Capítulo 21

Por la mañana me levanto radiante. Una sonrisa de oreja a oreja se plasma en rostro cuando llego a la biblioteca para ver a Dante

   - Me parece que alguien está de buen humor hoy. - está sentado en nuestra mesa habitual de estudio con los brazos cruzados sobre su pecho y las cejas levantadas- ¿Puedo saber a qué se debe tal entusiasmo?

 En un borrón de palabras breves le relato la visita de Violet y la tan esperada noticia.  Mis manos tiemblan por el anhelo de tocarlo. De sentir a Orion. De besarlo.

 - Es un alivio - dice Dante - Pero no debes ignorar que es si se encuentran o incluso, èl en su desesperación por verte, cometa el error de olvidar el peligro que los rodea.

 "Eso temo" Porque si Orion se siente igual de ansioso por verme como yo a èl, la probabilidad de encontrar una manera de vernos, incluso la mas minima, puede ser peligrosa.

   - Lo sè - suspiro - Solo me alegra saber que se encuentra bien. Eso es todo lo que necesitaba escuchar

 Dante se sienta derecho en la silla. Y coloca sus manos juntas por encima de la mesa

   - En otras noticias...¿Què tema de gustaria tocar hoy? - señala el libro que llevo en la mano

   Lo miro de reojo y una sonrisa pícara se forma en mis labios. He estado leyendo sobre un hechizo capaz de crear un reflejo sobre ti, una ilusión de las apariencias de las demás personas. En resumen, es capaz de transformarte en otra persona, no solo su apariencia y voz sino su esencia en general. "Sería un arma muy poderosa"

 Abro la boca para decirle a Dante mis intenciones pero me pongo tensa.Mi respiración se entrecorta.  

   - Alguien viene - Siento sus energías subiendo las escaleras, energías que lanzan pequeñas ondas de poder. - Son dos

 Rápidamente me pongo el guante que tenía en el bolsillo trasero del pantalón. Voy hacia la mesa rápidamente y tomo asiento. Dante dirige su mirada a la entrada de la biblioteca y entrecierra los ojos al tiempo que escucho pasos que se acercan a nosotros. Abro el libro en una página cualquiera y simulo que estoy leyendo. 

   - ¿Se les ofrece algo caballeros? - la voz de Dante es dura y sin rastro de emoción.

 Por el rabillo del ojo veo dos figuras masculinas vestidas con armaduras negras y capas verdes. "El color de Adda" Lo sè porque Dante me había explicado que el color verde representaba al líder del aquelarre y simbolizaba que su poder crecía como crecen los pastos y la naturaleza. Algo imparable e invencible. "Invencible mis polainas" 

   - La líder Adda solicita la presencia de tu aprendiz - me pongo tensa - Ahora. - su tono no admite discusión y por la expresión de Dante sè que èl tampoco puede hacer nada. 

 Me paro y le doy una mirada antes de seguirlos. Pero su voz me detiene en seco

   - Espera - Dante se levanta y estira su mano entregándome un papel - Dale esto a Adda de mi parte - su expresión es seria. 

 Yo asiento y me doy la vuelta. Dante aprovecha y acerca su boca a mi oído

   - Mantén la cabeza en alto  - dice tan bajo que tengo que hacer un esfuerzo por comprenderlo.

 Sus palabras me dan valor y levantó el mentón.

 Hacemos el tramo a través de las escaleras y seguimos los sigo por pasillos que desconozco. El trayecto es silencioso e incómodo. Me pregunto què querrá la anciana odiosa. Después de lo que le hizo a Violet y todo lo que Dante me ha contado sobre ella y su aquelarre, presiento que no podre tratarla con el sumo respeto que espera recibir.

 Los guardias se detienen en una puerta de aproximadamente dos metros de alto, hecha de madera, con símbolos antiguos tallados por toda su circunferencia y  bordes brillando con incrustaciones de jade. 

 Ellos me señalan un pequeño sillón de color crema, puesto a un lado de la puerta. Frunzo el ceño 

   -¿No se supone que iba a ver a Adda? - mi tono sale más brusco de lo que pretendía y aprieto los dientes cuando se vuelven a verme. Cuida tu tono parecen decir.

   - Nuestra líder está ocupada en este momento - gruñe uno de ellos, el que habló antes - Siéntate y espera su llamado 

 Un instinto me susurra que es mejor obedecer. Los guardias están tensos y parecen listos para forzarme a obedecer si es necesario.

 Camino y resignada todo asiento. Bufo cuando ellos se acomodan a cada lado de la puerta. "Genial, esto es como la espera para el odontólogo". Me pregunto que estara haciendo la anciana...

 Me muerdo el labio y cierro los ojos, llamando a cada sentido como me enseño Dante. Ladeo la cabeza sutilmente y lo que comienza como murmullos incoherente se vuelve una voz gruñona en lo que parece una discusión. Tengo que abstenerme de estremecerme cuando la voz de Adda llega tan clara a mis oídos, como si estuviese a mi lado.

   - Solo te  pido que te unas a mi...o caigas con toda tu manada de pulguientos - parece enojada - Mis amos no tendrán piedad con ustedes - suelta una carcajada que hiela mi sangre - Los destruirán y disfrutare cuando ruegues por tu vida.