El oso

Capítulo 8

Llegué hasta donde estaba Mariel, quien me hacía caída y “pestañeo” mientras me iba acercando. Le di un beso y me invitó a sentarme con ella para acompañarla.

 

  • Gracias por acompañarme. Viste como es Copi…
  • Sí. Pero bueno, es buen tipo. Es así.
  • Sí. Igual te digo que con él me re divierto.
  • Sí.
  • Pero viste…que se yo…a mí me parece que es un toque y nada más. Le gusta demasiado la joda.
  • Sí, eso es verdad. pero bueno, tal vez puedas domarlo.
  • ¡Parecés mi vieja! Siempre me dice lo mismo. Porque está cansada de que siempre me enganche con el mismo tipo de hombres. Ya se cansó de decirme que no me convienen, ahora directamente le pone ficha a mis relaciones. Debe ser para que yo me desencante y cambie.
  • Puede ser, viste como son las madres.
  • ¿Vos tenés a tu vieja?
  • ¡Sí! ¡Gracias a Dios! Mi vieja es lo más. Vivo con ella, mi tía Rosa y mi hermana.
  • Rodeado de mujeres. Por eso sos tan sensible, se te nota en la mirada.
  • Sí, yo creo que pasa por ahí.
  • Estaría bueno un día ir a tu casa y conocerlas. Deben ser unas minas geniales.
  • Sí, lo son. Obvio estás invitada a casa cuando quieras.
  • ¡Qué bueno! Me encantan las comidas en familia. Yo tengo a mi familia lejos, así que generalmente como sola.
  • ¿Irías con Copi?
  • ¿A tu casa? No, ni loca. Espero que vaya Jorge también. Lo podemos hacer este domingo…
  • Bueno…
  • ¡Qué bruta soy! Me invité sola – mientras Mariel me agarró mi mano con fuerza y sentí electricidad en todo el cuerpo. Juro que nunca había sentido algo así –
  • No…nada de bruta, está bien. Sí, el domingo al mediodía. Mirá, ya le mando un mensaje a mi vieja.
  • ¡Sos un amor! – Mariel se me acercó, me dio un cálido abrazo y un beso demasiado cerca de mi boca. Me hizo ruborizar a tal punto que parecía como si tuviera mi cara morada –
  • Está todo bien. Mirá…ahí me contestó – le mostré la respuesta de mi vieja que decía “Sí, nene. Todos tus amigos son siempre bienvenidos a casa”
  • ¡Qué bueno! ¿Cómo se llama tu vieja?
  • Adela.
  • Bueno les voy a llevar a un regalo…y a...
  • Sí. Mi tía Rosa y mi hermanita se llama María.
  • ¡Qué bueno! Algo les llevaré.

En eso apareció Copitelli detrás de Mariel, la tomó del hombro mientras le besaba la mejilla. Yo me quedé paralizado mirándolos, no sabía qué hacer.

 

  • Hernán, Isi me invitó a almorzar a su casa el domingo, con él y toda su familia. ¿no es un amor?

Era la primera vez que escuchaba que alguien llamaba por su nombre a Copitelli.

 

  • ¡Si, qué bueno! Y bueno, el loco es así: un buen tipo. Eso sí, Bernárdez, no cuentes conmigo, yo los domingos me voy a Palermo. Me pueden los burros…
  • Ok… la miré a Mariel y me guiñó un ojo –
  • Está bien, Herni…voy yo sola. Vos andá a Palermo tranquilo.
  • Bueno, yo me voy a retirar, me espera Jorge. Mariel, después te mando por mensaje la dirección de casa. Nos vemos.

 

 Fue hacía la mesa donde me estaba esperando Jorge. Yo me sentía en el aire. Iba a almorzar con Mariel en casa, era una oportunidad a que me conociera más.

 

  • Ehhhh…Romeo…parece que estás por subir al balcón…cuidado a ver si te agarra Lord Capuleto
  • ¿Qué?
  • Estás en otra, amigo…
  • Me dijise algo de Capuleto…y sí, estoy locamente enamorado de esa piba… ¿Está mal?
  • ¡No! ¡Qué va a estar mal! Es más, es mejor enamorarse de un imposible que no tener la capacidad de enamorarse. Yo todavía sigo enganchado con Norita… y acá me ves… Jorge hizo una mueca que estaba a mitad de camino de la risa y el llanto –
  • ¡Ja! No seas bobo, me hacés reír. ¿Te parece que es mejor eso, aunque uno sufra?
  • Sí, amigo mío. Es mejor. Yo no quiero ser pájaro de mal agüero…por lo que se ve vas camino al precipicio, a sufrir como un hijo de puta, pero te banco porque vale la pena. Y quien te dice…alguna vez nos tiene que cambiar la racha…
  • Sí. Eso es verdad. igualmente tan mal no nos va en la vida.
  • ¡No! Pero con las mujeres mucho éxito no hemos tenido.
  • Eso es cierto. Ah…una cosa…
  • ¡Sí!
  • La invité a Mariel a almorzar a casa el domingo. Vos tenés que estar.
  • ¡Yo te bailo, te zapateo, te canto! Eso sí, después de unos bueno vinitos.
  • Eso dalo por hecho, le voy a decir a la vieja que haga ñoquis…
  • Ayyyyy…esos ñoquis son los más ricos del mundo, Adela es la mejor cocinera del mundo.
  • Bueno, no te olvides de mi tía Rosa…
  • ¡Cómo me voy a olvidar de ese bombón! Ya le eche el ojo hace tiempo…algún día concretaremos…
  • ¡jajajajajajajajaja1



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En el texto hay: amor, amistad, amor de familia

Editado: 27.07.2023

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