Capítulo 33: Un Joven Hechicero

Ubicación: Gran Bosque

Heriberto sale del extraño hogar con la finalidad de descubrir ¿Dónde rayos se encuentran?

Entrecerrando el líder sus ojos, debido una extraña iluminación para descubrir que se encuentra afuera de un hogar que fue construido en un gran árbol. Comenzando a observar hacia su alrededor, logrando ver que muchos tipos de árboles existen cerca de ellos, algunos tienen frutos desconocidos que nunca ha visto en su vida y otros; simplemente poseen hojas de color verde brillosas, dirige su mirada hacia atrás de él para contemplar más detalladamente el hogar en donde se encontró descansando. Descubriendo que el hogar simplemente posee una puerta que está adherida al gran árbol que mide más de ochenta metros de alto y su ancho es de más de veinte metros aproximadamente. Un árbol bastante gigantesco para una persona normal.

—Al fin saliste —suena la voz de Celina, llamando su atención en ese momento.

—¿¡Celina!? —inquiere Heriberto, percatándose que ella posee su mismo vestuario con la que fue traicionada por Gregorio.

Decidiendo dirigir Heriberto su mirada hacia sus manos para percatarse que ella tiene un extraño vaso de madera que está bebiendo continuamente.

—Será mejor que vayas acercándote con los demás para que puedas recuperar tus fuerzas —avisa Celina.

Comenzando Heriberto a dirigirse hacia adelante, percatándose que ella está actuando de manera seria, quizá sea por la traición que sufrió por parte de su antiguo amigo. Decide no prestarle atención, ya que logra observar a Cleto, Eufemia y Emilio; comiendo y bebiendo juntos con un extraño joven. Todos ellos sentados en diferentes tipos de troncos de árboles mientras que en medio está un gran cazo de color negro.

—¡Heriberto! —suena el grito de Emilio, percatándose el líder que afortunadamente; todos poseen sus vestuarios de forma normal a tal grado que le hace pensar que esto es posiblemente un sueño.

—¡Llegas justo a tiempo! —informa Cleto con una sonrisa.

Empezando Eufemia a servir en un pequeño vaso de madera una extraña bebida un poco espesa de color verde azulado por medio del extraño cazo, para seguidamente, levantarse de su lugar para entregárselo a Heriberto.

—La bebida te va a servir bastante —dice Eufemia.

Agarrando el vaso Heriberto delante de todos mientras que dirige su vista hacia el extraño contenido, observando él que la bebida brilla fuertemente de color verde. Comenzando a pensar que posiblemente sea un extraño brebaje para que todos puedan estar ebrios en poco tiempo.

Bebiendo un pequeño sorbo el líder en ese momento, ya que los demás empiezan a platicar con el extraño joven que los acompaña.

—Entonces llevas aquí más de tres años —dice Cleto llamando la atención de Heriberto, ya que él dirige su mirada hacia el extraño joven que los observa con una sonrisa.

Logrando ver Heriberto que el joven posee una gran túnica de color café oscuro, su pelo es corto y lacio de color marrón, tiene ojos verdes brillantes y posee un cuerpo un poco delgado. Dándole la idea de que posiblemente sea un tipo que se la pase caminando mucho por las bestias feroces que existen en el gran bosque.

—Así es, Cleto —argumenta el extraño joven, añadiendo—. Estoy a punto de terminar mis pruebas y cuando termine; podré salir de este lugar.

Empezando Heriberto a ver el asunto confuso, ya que se percata que todos sus amigos lo escuchan con atención. Dándose cuenta que Celina llega junto a ellos para poder seguir escuchando la conversación.

Tal parece que este joven extraño oculta un gran secreto.

—Pero, ¿por qué te enviaron a este lugar? —inquiere Eufemia, percatándose Heriberto que la conversación ya lleva mucho tiempo.

Logrando ver él que el joven dirige su mirada hacia él con una sonrisa.

—Mucho gusto, señor Heriberto. Mi nombre es Anderson (*) y pudiésemos decir que soy del reino de los humanos o incluso Albekano como ustedes, jeje —dice Anderson, volviendo su mirada hacia Eufemia con una sonrisa, pero se detiene de forma extraña, ya que parece que acaba de observar a alguien a lo lejos.

Heriberto y sus demás amigos, deciden dirigir su mirada hacia la extraña ubicación con la cual Anderson está enfocado, logrando Heriberto identificar a la extraña mujer sacerdotisa que se encontró en sus sueños de forma extraña, no logra observar cómo es su rostro, pero se percata que ella comienza a dirigirse hacia otro lugar dentro del bosque.

—Hmm, otra vez, llegó la hora de tener una pequeña conversación —anuncia Anderson, volviendo su mirada hacia Eufemia con una sonrisa—. Lo siento Eufemia, pero más tarde les contaré los detalles.

Empezando el joven por levantarse de su lugar para dirigirse hacia la ubicación extraña de la mujer sacerdotisa.

—Bienvenido sea Heriberto a este lugar, será mejor que le vaya preguntando a sus amigos acerca de: ¿Cómo está la situación? —menciona Anderson, caminando hacia la extraña ubicación de la chica mientras que Heriberto y todos los demás lo observaban confusos.

—Allá va otra vez de nuevo hacia ese sitio —suena la voz de Celina, llamando la atención de líder.

—¿Saben quién es esa mujer? —inquiere Heriberto confuso.

—Parece que es la encargada del bosque, ya que el joven Anderson le tiene mucho respeto, anteriormente, Anderson dijo que él recibió órdenes por parte de ella para que nos cuide temporalmente, ya que está ella al servicio de un ser supremo creador definitivo, no sé bien los detalles, pero eso repetía muchas veces —responde Celina seriamente.

—Lo bueno es que nos salvaron de una muerte dolorosa —dice Eufemia enojada, llamando la atención de todos hacia ella, añadiendo—. Así el maldito de Gregorio me las va a pagar.

Afirmando Celina con su cabeza seriamente junto con todos los demás.

—No sé qué les pasó a todos ellos, pero lo que hicieron contra mí es imperdonable y no se los voy a perdonar —anuncia Celina enojada.