De vuelta a una guerra...

Capitulo 9

Narra Kiruko
El día que llegaste me aliste lo mejor que pude, me puse un pantalón negro, una camisa y una chaqueta negra larga que me llegaba a las rodillas, espere este día con ansias, pero antes de salir a recibirte una mano me detuvo, mire hacia atrás y no había nada pero fue entonces que algo me jalo estrepitosamente hacia atrás, mire a todos lados y no había nada, y Vi que el espectro comenzó a figurarse en la puerta como si esperara algo, lo llame y le dije:

Kiruko: que demonios, te sucede para hacerme esto!!!! (Aún en el suelo )
Espectro: (el volteó a verme y se impresionó, solo se acerco y me ayudó a levantarme) yo no te he hecho esto.
Kiruko: si tú no lo has hecho entonces quién!??
Espectro: yo aún que quisiera matarte no puedo, mi deber es protegerte no lastimarte, a esto por que la joya está brillando?
Kiruko: la joya no está brillando (mira la joya - sorprenderse) esto, que está pasando?, Esta joya solo había brillado una ves, y fue cuando me la dieron...

Empezamos a escuchar una voz, que yo no reconocí pero el espectro si y nos decía:
???: como se atreven?.... El legado de la familia se ha ido acaso
Espectro: como es posible (dice entre dientes), tu no deberías de estar aquí!
Kiruko: quien??!!
Espectro: el primer protector de la joya...
Kiruko: que... ( Mira a sus alrededor buscando, mira por los pasillos y no hay nadie ), quien eres?!!( Grita )
???: Somos tu, no lo ves...
Kiruko: claro que no!!!, Yo no soy así, yo no me haría daño!!!
???: Pero que acaso no lo ves, tu solo eres un recipiente para nosotros, pronto morirás, y ahí será cuando por fin seremos libres... Muajjajajajajajjaja...
(Todo queda en silencio, la joya dejo de brillar)

Kiruko: espectro, como es posible que esa voz haya Sido de mi antepasado cuando el murió hace siglos.
Espectro: no lo se, pero lo que dijo es lo que más me intriga, ahora que recuerdo... Mmm... Debo de contarte algo....

Flashback:

Yo existo desde tiempos inmemorables, no se cómo es que fui creado pero recuerdo que yo vagaba por el mundo, buscando aventura...

Un día Vi que había una tribu, me daba curiosidad ya que nunca había visto a un tipo de especie cómo está...

Me acerqué para conocer pero en cuanto me vieron me comenzaron a atacar, me ataron, me ahorcaron, golpearon y me insultaban, me decían demonio, yo no entendía nada, y fue haci que continuaron por varios años, si yo hubiera querido los hubiera matado pero no quería hacerlo, eran seres tan débiles, que no podía lastimarlos, recuerdo que hubo una persona que no me vio como una amenaza, venía a diario a visitarme a la cueva en la que me habían confinado, venía y hablabamos, me tocaba y me preguntaba muchas cosas, y fue un día me preguntó algo:

- por que los dejas hacerte daño?
- por que no quiero lastimarlos, son seres débiles y fragiles, no me perdonaría si los lastimara.
- te mereces un paraíso por tu gran corazón
- gracias
- mmmm... Y si yo te liberará?, después de todo nadie viene aqui más que yo y así si te libero ya no sufrirás, y podrás volver a viajar y conocer.
- y por que harías algo como eso, eso no te volvería un traído de tu pueblo, de tu gente.
- si, pero para ellos soy solo un desperdicio, además de que tú me gustas, y quiero que seas feliz.
Así que ya lo decidí, te liberare, y haci serás feliz.

(Se acercó a mí y me comenzó a desatar, a quitarme las cadenas, y las estacas de madera que me atravesaban)

Cuando me libero, estaba tan feliz que lo único que pude hacer fue ir y darle un abrazo y le dió un tierno beso y le dije:
- ven con migo, así ambos seremos felices
- (sonrojarse) claro que sí, si puedo estar con Tigo haré cualquier cosa. (Abrasar)

Tras esa decisión nos fuimos comenzamos una vida de aventuras, y alegrias, no nos faltaba nada éramos felices, un día me contó que poseía unas "habilidades", y que gracias a eso siempre pudo cuidarse.

Le dije que me mostrará, podía elevar todo tipo de cosas en los aires, podía crear fuego, controlar el agua, hacer crecer más rápido las plantas, podía hacer tantas cosas, pero no me importaba cuantas cosas pudiese hacer lo único que me importaba era que estuviéramos juntos, así siempre sería feliz.

Pero un día me pregunte que cuanto tiempo ya había pasado, decidí volver a ese pueblo y Vi que este era más grande, la ropa que usaban había cambiado, ya no reconocía nada, los hombres que una vez me habían atrapado ya no existían, visite un lugar apartado del pueblo al que algunos aldeanos visitaban, y reconoci un nombre que estaba escrito en una figura de piedra, y vi muchos otros a su alrededor.

Entendí que todos habían ya muerto, hace mucho y decidí volver y cuando llegue le pregunté de que por que no había envejecido nada?, Comenzó a contarme su historia:

- yo soy alguien similar a ti, he aprendido y crecido como uno de ellos, humanos, yo poseo habilidades, que los humanos no poseen, todos me temieron, exepto una mujer que me protegió de todos...

No recuerdo cómo es que fui creado, solo recuerdo que una mujer me encontró, me crío, ella descubrió mis habilidades y me ayudó a controlarlas, me dijo que jamás usará mis habilidades encontrá de otros, por que me cazarían, me lastimarian, y me sapararian de ella, los años pasaron como una brisa suave, y Vi que ella empezó a envejecer, a diario me comentaba, que cuando ella muriera, se convertirá en un amuleto de protección para mí y que sólo cuando ella muriera yo podría abrir el libro que ella había escrito para mi, y fue así como ella lo había dicho, murió.

Pero a pesar de que no quería dejarla ir no pude evitar su muerte, fue entonces que Vi que ella se transformaba en una joya hermosa, era ella esa joya y entendí que no me abandonaría nunca más.

Cuando me decidí a abrir el libro de mi madre, Vi que ella había escrito mucho hechizos, y no espere mucho para probarlos, comencé a practicar, incansablemente para perfeccionar cada hechizo, y cuando lo logré, me encontré en peligro pues los aldeanos se enteraron de mi, y comenzaron a buscarme, escape cuanto pude, oculte la joya y el libro lo mejor que pude; y fue cuando me atraparon, no quise lastimarlos,  el dolor que me producían fue demasiado, me atormentaban con todo tipo de cantos, pero lo soporte, hasta que un día encontraron el libro de mi madre, y al verlo se lo llevaron al anciano, fue cuando el vino a verme, y saco un libro, no lo pude ver bien y me dijo: