Universo: Mistral
Ubicación: Reino de los Elfos
Mientras que Monlix planea una estrategia y ataque a futuro contra el supremo creador definitivo: Tsubaki, al igual que los siervos de Calista marchan hacia su nuevo destino, por otro lado en el reino de los elfos; se puede apreciar que el monarca Durel está a un lado de una gran mesa de forma circular.
Apreciándose que hacia su alrededor todo está oscuro, ya que los monarcas: William y Nemon están presentes, gracias al ritual que Durel invocó antes y solamente la gran mesa está iluminada por medio de una extraña magia.
En este momento, todos están con una expresión seria, ya que no saben cómo actuar ante la gran amenaza que representa la diosa Calista.
Se logra apreciar que Círdan llega a la reunión con un gran mapa para colocarlo con cuidado en el centro de la mesa para que todos puedan apreciarlo con detalle.
Lográndose ver que existe un pequeño mapa de los reinos de forma resumida, ya que contiene el gran bosque misterioso, alrededor de él están los reinos: Albeka, Elfos, Minotauros, Humanos y Demonios. Invocando Círdan por medio de su mano derecha un pequeño fuego de color verde que se solidifica a la vista de todos para crear pequeñas estatuas de piedra con diferentes formas, representando estás a los demás reinos; según su género.
Decidiendo invocar Durel diferentes tipos de magia en su mano derecha mientras que los demás monarcas los observan seriamente.
—La situación es emergente, perdón por no tener un mapa más detallado —anuncia Durel.
—No importa —suena la voz de William, añadiendo—. Estaría bien que los demás reinos estuvieran reunidos, pero no van a creer lo que acaba de suceder.
Logrando ver todos que el monarca Durel empieza a acomodar varias estatuas en el mapa para que todos puedan verlas, percatándose William que Durel ha colocado algunas piezas de Vampiros y otras de Demonios juntos con algunos otras más que representan a los demás reinos; poco después.
—Nosotros sabemos que el enemigo va a salir del reino Albeka —dice Círdan, empezando a invocar y a marcar el mapa con una línea roja, decidiendo él dirigirla hacia el gran bosque delante de todos.
—No sabemos la ubicación real de su objetivo, pero de seguro se encuentra en ese inmenso bosque —dice William, decidiendo invocar su magia contra el mapa para mover algunas de las piezas que representan a su reino, añadiendo—. Nosotros atacaremos desde este rumbo.
Colocando en el mapa una pequeña torre de madera.
—Nosotros apoyaremos a los Vampiros —suena la voz de Nemon, decidiendo dirigir su magia hacia el gran mapa para crear a dos pequeñas estatuas que representan a los demonios—. Cuidaremos estos rumbos para enfrentarlos de frente.
Comenzando los demás a ver el mapa seriamente.
—Mis contactos y siervos, han detectado que los minotauros están construyendo sus murallas más fuertes que nosotros, sería buena idea buscar la manera de que ellos se involucren para que nos puedan apoyar —dice Durel seriamente.
—Pero ¿Cómo? —inquiere Nemon confuso, añadiendo—. ¡Estamos contra una diosa y va a ser bastante difícil!
Dirigiendo su mirada hacia el gran mapa con miedo.
—Es bastante fuerte si logra renacer, pero estamos a tiempo para evitar ese acontecimiento —informa Durel seriamente, llamando la atención de todos—. Si realmente logramos evitar que renazca; asunto resuelto.
Comenzando William y Nemon a afirmar, ya que se percatan que pueden evitar un gran problema a futuro.
—Los demás reinos no son tan torpes para actuar como ciegos o sordos, en cuanto ellos escuchen los sonidos de explosiones de piedras o hechizos; serán obligados a intervenir —dice Círdan, afirmando los demás monarcas.
—Tal como esperaba de Círdan, el bueno. Uno de los mejores estrategas del reino de los Elfos —suena la voz de Nemon con una sonrisa, decidiendo invocar varios hechizos contra el gran mapa en ese momento para añadir—. He marcado los límites de los cuales todos nos distribuiremos, no señalando a los Orcos, Humanos y Minotauros, ya que no quisieron apoyarnos.
Dirigiendo su mirada hacia todos los demás.
—El aura de color azul ¿Qué significa? —inquiere Durel confuso.
—Es su reino y el área a atacar del bosque, se ve exagerada que inicien por un lado y terminen casi hasta el otro, sabiendo que pueden rodearlo, pero esto es con la finalidad de poder llamar la atención de los demás reinos con sus hechizos —responde William seriamente.
—¿Y el color verde? —inquiere Nemon, añadiendo—. Solo veo que está dirigido hacia el bosque.
Dirigiendo su mirada confusa hacia William.
—Ustedes van a atacar directamente con todo su poder con mi apoyo, realmente seremos dos contra un solo reino. En mi reino poseo un poco más de quinientos mil tropas —argumenta William.
—Mis tropas son seiscientos mil, aproximadamente —anuncia Nemon con una sonrisa, añadiendo—. Seremos más de un millón contra ellos, jejeje.
Empezando a ganar confianza delante de todos mientras que los demás le sonríen.
—Un millón sin tomar en cuenta al reino de los elfos, ¿no serán suficientes? —inquiere Durel, empezándose a confiar—. Nosotros poseemos aproximadamente a setecientos mil arqueros y jinetes.
Empezando todos a confiarse en ese momento, pero Círdan presiente que algo malo puede suceder.
—Entonces así le haremos, jejeje. De seguro los demás se darán cuenta de nuestro aterrador poder y ¡temerán a los demonios! —grita Nemon confiadamente, decidiendo cancelar la reunión para desaparecer en ese momento.
—Entonces que así sea, jejeje. Dentro de poco tiempo enviaré a mi ejercito —avisa William, desapareciendo para dejar solo a Durel y Círdan.
Eliminándose la visión que acaban de tener para volver a la normalidad en el palacio del reino de los elfos.