El Pacto

Capitulo VIII

- Santa cena, bendecida en honor a nuestro dios, ¡Asmodeo!, ¡Asmodeo!, ¡Asmodeo! - gritaba una multitud de paganos entre los cuales se encontraba Baphomet, acompañado por Arfaxat, un brujo persa, semihumano. Éste miró a Baphomet y dijo – ¿no te sorprenden los humanos? son capaces de adorar a cualquiera, con tal de que le digas lo que quieren escuchar – Baphomet sonrió – siempre me sorprenden, desde los que engañan a su misma especie para conseguir lo que quieren, hasta los que creen sin cuestionar nada – En eso entraron cuatro hombres cargando una joven de aproximados doce a trece años, la tiraron en una mesa con unos símbolos extraños, uno de los hombres que estaba entre la multitud gritaba – no, no, a mi hija no – lo tomaron y lo arrodillaron para que viera todo lo que le iban hacer a su hija. A la chica la abrieron de piernas, mientras dos hombres le agarraban las manos, otros dos las piernas, mientras el supuesto gran sacerdote la violaba, Baphomet se asqueó, mientras miraba la brutal escena, queriendo hacer algo para detener la atroz escena, Arfaxat lo detuvo y dijo – si vas en contra de esto, te consideraré mi enemigo, no debemos involucrarnos en asuntos humanos, aunque yo sea semihumano, lo que hacen ellos me da repugnancia, y así supuestamente adoran a mi señor Asmodeo. Pero creo que no se dan cuenta que para él sólo son hormigas en una granja. – Baphomet dijo – qué clase de hombre es Asmodeo -, - ya lo verás -.

La adolecente gritaba y gritaba, mientras los hombres se turnaban para violarla, en ese instante cayeron como veinte de los hombres muertos, pero sus almas no fueron a los otros reinos donde debían ir, si no que fueron adsorbidas por un hombre, de hermoso parecer, éste hombre tomó a la adolecente y le cortó el cuello como a una gallina, miró al padre que se encontraba llorando. Asmodeo lo siguió mirando - ¿Cuándo tu violaste a las otras adolecentes te sentiste culpable? – El padre de la recién muerta dijo – eres el diablo – Asmodeo se enfureció y mató a muchos de los que estaban ahí, miró fijamente al hombre y como una bestia dijo – no me confundas con ese débil ser, yo soy la tentación hecha dios, soy el primero y el ultimo de la creación del padre, mis actos son justicia – el hombre miró con ira a Asmodeo y con la poca fuerza que tenía – aquí no hay justicia solo son atrocidades – Asmodeo sonrió, tomo del pelo al hombre, lo acostó contra la mesa y lo empezó a violar mientras le desgarraba la piel de la espalda como una bestia, y hacia como un toro, el hombre sangraba por el ano, Baphomet se asustó al ver tal acto y quería huir, pero la presencia de Asmodeo lo mantenía ahí. Luego de que Asmodeo matara al hombre, dijo a todos sus seguidores – esto es justicia – luego sopló y los que se encontraban enfermos sanaron. Después limpió sus manos y se dirigió ante Baphomet, le dio la mano; aun Baphomet temblaba, - bueno chico ¿dime a lo que has venido? – Baphomet titubeó - a entregarte la piedra filosofar de parte de Emma-O -, - ¡ah claro!, Emma-O quiere que libere su poder sin liberar a Abbadon, será un trabajo difícil – Baphomet iba a entregarle el trozo de la piedra, cuando interrumpió la policía – quietos, levanten las manos – algunos de los hombres pertenecientes a la secta, sacaron armas y empezó una balacera, Asmodeo se divertía al ver los cuerpos de sus seguidores caer, soplaba y ellos se volvían a levantar, y él se carcajeaba al verlos morir una y otra vez; Baphomet fue herido por la balas, Arfaxat lo jaló lanzándolo contra una columna para protegerlo, lo miró y dijo – para ser un demonio puro eres muy débil – Baphomet se encontraba gravemente herido, - morir asesinado por un humano seria lo peor ¿no lo crees? – Arfaxat se levantó en medio de los hombres de la secta y lanzó un hechizo, le gritó a Asmodeo - es hora de retirarnos mi señor, esto los segará por unos segundos – Asmodeo tomó a Baphomet y Arfaxat, los cargó y salió a gran velocidad por la puerta trasera. Ya bien lejos de la escena del crimen, Baphomet mal herido le preguntó – ¿los vas a dejar morir?, son tus siervos – Asmodeo carcajeó – ¿siervos?, son peores que eso, solo son insectos – decía mientras se reía cruelmente, Baphomet ya casi en sus últimos momentos lo miró y escupiendo sangre – ahora entiendo porque te echaron del cielo – Asmodeo se enfureció, tomó del cuello a Baphomet – a mí nadie me echó, yo decidí por mí mismo abandonar ese lugar, ¿crees que es divertido tener que aguantar mi deseo de violar a esas hermosas ángeles?, mensajeras del señor, ¿para que las creo tan lindas?, si no pueden ser tocadas, mantener tan perfecta obra virgen es un desperdicio, pregúntele a Eva, ella prefirió comer del fruto de la ciencia del bien y el mal, yo la tenté, hice que además que la historia marcara a Samael como el culpable, él sólo tomó el nombre de Satanás para él mismo, eso nos representaba a todos los demonios como enemigos de Dios, era nuestra marca de referencia, una igual a la que Caín llevó, como desobediente de la palabra de Dios, no fue tanto por que matara Abel, el pobre Abel murió virgen, ¿es muy triste no lo crees Baphomet? – Asmodeo soltó a Baphomet, a éste le costaba respirar, y Asmodeo continuo hablando – Samael se fue en contra de Dios por envidia, celos, el pobre quería ser como Dios, en vez de querer ser más que Dios, como yo, teniendo el poder ¿por qué no dominar estas criaturas que el mismo Samael llamó como inferiores?, él solo fue ingenuo, yo por otra parte disfrutó de estar libre por el mundo, como mi propio dios, ¿Quién crees que les ha ensañado ciencias ocultas al hombre?, el ser humano por sí mismo en su naturaleza es malvado, yo sólo les ayudé dándoles idea de cómo disfrutar haciéndolo, sus corazones deseaban el mal, yo sólo les di un empujón. Aún no entiendo ¿por qué Emma-O quiere adueñarse del infierno?, pero mientras aniquile a Samael y a Lilith quien me rechazó todo está bien, yo lo apoyaré. Ahora por favor Baphomet dame el trozo de la piedra filosofar – Baphomet se tocó por todos lados, observó con temor a Asmodeo y susurró – no la tengo, la debí perderla en medio de la balacera – Asmodeo lo levantó, lo sacudió, lo esculcó y no encontró el trozo de piedra; gritó y mató a Baphomet con varios golpes a la cabeza, ya muerto seguía pateándolo, una y otra vez, hasta que el rostro de Baphomet quedó irreconocible.




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