El Origen De Dos Grandes Reinos

Capítulo 54: Resentimientos

Universo: Vía Láctea, Universo Pilar.

Ubicación: Planeta Tierra, Orbita en el espacio cerca de la Luna.

Yahvé observa seriamente el planeta Tierra en este momento, de vez en cuando su mirada se desvía hacia la ubicación del planeta Mistral en el espacio sideral, ya que sabe acerca de la fuerte amenaza que se está creando a lo lejos.

Vuelve su mirada nuevamente hacia el planeta Tierra para enfocarse en ella por unos momentos más, ya que puede ver que miles de demonios que sirven a Satanás; siguen trabajando en sus labores. A lo lejos puede ver a algunos ángeles protegiendo a ciertos humanos de los demonios para que Satanás no se salga con la suya. Siendo esto normal y cotidiano para Yahvé, ya que el tiempo avanza todo como si estuviera “normal” en el planeta. Pudiendo ver Yahvé que en el país de México, aparece Lucifer para hacer de las suyas contra varios ciudadanos, pero repentinamente aparece el arcángel Miguel cerca de él, para agarrarlo sorpresivamente de su cola y darle unos buenos golpes con sus manos limpias en la cabeza. Parecieran como si los demonios fueran pequeños niños y deben de ser supervisados por adultos para que se comporten. Dándose cuenta Yahvé que los demonios son cada vez más molestos, pero aun así no deben dejar que el mal triunfe en el planeta Pilar, aunque… Su mirada nuevamente se dirige hacia el espacio sideral, ya que sabe que, dentro de poco tiempo existirán grandes problemas.

Comenzándose a abrir un portal cerca de él para emerger Belfegor (*) en ese momento.

El demonio dirige su mirada hacia su alrededor sin percatarse que Yahvé está cerca, pero repentinamente se percata de él, por lo que Belfegor se asusta bastante al verlo.

—¡Su… ¡Gran Yahvé! —grita Belfegor, decidiendo retroceder completamente asustado para inclinar su rostro hacia abajo, añadiendo—. Solamente estoy paseándome.

Percatándose el demonio que Yahvé lo observa seriamente sin mencionarle nada, por lo que el demonio teme por su vida en ese momento, pero de repente; ambos logran sentir una presencia maligna bastante lejos en el espacio sideral, a decir verdad; la presencia maligna está en la dirección del universo Mistral que está aumentando cada vez más de forma exponencial.

Belfegor se da cuenta de esta situación, ya que Yahvé dirige su mirada hacia ese universo seriamente, por lo que decide invocar un portal en silencio para desaparecer rápidamente de su presencia.

Quedándose Yahvé nuevamente solo, pero enseguida se puede escuchar un fuerte grito cerca de él de forma extraña.

—¡El maldito está haciendo de las suyas, nuevamente! —grita Satanás, lográndose ver que desde África sale volando hacia el cielo para poderse encontrar con Yahvé.

Llegando Satanás cerca de Yahvé un poco agitado, debido a que la amenaza se está haciendo cada vez más fuerte.

—Ese planeta ya no tiene remedio y todo porque no lo evitaste, de seguro es mucho más peligroso que un categoría ocho, según la clasificación de Hastur y Azathot —informa Satanás enojado, no dándose cuenta que todos los demonios y ángeles que se encuentran por todo el planeta Tierra; dejan de hacer sus labores.

—Falta poco para que ellos terminen —dice Yahvé seriamente.

—Excelente, así irás tú y les regañarás a todos por sus locuras que están haciendo. Con eso, ellos deben de obedecerte, les guste o no y así el reino que acaban de crear; tendrá su destino que debió de ser al principio —comenta Satanás enojado, añadiendo—. ¡Ese maldito Creador Supremo Definitivo debe de pagar las consecuencias que me hizo en el pasado!

Percatándose Yahvé que Satanás realmente odia a alguien especial, ya sabe a quién; pero aun así decide enfocarse en otros asuntos.

—Ellas nunca te pertenecieron en el pasado —dice Yahvé, llamando la atención del Demonio Mayor.

—¿¡Quienes!? —inquiere Satanás enojado.

—Sayoko y Kirika —responde Yahvé, comenzando Satanás a enfurecerse, añadiendo—. Él es su nuevo dueño y amo de ambas así que nunca más podrás recuperarlas, al igual que Lius y los demás.

Comenzando Yahvé a dirigir su mirada hacia Satanás seriamente en ese momento.

—Se acerca un momento por el cual, tú mismo vas a odiar bastante a todos ellos, principalmente a uno de ellos por lo que va ocasionar, ¿acaso se te olvidó de las consecuencias que se van a generar? —pregunta Yahvé.

—¿Consecuencias? —inquiere confuso Satanás, comenzando a dirigir su mirada hacia el planeta Tierra en ese momento, añadiendo—. Es imposible, ¡¿a cuales te refieres?!

Negando Yahvé seriamente en ese momento.

—Mi intervención contra todos ellos va a provocar una fuerte consecuencia a futuro, ya que ellos van a ser considerados como los Dioses más malévolos y peligrosos que nadie va a querer volver a ver en su vida, estarán excluidos de muchos asuntos por su manera de ser y por la actitud que van a tomar cuando yo intervenga contra ellos, ya que siempre asesinan a miles de inocentes sin importarles las consecuencias —informa Yahvé, añadiendo—. Serán los dioses más peligrosos y temidos que ningún otro dios va a querer encontrarse en su vida, ¿eso quieres? Por eso te lo vuelvo a repetir varias veces.

Empezando Satanás a ver la Tierra completamente enojado.

—Ese maldito me las va a pagar, tarde o… —dice Satanás siendo interrumpido por una extraña voz.

«Pero tú no sirves para nada »,suena la voz de una extraña chica dentro de la mente de ambos dioses, comenzando Satanás a enfurecerse.

—¡¿Cómo te atreves a decirme esas cosas e intervenir en pláticas ajenas?! —pregunta Satanás añadiendo—. ¿¡Quién eres maldita?!

Empezando a ver hacia su alrededor enojado.

«Eres el dios más malévolo de todos los universos por simple respeto de Yahvé hacia ti y todos los demás, pero has sido derrotado por infinidades de veces »,informa la extraña chica.

Empezando Satanás a ver a Yahvé completamente enojado.



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En el texto hay: romance, magia, guerra.

Editado: 14.03.2023

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