Capítulo 23: Captura

Mientras que el ejército controlado por Calista y Manuk regresa nuevamente hacia su respectivo reino, un poco lejos de ellos se puede apreciar que Rindel y sus demás compañeros; llegan a la zona con bastante cuidado.

Lamentablemente para Rindel y los demás no pudieron estar en el momento en que Heriberto y sus demás amigos fueron traicionados, por lo que simplemente optan los visitantes a observar a las tropas de Albekanos en silencio.

Percatándose ellos de un detalle que llama su atención en varias ocasiones conforme avanza el tiempo con respecto hacia algunos guerreros: “Su forma de caminar”, ya que algunos guerreros avanzan de forma extraña y con dificultad junto con otros más.

Entendiéndolo Rindel y algunos guerreros, ya que han tenido esa experiencia en el pasado.

—Mira Rindel —suena la voz de Rave llamando la atención del elfo, añadiendo—. Todos ellos están siendo controlados por ella.

Observado enojado a todos los guerreros mientras que Rindel da un gran respiro.

—Son muchos, un ejército diría yo —dice Círdan.

—¿Cuántos enemigos? —inquiere un minotauro mientras que observa con cuidado a los ciudadanos.

—No son una gran cantidad, pero tanteo que son aproximadamente más de diez mil —responde Círdan, teniendo todos cuidado de no llamar la atención.

—Son muchos, hemos cometido un grandísimo error desde antes con nuestras labores —suena la voz de Rindel llamando la atención de todos.

—¿A qué te refieres? —inquiere Rave confuso mientras que varias tropas voltean a ver al líder seriamente.

—El estar buscando a la maldita diosa enemiga en nuestras misiones —argumenta Rindel, añadiendo—. Mientras que hemos estado buscándola por este gran bosque, ella ha estado preparando un ejército en todo este tiempo, maldita sea y tenía que ser el reino que nunca tomamos en cuenta.

Observando enojado a las tropas enemigas mientras que avanza el tiempo.

—¿Qué haremos? —inquiere Círdan preocupado.

Comenzando todos a percatarse que un caballero Albekano se acerca hacia ellos; lentamente.

—Capturemos a este con cuidado y dirijámonos hacia los demás reinos para darles el aviso, realmente debemos de estar preparados para enfrentar a este reino; lo más pronto posible —responde Rindel, empezando varios vampiros y demonios a prepararse contra el guerrero en silencio.

Caminando el guerrero con dificultad, no percatándose él que varios demonios y vampiros le salen hacia su encuentro desde su lado izquierdo; sorpresivamente, no dejando ellos que pueda dar un grito de auxilio para llamar la atención de sus compañeros mientras que lo ocultan entre la gran arboleda.

Decidiendo todas las tropas de Rindel sujetar fuertemente al guerrero e incluso; le ponen una pequeña franela que carga un minotauro para cerrarle la boca.

Percatándose Rindel y todos los demás que el guerrero no pone resistencia en ningún momento.

—Maldita sea, está siendo manipulado por ella —dice en voz baja Círdan, esperando todos pacientemente por unos momentos, ya que el ejército enemigo avanza y sale del Gran Bosque de poco en poco para dirigirse hacia su respectivo reino.

—Retirémonos por ahora, ya que debemos de prepararnos —anuncia Rindel, comenzando todos a retirarse del gran bosque mientras que un minotauro carga al ciudadano Albekano entre sus brazos.

No percatándose ellos que a lo lejos, una criatura tipo Naakro se acerca hacia Manuk para poder hablar.

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Ubicación: Afueras del Gran Bosque

Manuk mientras que avanza tranquilamente, observa que todo está tranquilo como han sido los anteriores días, dirige su mirada hacia su reino natal, sabiendo que dentro de poco tiempo; todo va a cambiar.

Se percata que Gregorio avanza por su lado derecho completamente enfurecido, recordando él el momento en que Mauricio intervino como aguafiestas contra él, no dejándole disfrutar su momento contra Eufemia. No sabe si reírse o verlo con lastima, pero él mismo se lo buscó contra Celina, aunque se le hace bastante raro que Celina no haya sido manipulada por la magia de Calista.

—Mi señor —suena una extraña voz cerca de Manuk, pero el líder no le presta atención, ya que comienza a planear el asalto contra el reino.

—Poseo un poco más de cuarenta mil tropas, hmm, realmente son los más poderosos que posee el reino, pero… —dice en voz baja Manuk, siendo interrumpido por una voz aterradora en ese momento.

—Mi señor —suena de nuevo una voz cerca del líder, llamando la atención de él para que se percate de que se trata de un Naakro, añadiendo—. Estamos esperando el momento para poderle ayudar con el gran renacer de la gran diosa Calista.

Comenzando a arrodillarse ante Manuk delante de todos, dándose cuenta Manuk que Gregorio y los demás guerreros no reaccionan ante esta amenaza.

Sabe que está siendo apoyado por algunos siervos de la diosa malévola y que todos desean su regreso.

—Ahora mismo me dirijo hacia mi reino para controlar a más personas —informa Manuk con miedo, ya que no le gusta la apariencia de la horrenda criatura que ha decidido interponerse en su camino.

—Lo sé, gran salvador. Esperaremos el momento en que usted vuelva a regresar ante el gran bosque para dirigirnos hacia la gran base —dice el Naakro con una sonrisa.

—Será mejor que ustedes también busquen esa maldita base —avisa Manuk comenzando a tener más confianza, ya que se ha dado cuenta que la horrenda criatura; lo observa con gran respeto.

—Hemos investigado sin ningún descanso todos los días, pero hemos sido visitados por diferentes tipos de guerreros, diría que los demás reinos están buscando la base con el fin de destruirla a como dé lugar, solamente falta un lugar que es bastante alejado del bosque —informa la creatura, comenzando Manuk a sorprenderse.

—¿¡Cual!? —inquiere el líder.