Cobro la conciencia poco a poco, mis sentidos despertando. Muevo las manos y siento la suavidad debajo de mi cuerpo. Mi cabeza palpita. "¿Qué demonios pasó?"
Los recuerdos asaltan mi mente como un balde de agua fría. Abro los ojos. "Orion"
Me levanto y noto que estaba recostada sobre un sofá blanco. Pasó una mano sobre el suave material y por primera vez miro a mi alrededor. Me encuentro en una habitación medianamente grande, cuadrada, con paredes blancas y cortinas azul marino cubriendo una ventana. La puerta se encuentra a unos metros de mi. Frunzo el ceño. "¿Donde estoy?". ¿Donde estan Violet y Dante? ¿Sitael los abra desechado? La sola idea manda descargas de ira por mi cuerpo.
Da igual en donde este.
Me levanto y me dirigo a la entrada, decidida a encontrarlos, cuando la manija se mueve y la puerta se abre completamente. Retrocedo un paso, asombrada.
Un hombre, en sus treintas, con casi dos metros de altura, cabello marrón y hombros anchos, entra a la habitación. El ambiente se siente pesado, como si quitara todo el oxígeno. Exuda poder y energía. Tiene una belleza etérea, con sus rasgos duros y expresión seria. Lleva una armadura en su pecho de color oro y unos pantalones negros con más piezas de armaduras por su cuerpo.
Èl me mira fijamente, sin pestañear. Después de un momento su mirada se suaviza y levanta una mano para ponerla sobre mi cabeza. Podría jurar que la sombra de una sonrisa baila sobre sus labios.
- Emma - su voz es grave y contiene notas de poder. La voz de un líder - Mi hija.
Me congelo y por unos segundo no puedo respirar. Me hago para atrás antes de que note el temblor que me recorre. "Mi padre. Miguel, un arcángel" Mis ojos se llenan de lágrimas. Pero no derramaré ninguna pora èl.
-¿Dondè están mis amigos? - este hombre, este ángel frente a mi, no es el que estuvo conmigo toda mi vida. No me cuido. No protegió a mama cuando vinieron por mì. Ni siquiera le debo preocupar. Aprieto los dientes.
- Están a salvo- frunce el ceño - Emma, si esto es por el demonio que querías traer - mi respiración se corta - Está estrictamente prohibido para un demonio pisar el reino de los cielos y mucho más para un ángel tener contacto con el. - sus ojos brillan
.-Pero tu lo tuviste con mama. - las palabras escapan de mi boca antes de poder detenerlas. Sus ojos se abren ligeramente sorprendidos y luego captó una chispa de dolor en ellos.
- Lilith - su voz se vuelve ronca al mencionarla - Ella siempre fue una excepción.
Apartó la vista de sus ojos cuando estos se vuelven intensos. Suspiro. No quiero tener esta conversación en este momento.
- ¿Donde estoy? - me dirigo a la ventana y muevo las cortinas
- Bienvenida al reino de los cielos - dice Miguel desde la puerta. Hay un poco de orgullo en su tono.
Mi boca cae abierta. Nunca pensé que esto existiera, ni que fueran tan literales las palabras.
El reino de los cielos, es, literalmente, una ciudad en las nubes. Donde se supone que debiera haber suelo hay nubes blancas formando bancos de niebla y puedo visualizar a miles de ángeles caminando sobre ella. Las edificaciones se distribuyen por todos lados. El cielo se alza por encima de mi cabeza, como un interminable lago azul, abarcando hasta donde mi vista alcanza.
Sacudo la cabeza, maravillada y me vuelvo.
-¿ Cómo es posible?
- Creo que la pregunta correcta es: Còmo no lo es. - me hace una seña para que lo siga - Este es el reino de Dios, todo aquí es posible. Recuerdalo, Emma. - seguimos caminando por un pasillo hasta llegar una puerta de unos tres metros de largo. - Hay mucho de lo que hablar. Y sè lo que quieres, y lo que dirás. - me mira - Quedate aqui. Entrena con nosotros. Te protegeremos, a ti y a tus amigos. Prometo usar todo en mi poder para informarte sobre ellos.
Dudos. Pero no tengo elección. Cerrando los ojos, asiento, rogando para no arrepentirme más tarde. Estoy desesperada. Necesito saber de mi demonio. Saber que no está lastimado." O muerto" Un dolor insoportable me atraviesa y descarto ese pensamiento. No puede estarlo.
Miguel abre las puertas y me encuentro en una sala de estar. Con una mesa, sillas, una televisión. Muebles y una cocina con heladera. Miro a la izquierda y veo un pasillo con varias puertas. Mi corazón salta emocionado cuando siento las energías de Dante y Violet provenir de ellas.
Un momento...
- ¿A qué te refieres con que me informaras de ellos? - frunzo el ceño
Miguel va hacia la puerta. Me pregunto dónde estarán sus alas. "Una pregunta para más tarde"
- El demonio - ladea la cabeza - El humano llamado Jeff, el cual esta en buenas manos, he enviado a protegerlo. - cierro los ojos aliviada. - Y - me mira atentamente - Tu madre.
El tiempo se congela. Mi energía se congela. Estoy segura de no estar respirando.
- ¿Què - mi voz sale ronca de emoción
- Lilith está con vida, Emma. Capturada a manos de Lucifer.