El Origen De Dos Grandes Reinos

Capítulo 7: Extraño Hechizo.

—Eso es una pequeña parte de lo que les he querido mencionar a ustedes, por eso estoy en busca de ese ser supremo llamado Tsubaki —suena la voz de Monlix, siendo el acompañado por Heriberto y Eufemia en ese momento.

Todos ubicados en una de las calles principales del reino. Monlix se da cuenta que ambos oyentes lo observan de forma incrédula, parece que no le creen sus grandes experiencias que pudo contemplar en el pasado, por lo que decide dar por terminado su experiencia.

Comenzando Monlix a levantarse de su lugar, ya que parece que ambos guerreros; solo están pensando en su siguiente misión.

—¿Y qué sucedió? —pregunta Heriberto viéndolo con una sonrisa mientras que Eufemia, solo voltea hacia su lado derecho para dar una pequeña risa, tal parece que piensan que está ebrio.

—No, mejor dejo que ustedes sigan con su camino. Perdónenme por quitarles de su valioso tiempo —responde Monlix, añadiendo—. Será mejor continuar con mi travesía.

Empezando el anciano a invocar un extraño hechizo en silencio contra ellos, para seguidamente dirigirse hacia otra dirección mientras que ambos guerreros lo observan a lo lejos, para después de un buen rato; Monlix se pierda entre las calles del reino.

—Bastante loco, bastante loco, ¿no estaba ebrio? —inquiere Eufemia, volteando hacia la dirección de Heriberto, pero se percata que él solo niega con su cabeza.

—No lo sé, pero la forma en que relataba todo, pareciera que fue real lo que sucedió —responde Heriberto.

—¿¡Le crees a ese loco anciano?! —inquiere de nuevo Eufemia.

—¡No lo sé, pero presiento que él nos decía la verdad, además algo invocó contra nosotros en silencio!

—Mejor vamos a descansar, ya que me siento bastante cansada —anuncia Eufemia, afirmando en ese momento Heriberto.

—Tienes razón, que descanses Eufemia —dice Heriberto, comenzando ambos a separarse en ese momento para dirigirse hacia su respectivo hogar.

«¿Qué habrá hecho el anciano contra nosotros con su hechizo? »,medita Heriberto mientras que camina, pero se da cuenta que está bastante cansado y que debe de prepararse para su última expedición.

 

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Ubicación: Extraño Bosque

—¿Dónde estará la maldita? —inquiere la voz de Hastur, mientras que avanza junto con su hermano Azathot en medio del gran bosque.

—He escuchado rumores que algunas criaturas de este reino, logran escucharla a ella pidiendo ayuda, pero tienen que tener cuidado, ya que sus intenciones son bastante malas —informa Azathot, acercándose hacia ellos un guerrero elfo en ese momento, quien se arrodilla ante ambos dioses para darles reverencia.

Pudiéndose apreciar que el guerrero elfo goza de excelente juventud, ya que parece que tiene treinta años, aunque su verdadera edad es de noventa años. Posee un cuerpo atlético y bien desarrollado, no tan musculoso que se asemeja al de sus demás descendientes, tiene pelo largo de color amarillo tipo lacio, ojos de color verde brillante y mide aproximadamente un metro ochenta y nueve. Tiene una armadura de color plateada con algunos complementos como una capa de color roja y una espada de forma medio curvilínea.

—Grandes dioses del conocimiento Hastur y Azathot, capturamos a un humano proveniente del reino de los humanos que ha escuchado los gritos de esa malévola diosa —informa el extraño elfo.

Comenzando ambos dioses a acercarse hacia el guerrero elfo mientras que cuatro guerreros elfos, traen capturado a un civil del reino de los humanos.

—Pe… No… Hic… —suena la voz de la persona del reino de los humanos, percatándose ambos dioses que se trata de un hombre un poco fornido, posee barba y pelo de color marrón y sus ojos están brillando extrañamente de color negro; continuamente.

—Maldita sea, esa maldita se apodera de la mentalidad de todos los hombres, ya que las mujeres son inmunes —informa Hastur, acercándose junto con su hermano mientras que ambos tratan de estudiar al infectado del reino de los humanos.

—Reino de los humanos, se asemeja al reino Albeka que decidieron separarse por motivos diplomáticos, hmm, no posee poder y fuerza como los Albekanos —dice Hastur mientras que su hermano comienza a anotar varios apuntes en un extraño libro que ha invocado, por otro lado, los guerreros elfos se alejan un poco para que ambos dioses puedan hacer su trabajo sin ningún problema—. El cráneo y cuerpo del afectado es exactamente el mismo que los del planeta pilar, hmm, pero sus ojos han sido infectados por la terrible maldición de Calista, ya que es de color negro; completamente, incluyendo la iris.

Terminando Azathot de anotar los detalles en el extraño libro.

—Al parecer, si el individuo afectado decide no apoyar a Calista; ella lo castiga con una fuerte maldición, pero se me hace extraño, ya que Sayoko la encarceló en una piedra con su magia —comenta Hastur, dirigiendo su mirada hacia su hermano confuso delante de todos.

Empezando Azathot a negar con su cabeza, ya que no sabe lo que está sucediendo.

—Existe algo extraño en este bosque, ya que deambulan pocas bestias extrañas por parte de Calista, hmm, algo extraño los infecta —informa Hastur comenzando a negar con su cabeza, para seguidamente, dirigir su mirada hacia los guerreros elfos que los acompañan—. Sigan trabajando y protejan este bosque a como dé lugar; no dejen que nadie entre a este bosque.

—¡A la orden! —suena la voz de todos los guerreros elfos, comenzándose a retirar en ese momento.

—El reino de los elfos nos han sido de gran utilidad, aunque no son bastante buenos en la guerra son amantes de la naturaleza. Será mejor dejarlos así y no crear una alteración con sus enseñanzas y habilidades como en otros universos —informa Hastur.

Azathot solo afirma con su cabeza mientras que invoca una pequeña daga para asesinar en ese momento al ciudadano del reino de los humanos.



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En el texto hay: romance, magia, guerra.

Editado: 14.03.2023

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