El Oscuro Daradise

Capítulo 13

Me veo en el espejo de mi habitación, me veo como una diosa con el vestido rojo que era bastante llamativo, debo admitirlo. Hoy sería el gran día en que comenzaría mi misión. No sabía lo que estaba haciendo, o que tenía que hacer exactamente, pero era consciente de que esto no me llevaría a algo bueno.

Quedaron de pasar por mí dentro de cinco minutos, y justo en ese momento mamá me llamó para que bajará. Ayer en la noche ella regreso demasiado tarde, y bastante despeinada. Se me hizo extraño, peor no me metería, no tenía ganas de cagar el pacto de paz entre nosotros.

Bajo las escaleras, ahí está mamá en la puerta junto con él, esta me ve con gran sorpresa y en realidad no es para menos porque no soy de usar vestidos, y menos de este tipo que están elegante. Cabe recalcar que tampoco soy de salir con chicos.

—Te ves preciosa. — Comentó Remus, sonrío falsamente.

—Adiós, mamá. — Dije dándole un corto beso en su mejilla, ella por su parte no sale de su trance por verme vestida así, y mucho más por salir con un chico.

Remus me toma de la mano para dirigirnos a la camioneta, me abre la puerta de esta y me invita a pasar, lo hago, después él da la vuelta y se coloca en el asiento de conductor. Pone en marcha la camioneta, pero en marcha no sé ni a qué lugar.

No digo ni una sola palabra, la verdad no me importa, solo quiero terminar con mi primer trabajo esta noche. Ahora que lo menciono, la noche esta preciosa, la luna ilumina el cielo junto con las estrellas, hace una ligera brisa que refresca la noche. Todo está iluminado y se ve precioso, amo estás cosas, aunque creo que ya lo había mencionado.

Noto por el camino en que vamos, y veo que se dirige al siguiente pueblo a este. Nos topamos uno que otro auto, en el camino. Normalmente nadie suele ir a ese pueblo, ya que muy poca gente vive ahí, y no es una zona con mucho atractivo natural.

Alguna que otra lámpara que hay durante el trayecto ilumina levemente la carretera, todo se ve tan tranquilo, se escuchan algunos pájaros nocturnos y los sonidos de los autos pasando.

—¿No quieres saber a dónde vamos?

—No.

—¿Y eso?

—Es mejor que sea secreto, así le da un toque interesante al asunto. — Sonríe.

Nos quedamos en silencio de nuevo, solo que esta vez me quedo metida en mis pensamientos, también me centro de nuevo un poco en el ambiente. Observo que él se adentra en un lugar, es una calle de lastre, alrededor de la calle hay unos arbustos que conducen a una gran casa al final de la calle.

Vuelvo a mirarlo, este ni cuenta se da de la mirada tan pesada que le estoy dando, o quizá si lo hace solo que disimula. Ahora todo comienza a tener sentido, con razón habían elegido el vestido tan elegante.

Llegamos al final de la calle, en la entrada se encuentra un señor armado, y a la par de él se encuentra Ashton, quien va vestido con un traje azul oscuro, se ve bastante atractivo, más de lo que ya es. Parquea la camioneta y luego se baja a abrirme la puerta, tomo la mano que me ofreció.

Comenzamos a caminar hacia Ashton, al llegar ahí los dos me aparten de la entrada para decirme algo.

—Tú eres la pareja de ambos, así que no te separes. — No respondo, ya que supongo que es parte de todo esto.

Comenzamos a caminar hacia la entrada de nuevo, solo que esta vez los dos me agarran de las manos, supongo que para parecer pareja. Quisiera decir que me siento incómoda, pero no lo hago, me siento segura al lado de ellos dos.

Entramos a la gran casa sin ningún problema, me decido a observar todo adentro. Se ve tan elegante y caro, todo es de color blanco, hasta la cerámica del suelo. Jarrones costosos por todo lado, al igual que pinturas abstractas, que adornan las preciosas paredes.

Debo admitir que esas pinturas siempre me han gustado, y verlas aquí me dan ganas de robarme una, lógicamente no lo haré. Vuelvo en sí cuando los chicos tiran de mí, para seguir caminando a lo que parece que es el jardín.

Salimos por una gran puerta de vidrio, y no me equivocaba al pensar que era el jardín, todo que está bien ordenado, hay una fuente, pista de baile, luces que iluminan todo el lugar, y unas cuantas mesas.                                                                              Observo que todas las personas que se encuentran aquí visten elegantemente, por lo menos los chicos eligieron bien mi vestimenta.

—Recuerdas el plan, ¿no?

Ayer ellos me explicaron que tendría que seducir al señor Collins y llevarlo a la segunda planta de la gran casa, ahí estarían ellos para deshacerse de él, no sé qué tendrán en contra del pobre señor, pero no estoy aquí para realizar preguntas, sino para trabajar.

—Sí.

—Perfecto. — Contestan al mismo tiempo.

Nos quedamos unos minutos en silencio y parados ahí, mirando un poco raro a todos en el lugar, hasta que Ashton se alejó sin más, iba en busca de algo, pero exactamente de qué no lo sé.

Remus toma mi mano y me guía hasta una mesa, me abre la silla para que me siente y así lo hago. Él se sienta en la silla que esta junto a mí, su brazo me rodea cuando nota que un señor de edad un poco avanzada se acerca nosotros. Remus se pone de pie, yo por mi parte sigo la misma acción, ya que supongo a de ser alguien importante.



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En el texto hay: asesinatos, asesinos, romance

Editado: 19.01.2023

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