El Pacto

Capitulo XIII

Hades se reunió con Kaira a las sombras del Everest, Kaira venia acompañada de varios de sus soldados rebeldes, mientras Hades solo venía con Aarón un mago griego humano. Kaira con despreció miró a Hades - ¿a qué debo tu deshonrosa reunión? – Hades sonrió – solo deseamos darte lo que deseas, el reino de tu padre – Kaira sonrió e hizo una señal y sus tropas empezaron a atacar, Aarón levantó sus manos y de la nieve salieron gigantes de hielo y empezaron a batallar con las tropas de Kaira, Hades miró a Kaira y dijo – y esto lo hace un humano de mi ejército, ya vas viendo, como somos de poderosos - Kaira detuvo las tropas y dijo – pero hay algo más que deseo -, - ¿y eso es? – Kaira sonrió…

Nick y Samantha estaban sentados en el balcón pensando, en como saldrían de aquel problema; Diana se les acercó – hay que hacer una reunión, una pequeña comida o algo así, para despedir a mi madre –Nick volteó y miró a Dina – sí, sería estupendo, reunirnos entre nosotros, prepararle una comida, en especial su favorita, tal vez darle también algo de recuerdo, ¿no lo crees? – Diana asintió, Samantha se levantó del asiento, tomó a Diana de las manos, miró a Nick – luego miraremos que haremos nosotros, por ahora hagamos una gran cena para que Karla nunca se olvide de este día -.

Samantha y Diana salieron a comprar unas cosas acompañadas de Sandra que quiso ir a ayudar, Nick se llevó a Karla a distraerla, lo primero que hizo fue llevarla a los lugares más tranquilos de la ciudad para sentarse a comer un helado y hablar con él; Los dos estaban sentados en un parque, mirando como las palomas comían maicitos que la gente les echaba, Karla miraba a las palomitas y sonreía, Nick se alegró al ver aquella sonrisa, él se movió suavemente poniendo su cabeza sobre el hombro de ella y dijo – te acuerdas de esa noche en que nos escapamos de la casa, porque queríamos ver a los cuenteros – Karla sonrió – sí, la recuerdo, ese día estábamos castigados y aun así desobedecimos lo que tu tío nos dijo – volvió a sonreír – además esa noche tú me regalaste un anillo y me dijiste que lo guardara que ese sería el recuerdo de que siempre seriamos familia – Nick vio a lo lejos como el viento tomó una curva extraña, pensó que se trataba de algún demonio, se atemorizo por un momento, luego apretó su collar pensando - que si se veía forzado a usarla, lo haría -; Karla le tomó la mano y dijo – cálmate no es nada malo – en eso apareció un anciano de hermoso parecer, se acercó a Karla y dijo – tiempo sin verte, señorita – Karla lo miró - ¿Cómo sabias que está aquí? – el anciano volteó a mirar a Nick, vio en sus ojos una oscuridad que trataba de adueñarse de él y sonrió – así que es él, tanto tiempo buscándolo, le coloco sus manos en el rostro, Nick no podía moverse, Karla manoteó a Orias – aun no es tiempo – aquel anciano miró a Karla – sabes muy bien lo que pasara, si él está del lado equivocado, desde que lo conociste, te diste cuenta de que él es el heredero de aquella misión, el único descendiente directo del caos que conlleva al orden, y ya que por fin aquel ha despertado, te arrepientes de llevarlo ante Flaga IV – Nick miró lo ojos de Karla y notó que en ellos se veía tristeza, Karla le dijo a Orias – sabes como yo, que Flaga IV lo matará – Orias miró con firmeza a Karla – es parte de su misión, con su alma podremos revivir y traer junto a él el Ragnarök para humanos y demonios; todo el mal caerá, solo brillara el nuevo amanecer de justicia – Karla tocó la mejilla de Nick y le dijo – ¡corre!, si caes en manos de ellos será peor que caer con los enemigos de tu suegro – Karla empujó a Orias – yo estaré bien Nick – mientras el llanto recorría su rostro, Nick se cayó del asiento, Orias golpeó en el pecho a Karla deteniéndole su corazón, el cuerpo de ella cayó al suelo con una mirada arrepentida, Nick se soltó en sollozo que lo conllevo a ira; su corazón ardía, sus ojos fueron cegados por el enojo, se levantó fue invadido por una aura roja sangre, miró a Orias y dijo – te matare aquí mismo – Orias sonrió - el poder que tanto tiempo anhele, para traer de vuelta a mi señor, hoy está frente a mí – Nick gritó, el cielo se nublo, empezó a llover, las gotas caían sobre Nick y se evaporaban, Orias vio aquella maravilla y seguía sonriendo, Nick se airó más, atacó sin pensarlo, los golpes eran fácilmente esquivados por aquel anciano, Nick se frustro, Miró al anciano y se lanzó contra él, aquel anciano movió su mano rápidamente y sin la necesidad de tocar a Nick lo golpeó mandándolo contra un árbol y rompiéndolo en el proceso, Nick se fijó a su alrededor, la gente estaba congelada, las gotas de agua tampoco se estaban moviendo, él se levantó del suelo, tocó las gotas, miró a Orias, - ¿qué fue lo que hiciste? – Orias sonrió – dimensión de espejo – Nick escupió sangre, algunos de sus huesos estaban rotos, su aura roja sangre estaba desapareciendo, tomó su reliquia y cuando iba escupir en ella, cayó inconsciente en el suelo.




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