Universo: Eifell
Ubicación: Desconocida.
Año: 2000 A.C.
En un gran planeta que posee algunos volcanes activos y terrenos rocosos de forma extraña, ya que el planeta acaba de ser creado, se pueden apreciar a doce criaturas extrañas de diferentes tamaños que avanzan tranquilamente, estos eliminando a toda criatura como pequeños animales y vegetación que tratan de reproducirse en el planeta. El clima es bastante cálido, por lo que es difícil que pueda existir algún ser vivo que pueda adaptarse a las condiciones del planeta actual, por ahora.
—Es tal como les acabo de mencionar, este planeta acaba de ser creado de forma misteriosa —suena la voz de Rudba mientras que es acompañado por: Lisa (*), Nockmon (*), Lius (*), Maltan (*), Zazorg (*), Aslius (*), Nybsto (*), Oritris (*), Shader (*), Syamo (*) y Anraii (*), añadiendo—. Este va a ser mi futuro planeta donde voy a reinar cuando derrote a mi padre, jejeje.
—Excelente Rudba, veo que ya estás preparándote para dominar nuevos horizontes, aunque se me hace extraño que este planeta haya sido creado de forma misteriosa en poco tiempo —suena la voz de Lius mientras que observa con una sonrisa hacia su alrededor.
—Pienso crear una gran fiesta en este planeta cuando derrote a mi padre, jejeje. Nadie va a ser capaz de interrumpir mi nueva proclamación como Dios de los espectros —dice Rudba confiadamente.
—Excelente, si necesitas diferentes tipos de bestias o criaturas; cuenta conmigo —anuncia Anraii, dirigiendo su mirada hacia su derecha seriamente para observar a un pequeño buey de las montañas ardientes.
La bestia al darse cuenta que Anraii lo observa, decide postrarse en su lugar delante de todas las demás bestias, tal parece que Anraii es el dios malévolo de todas las bestias.
—Excelente, excelente. Ya estoy emocionándome, ya que quiero ser el nuevo dios de los espectros, pero necesito buscar la forma de saber cómo derrotar a mi padre —informa Rudba, viendo el suelo; completamente enojado.
—Utiliza tu gran agilidad, nadie es capaz de igualarla al menos que sea Calista con su habilidad, pero en cuanto…. —suena la voz de Lius callándose en ese momento, ya que dirige su mirada hacia su lado derecho delante de todos seriamente, para añadir—. Tenemos compañía—.
Comenzando todos a dirigir su mirada hacia ese lado, ya que pueden darse cuenta que se encuentran: Yahvé, la Deidad Única (**), Satanás y el arcángel Miguel (**) en ese momento.
—Vaya vaya, parece que tenemos algunos invitados de honor —dice Lisa viendo con una sonrisa a las tres deidades, por otra parte; Lius se dirige hacia ellos seriamente.
Todos sin darse cuenta que un portal cerca de ellos se abre para emerger Monlix, quien decide invocar un hechizo contra sí mismo para convertirse en una pequeña ave de las montañas.
—¿Qué hacen en este planeta que nos pertenece? —inquiere Lius, viendo seriamente a las deidades.
—Este planeta no les pertenece y está prohibido que anden destrozando todo a su paso —responde el arcángel Miguel viéndolo enojado, añadiendo—. Van varios universos que han dejado destrozado por sus locuras.
Empezando Lius a sonreírle mientras que los demás dioses; se burlan a lo lejos.
—Por lo menos no nos involucramos con su inútil universo pilar, así que es mejor que no se metan en nuestros asuntos —informa Lius, añadiendo—. Iremos conquistando los universos que queramos sin tocar a su insignificante universo; les guste o no les guste.
—Lius, será mejor que te controles y no andes de bastante codicioso. Me gusta tu actitud y tus intensiones, pero te estás excediendo y me estas metiendo en problemas a cada rato con estos molestos —suena la voz de Satanás.
—Disculpa, ¿acaso eres el que decide que deba hacer yo con mi vida? —pregunta Lius viéndolo enojado, para añadir—. Estoy harto de seguir tus insignificantes órdenes.
Comenzando Satanás a enojarse delante de todos.
—¡Malditos críos, llegó la hora de ponerles un alto a sus… —grita Satanás, siendo interrumpido en ese momento por Yahvé.
—¡Alto! —grita Yahvé, llamando la atención de todos mientras que dirige su mirada hacia la dirección de Monlix, quien los está observando en silencio, pero Monlix se percata que Yahvé se ha dado cuenta de su presencia y estrategia.
—Debemos de castigar a este inútil, ¡yo no voy a defenderlo de ti así que haz lo que quieras con él! —anuncia Satanás, comenzando Lius a prepararse para el combate mientras que el arcángel Miguel, invoca una espada que es envuelta en llamas para prepararse para el combate; silenciosamente. Por otro lado, los rebeldes dioses se preparan para defenderse, ya que Yahvé dirige su mirada hacia Satanás.
—¿Acaso estás enojado porque Sayoko no quiso servirte más junta con Kirika? —pregunta Yahvé seriamente.
—¡Cállate, ambas eran excelentes candidatas para servirme, pero tú… —menciona Satanás siendo interrumpido por Yahvé quien lo observa a él seriamente.
—Yo no he hecho nada contra ti.
—Pe… ¿¡En serio!? —inquiere Satanás, añadiendo—. Ellas me dijeron que tienen a un nuevo amo y considerándote que eres más fuerte que yo, hmm —dice Satanás, quedándose callado mientras que Lius los escucha y observa confuso junto con los demás.
—Ya está cerca —avisa Yahvé dirigiendo su mirada hacia el cielo.
—¡¿Quién?! —inquiere Satanás mientras que el arcángel Miguel y la Deidad Única no saben a qué se refiere, pero algo extraño desciende a gran velocidad desde el cielo para impactar fuertemente cerca de ellos, ya que se asemeja a un meteorito.
Obligando este suceso a que todos los dioses invoquen un gran escudo para protegerse de la gran tierra y polvareda que se extiende a su alrededor.
—¡¿Pero qué… —suena el grito de Lisa, comenzando a invocar un hechizo de viento para que todos puedan verse entre sí, dándose cuenta que las tres deidades juntos con el arcángel no se han movido de su lugar, Lius permanece estático en su lugar, ya que está preparado para iniciar el combate.