Capitulo 7 —Llego el momento

6 de julio. 23:50.

Estaba sentada en mi cama con el cuaderno abierto, la carta a lado y el celular en la mano. Tenía 10 minutos para decidir si iba a esperar que me vinieran a buscar...o si está vez, iba a entrar por voluntad propia.

23:59.

Las luces parpadearon tres veces.

Y dije:

—Estoy lista.

Todo se escurecio. Apareci de nuevo en la biblioteca....pero ya no era como antes, estaba en ruinas: polvo, humo, estantes caídos, el techo apenas se sostenía. Todo parecía estar muriendo.

En el centro, de pie, estaba la señora Lucy, pero no era ella, su piel estaba gris, sus ojos vacios y la sonrisa rota.

—Llegastes tarde —dijo.

—No. Llegué cuando tenía que llegar. Quiero mis recuerdos y a mi madre. Así que correte.— le contesté con una risa de burla.

—Entonces paga el precio.

Caí en la oscuridad, y al fondo la vi. A mí madre. Esperándome. Abrío los brazos. Yo corrí hacia ella y la abracé.

Por primera vez desde que todo empezó, me sentí viva.

—Volviste a tiempo —me dijo ella —Pero no te quedes. Aún podés salir.

Y juntas cerramos los ojos.

Al abrirlos, estaba en mi cama, pero está vez no sentía miedo, no sentía que alguien me observarara. Era mi cuarto, de verdad, sin parpadeos ni sombras, solo silencio.

Me levanté y fui directo a la biblioteca. La bruja de Lucy ya no estaba, por fin no tendré que aguantarla. En su lugar estaba una chica joven agradable, me recibió con una sonrisa.

—¿Te puedo ayudar?

—Busco una carpeta: Martinez Nuñez, Mara.

Ella reviso.

—No tengo ninguna con ese nombre, ¿Segura que era aquí?

—Si, pero no importa.

Iba a darme vuelta cuando ví algo sobre el escritorio. Un libro, no una carpeta.

Me acerque. Era el cuaderno, pero está vez tenía otra frase:

"A veces, para recordar quién sos, tenés que enfrentar lo que más te dolió.”

Lo deje dónde estaba. Sali y no mire atrás...pero al cruzar la puerta, ví mi reflejo en el vidrio...detrás de mi había había una niña. Esa que lloraba....ahora me sonreía.

Y yo...sonreí también. Porque está vez, no tenía miedo.

Era el fin del ciclo.