Se habían cambiado y Jungkook fue el último en llegar a la sala donde ya se encontraban todos acomodados en el sofá. Quiso leer el ambiente y viendo a su mejor amigo cohibido al lado de los mayores, supo que necesitaba su ayuda. Preparo la mejor sonrisa y se acercó a los demás.
— Yoongi —hablo primero, sin ni siquiera observar a los mayores— Tienes cara de estreñimiento ¿Todo bien? —pregunto sentándose al lado del pálido.
— ¡Idiota! —el pelinegro empujo al más alto al este recostarse encima suyo— Acomódate en tu lugar.
Aquello se convirtió en una lucha divertida por tratar de poner a Jungkook a su lado y realmente se enfrascaron en su pequeña burbuja de amistad, ignorando totalmente a los mayores, como estos hacían antes de que Jungkook bajara. Aquello aliviano el ambiente, porque Yoongi ya se encontraba más tranquilo.
Las miradas curiosas de los mayores fueron lo que sorprendió al pelinegro. ¿Por qué lo miraban como si de un fantasma se tratará?
— Nunca había escuchado a Yoon riendo de esa manera —Hoseok comento pensativo.
— ¡Es cierto! —Jimin hablo feliz— Ya ves porque decía que Jungkook era un buen muchacho.
— Pero si me dijiste que era un mujeriego —el castaño miro confundido a Jimin.
— ¿Mujeriego? —Jungkook pregunto desconcertado.
— ¿Quieres callarte? —el rubio tapo la boca de su amigo y sonrió con inocencia mirando a los menores— No le hagan caso —hablo sonriendo con vergüenza.
— Que sepan que ya no soy un mujeriego —el pelinegro hablo con seriedad— He decidido cambiar.
— Un mujeriego no cambia, Kook —Yoongi hablo con simpleza.
— ¿De qué lado estas? ¡Apóyame un poco! —hablo empujando al pelinegro— Como decía —suspiro luego de acomodarse en su sitio— He decidido cambiar y enfocarme en una sola cosa.
Jungkook pensaba que estaba siendo tomado enserio, pero fue recibido por las fuertes carcajadas de los mayores. Observándolos con curiosidad y sintiéndose demasiado avergonzado, sonrió a medias, acomodándose al lado de Yoongi.
Se le habían quitado las ganas de hablar.
— ¿Cómo es que un bebé como tu es un mujeriego? —Hoseok pregunto luego de calmar su risa— Si son unos bebés ¿Los escuchaste, Minie?
— Hace mucho no reía de esta manera, gracias Jungkook —el rubio hablo limpiándose las lágrimas, producto de la risa.
— Si, como sea —Yoongi respondió por su amigo, girando los ojos.
Aquello había generado un gran silencio entre todos. La película había iniciado y se habían acabado dos pizzas. Para ser viernes en la noche, no la estaban pasando tan bien como esperaban.
— Psss —Jungkook susurro— Pss Yoongi... —el pelinegro intentaba llamar la atención de su mejor amigo.
— ¿Qué quieres? —pregunto Yoongi con expresión confundida.
— Creí que buscarías la manera de hablar con Hoseok hyung —hablo cerca del rostro del pálido.
— No entiendo de qué hablas —respondió susurrando.
— No has hablado con hyung desde que comimos pizza ¿Cómo piensas confesarte de esa manera? —pregunto queriendo reírse de su amigo.
— ¿Qué tanto murmuran?
Un castaño se encontraba sentado detrás de los menores, quienes se quedaron congelados ante la presencia del mayor.
— ¡Mierda! —Jungkook grito poniendo la mano en su pecho— ¿En qué momento se hizo detrás de nosotros?
— No a las malas palabras —Hoseok le dio un golpe suave en la cabeza del menor— Ya es tarde, hora de a dormir —aviso mientras apuntaba hacia un rubio, quien se encontraba dormido en el sofá— Llevaré a Jimin a la cama, ustedes también vayan a dormir.
Sin responder nada, Yoongi se quedó observando a su padre, quien estaba siendo cargado por su hyung. Aquella mirada cargada de tristeza, no pasó desapercibida por Jungkook. Suspirando paso su brazo por el hombro de su mejor amigo y abandonaron la sala, dirigiéndose a la habitación del pálido.
— ¿Ya ves porque no puedo confesarme? —pregunto el más bajo apenas ingresaron a la habitación.
— No —Jungkook respondió mientras se quitaba la camisa— Si apenas te acercaste a él ¿Cómo esperas confesarte?
— ¿Dormirás así?
— Sabes que duermo sin camisa —dijo mirando a su amigo con una sonrisa.
— Quisiera ser como tú y salir con cualquier chico —Yoongi suspiro mientras se tiraba boca arriba en la cama— Así no tendría que preocuparme por ser correspondido. Todo sería más fácil.
— Tiene sus ventajas —Jungkook pensó por un momento— No creas que siempre es increíble salir con una y otra. Además, contando con que ni sabes mentir —intento burlarse del pálido.
— No bromees —Yoongi lanzo una almohada al rostro del pelinegro.
— Además tampoco has hablado mucho con tu padre —Jungkook tomo la almohada del suelo y se recostó al lado de Yoongi— Debes tener la iniciativa, acercarte un poco a tu padre. Quizá de esa manera puedes saber si sucede algo entre él y Hoseok hyung.
— Mañana lo intentaré —respondió decidido mientras bostezaba a causa del sueño.
— Así se habla.
Jungkook dirigió su mano hacia el cabello de su amigo, acariciándolo suavemente y lo hacía porque sabía que este no reaccionaria, estaba adormilado y eso lo volvía un poco menos agresivo de lo que solía ser siempre. En ese momento se dio cuenta, que, aunque los Park no se parecían físicamente, los dos eran malditamente tiernos.
Un suspiro se escapó de sus labios y es que había sido un día demasiado inusual. Jimin le doblaba la edad y era el papá de su mejor amigo, pero sentía una fuerte atracción hacía el mayor. Es cierto que nunca había estado interesado por los hombres, pero tampoco le disgustaba la idea de salir con un chico. Nunca había dudado de su sexualidad y también respetaba los diferentes gustos de las demás personas ajenas a su círculo de amistad. Sus padres tampoco tenían problemas con el tema de la homosexualidad, después de todo su tío favorito y único, a ser verdad, era homosexual y tenía pareja, quien le agradaba bastante y le habían enseñado que en el amor no importaba la diferencia de edad.