El pañuelo

El nombre

¿Qué podré hacer hoy?
¿Será que lo intento de nuevo?
Está bien, es hora de levantarse y ponerse en marcha...

Daryl, estaba desesperado por encontrar trabajo urgente,  quería aportar en la casa económicamente, como sea; había ido al comisariato, tía, créditos económicos (centros comerciales de Ecuador) y a un sin números de lugares para poder conseguir un puesto de trabajo; pero como el país estaba en quiebra absoluta, se le hace imposible acceder a prestar sus servicios.
Estaba tan desesperado que recordó sus días de cuando era vendedor de bonice, entonces pensó:
-¡Ya sé! Voy a vender bonice en alguna zona cercana.
Como él vendía cosas de picar (pero para días calurosos), decidió ir a hablar con el jefe de la micro empresa de bonice de su zona que le abastecía a él, pero por su mala suerte no estaba. Como era lunes, la esposa del dueño le dijo que volviera al día siguiente, por lo que su esposo había ido a encontrarse con un gerente.

Toda la tarde se quedó pensando sobre si era correcto ir a vender bonice. Como Daryl tenía experiencia vendiendo, se le iba a ser más fácil.

Llegó el martes, era de mañana, él decidió ir a la microempresa para hablar con el dueño; como él solo vivía con su abuela, dos tíos, la esposa de uno de esos dos tíos y tres primos; no había nadie que le pregunte a donde iba o con quien, solo decía ¡ya vengo! Y se iba, claro que no podía demorarse.
Entonces, una vez que llegó a su destino, él hablo con el dueño y le dijo que quería conocer su casa para así poder comenzar al día siguiente.

Y así se hizo, el dueño fue personalmente hasta la casa de Daryl para comprobar que lo que él decía era verdad, y así fue. Entonces dijo que al día siguiente (miércoles) podría comenzar. Daryl se contentó mucho porque iba, aunque sea a trabajar de eso, como él sabía que, si trabajaba y vendía todo el carrito, la ganancia para él era de veinticinco dólares al día.

Hasta que llegó el gran miércoles, justo ese día cuando iba de camino a la microempresa de bonice, se da cuenta que de lejos viene una amiga de él (con cara de preocupación), entonces, se le acerca y comienzan a platicar:
-Daryl necesito ayuda.
-si Hellen, dime ¿Que necesitas?
-dime ¿Tú estas trabajando?
-pues no, pero ahorita iba a vender bonice aunque sea
-chuta, lo que pasa es que necesito a alguien que atienda mi cyber mientras trabajo.
-claro Hellen, dime ¿Quieres que te lo consiga?
-¡No! es que yo quería que trabajes tú, te pagaría veinticinco dólares semanal y solo abrirás un día que otro.
-mmm interesante, dime ¿Me darías el almuerzo?
-sí, ya hable con mi mamá y todo está solucionado.
-está bien, yo trabajare para ti.

Daryl se olvidó de vender bonice y decidió ir al cyber de su amiga. Desde ese día comenzó a trabajar para ella, como él ya había estado trabajando en ese cyber, no tenía nada que preguntarle a la dueña, por lo tanto, Hellen se fue tranquila y sin preocupaciones, por lo que Daryl ya sabía cómo era el trabajo en el cyber.

Y así se mantuvo durante una semana, él era muy social, hablaba con las personas, les hacia un chiste que otro, mantenía ordenado todo en el cyber hasta que un día llega una chica bastante bonita, justo en la semana que él comenzó a trabajar ahí. Él hacía que limpiaba las mesitas de las computadoras solo para verla más de cerca a esa chica que le gustaba mucho.
Cuando a la chica se le acababa el tiempo del uso de la computadora, él aprovechaba esos cortos minutos para hacerle conversa o hacerla reír, le hacía bromas diciéndole que le iba a cobrar el iva, salvaguardas y un poco de impuesto que él se inventaba (la verdad que si hacía sonreír a la chica).
La chica comenzó a ir más seguido al cyber. Era comienzo del mes de noviembre y Daryl sabía que solo iba a estar un mes trabajando ahí, por lo que, en el comienzo de noviembre solo le hablaba, pero no se atrevía a pedirle el facebook; porque, cada vez que se lo iba a pedir, sentía algo extraño dentro de su cuerpo, sentía que el corazón le latía el doble de rápido y que sus manos se ponían heladas.

En ese tonteo, no pudo pedirle el facebook. Por lo cual, requirió más tiempo. La chica llegaba al cyber cerca de las 19:15, Daryl ya sabía a qué hora llegaba, así paso dos semanas, que ni el nombre de ella lo sabía. Un día de esos, un amigo de él llega a visitarlo y se sienta justo al lado de la chica que le gustaba, como él era chistoso igual que Daryl, comenzaron a hablar con la chica. De tanto hablar con ella, llego el punto que Daryl dijo:
-Niña, ya se le acaba el tiempo ¿va a pedir más?
y ella sonriendo le dijo:
-¡pero si yo nunca pido tiempo!
Josué, el amigo de Daryl comento:
-¡oye ya déjala a Cynthia que es mi amiga!
-jajajaja... ¿y cómo la conoces que no me la presentas?
-nnaaa... es mentira, vi su nombre ahí en su facebook.
-bbuuu ¡ándate! que me haces emocionar. -Cynthia solo se reía de las payasadas que hacían y hablaban ellos dos-
-si yo ya llevo más de un mes que quería saber su nombre y casi me sorprendes- dijo Daryl
-jajaja caíste- respondió Josué.




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