra era un desastre y que ahora es mucho mejor, aunque quizá, y esto es a su parecer, algunos aspectos no han cambiado en cuanto al regimiento de la raza humana.

Los seres mágicos han clasificado el territorio humano en clases, en la ciudad de Mir habitan los humanos clase alta tipo uno, dos y tres. En la ciudad de Ciro la clase media tipo uno y dos, por último en Saen habitan la clase baja, la clase olvidada incluso por los propios humanos.

No sé cómo surgieron las clases ni quien impuso los puestos, supongo que desde el inicio fue así, los antepasados de mi madre se las arreglaron para quedar en el comité gubernamental  y dejaron seguro un puesto a la familia de mi madre,  ella hace parte del comité y es la presidenta de los derechos de los ciudadanos, aunque ya no ejerza la magia,  a menudo se ve en problemas por defender a los de clase baja y abogar por sus derechos.




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