El Origen De Dos Grandes Reinos

Capítulo 70: Actitud Extraña

Ubicación: Reino Albeka

El silencio reina en todo un reino abandonado que es blanco fácil para su conquista, se logra observar miles de carretas abandonadas, las cosechas están echadas a perder, algunos lobos corren libremente por los campos, declarando ellos sus nuevos territorios. Heriberto junto con Celina, Eufemia, Lane, Anastasia y Cleto avanzan lentamente hacia la entrada principal del reino. Observando todos que el reino no muestra ninguna actividad y su final ha llegado por completo.

A lo lejos, todos pueden ver a Tsubaki a un lado de Julián, ambos están esperándolos a la entrada seriamente. Parece que al fin, Julián se ha recuperado por completo.

Decidiendo Anastasia correr hacia él para abrazarlo mientras que Tsubaki se hace a un lado, por ahora, el supremo no quiere intervenir en esos asuntos, pero los demás se dan cuenta que su actitud es bastante seria. Tal parece que algo le molesta o está pendiente de alguien.

—Gran deidad —dice Lane, decidiendo inclinar un poco su rostro en señal de respeto hacia el Supremo Ser.

Decidiendo Tsubaki hacer lo mismo hacia él mientras que todos se detienen a la puerta del reino.

—Esperemos encontrar algún superviviente de su maldición, no les puedo asegurar nada —anuncia Tsubaki, comenzando todos a observar seriamente el reino abandonado.

No teniendo nadie esperanzas para encontrar a alguien con vida, por lo que deciden comenzar a dirigirse hacia adentro.

Entrando todos por las puertas principales del reino mientras que a lo lejos, algunos lobos se fijan en ellos, pero de forma extraña; todos esos animales salvajes tienen miedo, ya que deciden alejarse rápidamente del lugar.

Tal parece que ningún animal salvaje se atreve a acercarse hacia ese reino maldito.

Heriberto mientras que acompaña a Tsubaki, comienza a recordar las calles en donde conoció a ambos esposos: Anastasia y Julián. Viejos recuerdos se le vienen a la mente mientras que observan muchas carretas de comercio destruidas, al igual que  tarros de cerveza y costales llenos de alimentos putrefactos.

Eufemia junta con los demás empiezan a buscar algún sobreviviente ante la maldición de la maldita diosa, pero no encuentran a absolutamente nadie mientras que avanzan hacia el centro.

Tsubaki se da cuenta que la maldita diosa Calista ha provocado la destrucción absoluta de un reino y eso no se lo va a perdonar si no se rinde.

—Más le vale que ella resuelva este problema, cueste lo que cueste —dice en voz baja Tsubaki, conteniendo su gran furia mientras que avanzan en dirección hacia la antigua taberna del reino.

El único lugar especial en donde todo ciudadano se reunían, ya sea para festejar o algún otro asunto, percatándose todos que existe un joven sentado y completamente solo.

Decidiendo Celina correr hacia él con la esperanza de encontrarlo con vida, enseguida Eufemia y Anastasia se acercan hacia ellos preocupadas mientras que los hombres; cuidan con sus miradas cualquier extraño movimiento.

—¡Oye! —grita Celina, decidiendo tocar al misterioso joven para llamar su atención, añadiendo—. ¿Puedes escucharme?

Comenzando ella a llamar su atención mientras que el joven, empieza a levantar su mirada hacia ella con pocas fuerzas. Logrando ver todos que es un joven un poco delgado; tiene un cuerpo promedio. Su peinado es completamente hacia atrás y su piel es morena. Posee una gran túnica de hechicero que cubre casi todo su cuerpo, dejando en duda si lleva alguna arma de cualquier tipo.

Descubriendo todos que se trata de un hechicero, lo más probable es que sea un aprendiz.

—¿Por qué ella no nos aceptó? —inquiere el joven tristemente.

Percatándose Tsubaki que Calista solo eligió a los mejores guerreros del reino para su servicio, por lo que decide acercarse hacia el joven delante de todos.

—No te preocupes, ¿tienes fuerzas para moverte? —inquiere Tsubaki, llamando la atención del extraño mientras que él le afirma con su cabeza.

Comenzando Tsubaki a ayudarle a levantarse delante de todos mientras que tratan de obtener alguna información.

—¿Eres el único o existen más personas? —pregunta Cleto preocupado.

Llamando la atención del misterioso joven mientras que él le afirma delante de todos con su cabeza, para enseguida; señalar con su dedo índice derecho la vieja taberna del reino.

—Existen varios, pero ella nos abandonó —responde el joven nuevamente.

Comenzando Heriberto a caminar hacia la taberna para abrir las puertas seriamente y entrar lentamente, decidiendo Eufemia seguirle junta con Cleto, ya que Tsubaki ha decidido acompañar al joven hechicero junto con Celina.

Por otro lado, Anastasia y su esposo Julián, deciden dirigirse hacia otro lugar para buscar a más sobrevivientes, aunque el ambiente del reino es bastante solitario.

Decidiendo Tsubaki invocar por medio de su mano derecha un gran trozo de carne especial de venado para regalárselo al joven hechicero, comenzando el joven hechicero a alimentarse del alimento que le ha proporcionado el Supremo, ya que Tsubaki comienza a estudiarlo en silencio.

Lane por otro lado, decide separarse de ellos para dirigirse hacia su palacio, ya que le preocupa bastante su esposa.

—¿Cómo te llamas? —inquiere Celina con la intención de poderle sacar platica al joven hechicero.

Llamando la atención del joven mientras que poco a poco se va recuperando de sus fuerzas. Una excelente noticia para Tsubaki, ya que se percata que todos los ciudadanos no poseen muchas fuerzas, debido al alimento, pero se le hace extraño todo.

Sabiendo Tsubaki que cualquiera puede alimentarse sin ningún problema por medio de los alimentos que posee el reino, algo ha provocado la diosa Calista en la mente de todos y deberá de resolver las consecuencias; tarde o temprano.

—Carlos. Mi nombre es Carlos y soy un aprendiz de la legión sagrada de los Hechiceros —responde Carlos, añadiendo—. Pero ella no me eligió. (*)



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En el texto hay: romance, magia, guerra.

Editado: 14.03.2023

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