El ópalo de fuego.

EPÍLOGO.

En los límites de la ciudad de Shidet, protegidos bajo la barrera del refugio, varias personas rodeadas de guardianes que les brindaban seguridad se creían a salvo, incluso algunas se hacían indiferentes al dolor de los demás, no llegaban siquiera a imaginar lo cerca que estaban del peligro.

Tal y como se decía, el ópalo de fuego poseía poderes inigualables, no existían manos correctas en la que estuviera la piedra pues su poder no conoce de bondad, compasión ni mucho menos amor, la piedra tuvo que haber sido destruida pero no fue así.

Trascendiendo, el poder del ópalo invadió todo el territorio del planeta, entre la barrera seres mágicos empezaron a doblegarse ante los demonios y demás criaturas que resurgían de las profundidades del mundo de las sombras.

Un pequeño niño jugaba con su amiga, la niña de rubios cabellos fue la primera en sentir el terrible dolor recorrer todo su cuerpo.

—¡Bella! — le grito el niño acercándose a la niña y alarmando a los demás, poco después, Mike habría experimentado el fuerte dolor que se siente al estar sometido al ópalo.

Los seres humanos, quienes al no poseer magia en su sangre no estaban sometidos al poder de la piedra, pero no por esto contaban con mejor suerte.

Un ejército de retenidos y demonios se aproximaba a ellos, ¿qué querrían? Lo que estaba completamente claro era el odio de los demonios hacia la raza humana, sin dudar los asesinarían.

Simón que no entendía nada, trataba de hacer entrar en razón a su hermana, era ella una niña humana completamente normal, ¿Por qué estaba en el mismo estado de los demás?

—¡Vamos! ¡Tenemos que salir de aquí! — gritaba un hombre.

¿Irse? ¿Dejarlos a todos? ¿Dejar a su hermana?

No podría.

—No les abandonaremos, no podemos hacer nada por ellos si nos matan, ¡Nos superan en número! — Jhon, el padre de Helia intentaba hacer que Simón entrara en razón, también era difícil para él, pero de la nada, estas personas están dispuestas a obedecer bajo el poder de la piedra, no podían ayudarlas, no por ahora, tenían que huir.

Entre gritos y sollozos, los humanos bajo la barrera abandonaron su lugar seguro para ir en búsqueda de lo desconocido, deberían resguardarse y armar un plan, si es que todavía quedaba algo de esperanza.

Ahora es el tiempo del reinado de los demonios. 

 

 

NOTA: 

Querido lector,  si has llegado hasta aquí espero que mi novela te haya gustado, agradezco mucho que me hayas acompañado en mi  primera novela, estaré corrigiendo los errores para ir mejorando día a día en esto que es mi pasión.

El ópalo de fuego tendrá una segunda parte que iré subiendo poco a poco el año entrante, espero nuevamente contar con tu compañía, también espero tus comentarios, saber tu opinión es importante para mí.

También estaré trabajando en la historia de uno de los personajes de esta novela, ¿Qué personaje es tu favorito? ¿De qué personaje te interesa conocer la historia?

No siendo más por el momento, me despido.

Max Skygge.




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