El oso

Capítulo 29

Me quedé conversando con Jordana hasta que fui un rato a la barra, ahí los encontré hablando animadamente a Don Raimundo y Jorge.

 

  • Ahí vino el galán de la noche, vamos a brindar por el — dijo Don Raimundo en un alarido, con la borrachera que ya tenía no podía controlar el volumen de su voz.
  • Brindemos, Don Raimundo, Brindemos — reafirmó Jorge como burlándose del beodo Don Raimundo.
  • Bueno, tampoco es para que me gasten. Jorge, yo no quiero que te enojes conmigo …
  • Isi, te voy a decir algo, estuve hablando con Don Raimundo y me di cuenta que tiene razón, la mina esa te mira con amor, está muerta con vos. La vedad que está muy linda, dejá de pensar en Mariel, esa mina ya fue. Se va a casar con Copitelli, ya la perdiste.
  • No, muchacho — interrumpió Don Raimundo. Se va a perder ella. No me lo tires abajo a mi Isidoro.
  • Bueno, voy un rato para la mesa, ¿Vamos Jorge?
  • Esperá, pidamos un par de tequilas y vamos.

 

Me quedé solo diez minutos más en los cuales me tomé tres tequilas puros. Yo no estaba acostumbrado a tomar tanto, pero cuando comenzó a hacerme efecto comencé a entender a Copitelli y a todos aquellos que bebían. Yo sentía que estaba totalmente desinhibido y que no me importaba nada. Me fui al baño y le mandé un mensaje a Mariel.

 

  • Mariel, te deseo un buen casamiento con Copi, ya te saqué de mi cabeza. Fuck you.

 

Luego de enviarlo me sentí bien, era como que me había sacado un peso de encima. Vomité un poco en el inodoro y salí del baño dispuesto a seguir tomando. Me pedí otro tequila y Jorge se dio cuenta de mi estado.

 

  • Isi, yo sé que es lindo tomar, el efecto que se logra, pero vos ya te pasaste y no estás acostumbrado a tomar tanto — me clamó Jorge para que yo reaccionará.
  • A la mierda con todo, tomá. Agarrá mi celular y fíjate el mensaje que le mandé a Mariel.
  • ¡Otra vez con Mariel! Ya me tenés podrido, Isi.

 

Jorge empezó a leer el mensaje que le había mandado a Mariel y se le fue transformando la cara, primero fue una sonrisa de satisfacción sin mostrar los dientes, luego con una sonrisa de lado a lado de la cara y  más tarde una sonora y grotesca carcajada.

 

  • No, Isi, no lo puedo creer. Como te animaste, bue, ya sea como te animaste; por el pedo que tenés. Se ve que te agarró el pedo agresivo, pero bueno esa mina se lo merecía.
  • ¿Pedo agresivo? Yo estoy bárbaro.
  • Sí, ya te veo. Vamos un momento al baño.

 

Jorge me llevó al baño y me tiró agua en la cara, eso me hizo despabilar un poco pero mi borrachera seguía.

 

  • Isi, te vas a quedar un rato acá, vos esperame. Te voy a buscar un café bien negro, no te muevas de acá. Esta noche es tuya, Jordana es tuya pero no tomes más.
  • Un poquito para brindar la menos …

 

Jorge salió del baño mientras yo lo esperé sentado en uno de los inodoros, Jorge volvió con una taza grande de café. Me lo dio como si fuese un enfermo en un hospital.

 

  • Dale, tomate todo.
  • Yo lo tomo solo
  • No podés, déjame a mí.

 

Termine el café que estaba muy fuerte y luego Jorge me puso una bolsa con hielo que había pedido al barman. La borrachera me había pasado un poco pero igual seguía medio boleado.

Fuimos a la mesa. Yo me senté al lado de Jordana, ella me hablaba y yo le respondía lo menos posible, estaba logrando salir un poco de la embriaguez.

 

  • No me digas que no tomás alcohol, Isi — me dijo Jordana con ironía.
  • Sí, después de comer algo, mirá ahí justo viene la comida.

 

Nos sirvieron la comida, y luego de comer un poco comencé a tomar champagne, pero de manera moderada, igualmente Jorge me miraba raro, me hacía ademanes para que no tomara, no le hice caso y seguí bebiendo. En un memento se levantó y me llevó de prepo al baño.

 

  • Isi, venías bien. Dejá de chupar.
  • Ok. Ok. Es que no me doy cuenta, estoy al lado de ella y me pierdo. Es hermosa.
  • Ah buenoooo, ahora te enamoraste de Jordana. Que capacidad amatoria que tenés.
  • No me cargues.
  • A ver, Isi. Dame tu teléfono, quiero ver si te contestó Mariel.
  • A ver, espera. Si mejor leelo vos que yo me mareo si lo leo.
  • A ver …

 

Mariel había contestado, y de la peor manera.

 

  • Isidoro, que feo tu mensaje. ¡Que feo ese insulto! Yo pensé que me querías, que éramos amigos. Creo que no tendrás ningún tipo de explicación para esta cosa horrible que acabás de hacer. Lo lamento mucho terminar así.



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En el texto hay: amor, amistad, amor de familia

Editado: 27.07.2023

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