Tirso aparece a mi lado mientras me visto para ir a ver a Violet. Las palabras de Orion no pueden quitarse de mi mente y la sensación de que me oculta algo crece a cada segundo. "Necesito respuestas". Bufo. Tal vez todo esto solo sea una pérdida de tiempo. ¿Porque empeñarme en saber algo que nunca recordaré?
Camino por los pasillos hasta llegar a la habitacion de Violet. Cada paso pesa, como tener piedras en mis pies, algo que me tira hacia el piso. Una sensación de frustración me embarga, profunda y sin fin. "¿Porque todo tiene que ser tan complicado?"
Antes de siquiera llegar a tocar la puerta, Violet la abre y me empuja dentro. Su cara es una máscara de emoción y euforia. Comienza a saltar por la habitación
- ¡Oh dios mío! - grita tapándose la boca - ¡Lo hicieron!
Estoy paralizada. ¿Como? Sacudo la cabeza. Violet se explica al ver mi desconcierto:
- Estas rodeada de su esencia - suelta una risa - Los demonios más viejos tienen la habilidad de marcar las cosas que son de su territorio...o en este caso a tì - suspira - Puede que no se haya dado cuenta, pero fue muy imprudente de su parte hacerlo, imaginate si no hubiese sido yo la que lo notara primero.
Me siento palidecer. Lo último que necesito es a Dante o a las demás brujas haciendo preguntas.
- ¿Hay forma de quitarlo? - me froto los ojos. No es como si no lo quisiera, en cierta forma se siente extrañamente confortable saber que me considera como algo suyo. Ronroneo en mi mente. "Eres mio, tambien, demonio"...Pero tener su marca en estos momentos, podría suponer un peligro para ambos.
Violet asiente
- Por supuesto. - se dirige al baño y cuando sale me lanza una toalla - Bañate - levanta las cejas - Y en un par de horas se habrá ido - ladea la cabeza - Pero tendrás que quedarte aquí. No podemos arriesgarnos a que alguien sienta la esencia. Los demonios están prohibidos y el contacto con ellos supone una violación al nuevo gobierno - hace una mueca al referirse a ellos, Los Mayores.
- Pero Dante... se supone que tengo que encontrarme con èl en dos horas por el entrenamiento - frunzo el ceño
- No te preocupes por eso. - hace un gesto restándole importancia - Le diré que no te sientes bien. - bufa - Supongo que tendré que ir a limpiar tu cuarto tambien - me da una sonrisa picara
Me pongo roja y me aclaro la garganta.
- No hace falta - me encojo de hombros - Antes de irse, me explico que envolvió la habitación en una especie de cúpula, para mantener la esencia y los sonidos dentro. - "Debo parecer un tomate"
- Inteligente - ella se rìe - Bien, ve a bañarte, usa mi ropa si quieres - señala a la puerta - Iré a explicarle a Dante. Luego hablaremos de detalles - me guiña un ojo
- Espera - la detengo - El plan, de esta noche, sigue en pie
Sus ojos brillaban emocionados
- Claro que si
Sonrió y ella se va.
~°~
Mientras estoy en la ducha y el agua se desliza por mi cuerpo, caliente y relajadora, puedo percibir la esencia de Orion dejándome de a poco y una sensación de vacío se instala en mi pecho. Cierro los ojos respirando profundamente, recordando y reviviendo las últimas cuatro semanas. La noche en la que comenzó todo esto, mi rabia y dolor por las burlas y la desesperación por ser aceptada. Cuàndo conocí a Orion y sus arrogantes palabras, su intensidad, sus entrenamientos, todo de èl me provoca algo más que una simple atracción física. Con èl puedo ser yo, y no tener miedo a lo que vea o pueda decir. Èl es más que un imán para mi alma, èl es algo mucho, mucho màs. Y no se como explicarlo, pero cuando pienso en èl solo puedo sentir que mi ser se completa, que se relaja y se siente aliviado. Y cuando lo miro, lo siento, lo toco, todo en mi ser grita: Es èl, es èl, es èl. Y siento un tirón invisible, ya sea su niebla o mi energía, no puedo decirlo. Pero si de algo estoy segura es que èl es mi cura. Y no creo poder resistir olvidarlo, incluso aunque no solo sepa.
Me acuerdo cuando conocí a Violet y como casi le arranco la cabeza, también su entrenamiento y cuando se abrió a mi, me contó sus preocupaciones, sus pensamientos y emociones, como comenzó a ser mi única y mejor amiga, el miedo que tenía a abrirme a ella, a contarle mis miedos. Cuando conocí a Tirso, cuando Jeff me confesó la verdad, cuando me hablo de mi madre.
Mi madre Ana...o Lilith. Ya no se quien es ella. Ese dolor vuelve a aparecer. Si algo bueno que puedo rescatar de olvidar, serie olvidar esto. Esta mentira y el sentimiento de traición. Y poder seguir teniendo una ilusión, una en que la madre perfecta que siempre me amo se llama Ana y que murió sin secretos.
~°~
Cuando salgo del baño ya cambiada con el pelo húmedo Violet está esperándome sentada en el borde de la cama. Me hace una seña para que me siente a su lado.