CAPITULO I: EL Comienzo.

En el tranquilo bosque de Eldoria, donde los árboles antiguos susurraban secretos al viento, Alara se adentraba con paso ligero. Sus cabellos dorados ondeaban al compás de su andar, y su mirada curiosa exploraba cada rincón en busca de los ingredientes mágicos que necesitaba para sus pociones. La luz del sol filtrándose entre las hojas pintaba el suelo de un verde dorado, creando un escenario mágico para su búsqueda.

De repente, un crujido rompió el silencio del bosque. Alara alzó la mirada y se encontró con unos ojos verdes como esmeraldas que la observaban entre las sombras de los árboles. Un joven apuesto, con cabello oscuro y una sonrisa intrigante, se acercaba a ella con paso seguro.

—Hola, ¿quién eres tú? —preguntó Alara, su voz resonando con una melodía encantadora.

—Soy Aiden —respondió el joven, con una reverencia cortés—. Un viajero en busca de aventuras. Y tú, ¿cómo te llamas?

—Soy Alara, una maga en entrenamiento —dijo ella, con una sonrisa—. ¿Qué te trae a estos bosques?

Aiden explicó cómo había decidido explorar el reino en busca de emociones y descubrimientos, y Alara compartió sus propias razones para vagar por el bosque. A medida que conversaban, descubrieron un vínculo instantáneo entre ellos, como si el destino hubiera conspirado para unir sus caminos en ese momento preciso.

Juntos, continuaron explorando el bosque, compartiendo historias y risas mientras el sol se ponía en el horizonte, pintando el cielo de tonos dorados y rosados. Alara y Aiden sabían que este encuentro era solo el comienzo de una extraordinaria aventura que los llevaría más allá de los límites de su imaginación.