El Pacto

Capitulo II

Los días y las situaciones cambian y más cuando estas acompañado, las responsabilidades aumentan y más cuando estas acompañado por una diabla engreída.

Tres días después del pacto.

Nick y Samantha se encontraban comprando comida y otros utensilios. De repente Samantha se quedó parada en uno de los pasillos menos imaginables, mirando fijamente un peluche, Nick se acerca y dice – ¿qué hace un demonio temible como tú en el pasillo de juguetes? – a lo que Samantha con ira lo golpea con el codo en el estómago haciendo que él tosa y tenga que acuclillarse, y ella sigue mirando el peluche. El joven mira el peluche que para él es aterrador, pues no era un peluche normal, era un pequeño monstrico qué, aunque no era del todo feo sí le causaría a más de uno pesadillas. Nick tomó el peluche – si quieres el monstrico éste, te lo compro – ella movió su cara y dijo – no necesito nada de ti gusano – él volvió a poner el peluche en su estantería y dijo – ok – ella miró otra vez el peluche y en sus ojos se veía el deseo de tenerlo, él tomo el peluche y lo hecho en el carrito de compras, - no lo compro para ti, sólo me gusto y quiero llevármelo – ella le contestó – si tanto lo deseas adelante –

Siguieron comprando las cosas, hasta que llegaron a la caja para pagar, la cajera miró fijamente a Nick y se mordió el labio, se le notó demasiado el deseo carnal. Él la miro extrañado, pasó todas las cosas y pagó, echó unas monedas para el empacador, en ese instante la muchacha le cogió la mano. Él siguió como si nada, pero estaba realmente sorprendido pues nunca le había pasado nada igual, miró el papel que la cajera le había pasado en el momento en el que le tomó la mano, y vio un número de teléfono. Samantha lo miró y dijo – no es que te hayas hecho más lindo, es por mi esencia, soy una súcubo – él la miro fijamente, la tomó por los hombros dejando caer las tres bolsas de lo que habían comprado y dijo – ósea que no les gusto yo, si no tú.

Ella le quitó las manos de sus hombros y dijo – tampoco es que les guste yo, les atraes sexualmente por que tu sangre se mezcló con la mía – en eso una naranja se fue rodando hasta los pies de Diana, una chica hermosa, blanca como la nieve, de ojos azules, rubia como los rayos del sol, y para terminar de completar es sobrina de la prima de Nick. Él la miro y titubeó – Diana, ¿qué haces aquí?, ¡como haz crecido! –

Ella sonrió, se movió el pelo detrás de su oreja y dijo – tío – y corrió a abrazarlo, Samantha vio esto, se sorprendió y dijo – ¿es tu sobrina? – Diana miró a Samantha, le tomó la mano y dijo – mucho gusto, no creí que mi tío ya tuviese mujer, soy sobrina en segundo grado. – Samantha la soltó y dijo - ¿¡Qué!?... jamás seria mujer de este gusano infeliz y tampoco creería que eres su sobrina, así sea en segundo grado. Eres muy hermosa para pertenecer a la familia de este imbécil. –

-¡Ah!, lo siento, fue mi error, pero a lo que respecta de que si somos familia, Sí lo somos, sólo que mi genética es más parecida a la de mi madre, ella es todo un ángel -

Samantha pujó, y dijo – tranquila, te disculpó, ojalá no me vuelvan a confundir con la mujer de este idiota. – Nick recogió las bolsas y se despidió de Diana a lo que ella dijo – te vine buscar, mi madre dijo ¿que si podía quedarme unos días contigo? mientras buscó un apartamento donde quedarme. – Nick volvió a soltar las bolsas y dijo - ¿¡Qué!? –

Y así fue como termino llevando a su sobrina a su apartamento junto con Samantha, un demonio. Al entrar al apartamento, Diana preguntó lo más obvio – si ustedes no tienen nada, ¿Por qué viven juntos? –

Nick y Samantha se miraron a los ojos, Nick comenzó a titubear pues no sabía que responder, entonces Samantha respiró hondo – es una larga historia, pero tu tío decidió darme posada, mientras me acomodo como tú, solo llevo tres días aquí – Diana se sorprendió, tomo las manos de Samantha – vaya, lo siento por meterme en asuntos que no son de mi incumbencia, pero veo que mi tío es una buena persona después de todo, tenía miedo al venir y estar a solas con él, no es que lo odie ni nada parecido, pero él es, cómo decirlo, rarito. Solo se la pasa jugando videojuegos, en la universidad dicen que mantiene solo, en su trabajo de medio tiempo no tiene amigos, y pues todo eso me hacía dudar de querer venir a quedarme por unos días. Pero al estar acompañada de otra chica me siento más aliviada y de alguien que se ve buena persona, mejor, así que llevémonos bien, ¿sí?

Nick suspiró, la tristeza recorría su rostro como la lluvia en las ventanas, sólo pensaba “hasta mi familia me ve como un ser despreciable”, Diana miró a su tío y dijo – lo siento por dudar de ti, debí creerle a mi madre, es la única que habla bien de ti –




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