El papá de mi mejor amigo ✿❀ Kookmin (finalizada)

Confesión

 

— Hyung, yo quisiera decirte algo que he querido desde hace un tiempo...

Yoongi se encontraba en el asiento del copiloto, con Hoseok conduciendo hacia su academia de música. ¿Nervioso? Por supuesto, sus manos sudaban a horrores y aunque se sentía aterrado por la respuesta de su hyung, no podía dejar pasar la oportunidad.

— Dime, gatito —el mayor respondió aún con su mirada al frente.

¿Cómo si quiera pensaba confesarse, si no tenía ni idea de cómo iniciar? Yoongi siempre fue un niño demasiado callado y frio, aunque su padre lo haya criado con amor y exceso de cariño, el nunca logro poder expresarse de esa manera y no es que no quisiera, solo que no se sentía capaz de hacerlo o simplemente le aterraba la idea de no ser correspondido.

Así como le sucedía con Hoseok hyung.

— A-Amm como debería empezar —murmuro.

— ¿Es algo malo? —pregunto el castaño.

El menor negó repetidas veces con su cabeza, causando la risa de Hoseok.

— ¿Tú qué piensas sobre mí? —pregunto avergonzado hasta más no poder.

— Qué eres demasiado tierno, gatito —respondió sin pensarlo.

— No me refiero a eso, hyung —se quejó.

— Entonces debes ser más claro —respondió sonriendo— Así hyung te entenderá mejor.

— Qué dirías si yo te dijera que me gustas...

Hoseok se quedó en silencio y como pudo parqueo el auto cerca del instituto de música del menor— Diría que también me gustas.

— ¿Enserio? —Yoongi abrió los ojos con ilusión.

¿Le gustaba a su hyung? Aquello lo había sorprendido demasiado. Sonrió en grande ante la respuesta y no pudo evitar sentirse avergonzado. Sus mejillas se incendiaron en un rosa hermoso y giro hacia el mayor, quien lo observaba un poco confundido.

— Claro que sí, gatito. Eres como un hijo para mí, yo fui el segundo en cargarte —suspiro recordando aquel momento— Luego de tu padre, claro. Eras una bolita de grasa redondita y tierna, ahora ya tienes 18 años y no puedo creer que seas ya un adolescente.

Aquello hizo que la sonrisa de Yoongi se esfumara. Entonces su hyung no le había entendido su pregunta, pensó. Sus mejillas aún seguían sonrojadas, pero aún seguía teniendo una oportunidad de confesarse, porque el solo quería sacar esos sentimientos que tenía guardados por el mayor desde hace mucho tiempo— Hyung, déjame decirlo de otra manera —hablo mirando hacia el frente.

La posibilidad de ser rechazado era alta, ya lo había hablado con Jungkook la noche anterior, pero no quería seguir ocultando lo que sentía. Lleno de aire sus pulmones y lo soltó de manera lenta, girándose hacia Hoseok en ese instante.

— ¿De otra manera?

— Me gustas, Hoseok hyung —hablaron casi al mismo tiempo— No me gustas porque te conozco de toda mi vida, me gustas porque para mí eres el hombre más atractivo e interesante del mundo. Me gusta escuchar tu risa, porque es hermosa y contagiosa, me gusta cuando hablas sobre tu trabajo en la academia de baile, hablas con una felicidad en el rostro que me hace sentir abrumado —el menor mordió sus labios por unos segundos— Me gusta cuando despeinas mi cabello, cuando me llamas gatito, tu sola presencia en mi vida... Me gusta.

— Yoongi —el castaño observaba al menor con asombro.

— M-Me gustas tanto, hyung... Que creo que, si continúo ocultándolo, no podre más.

Lo había dicho. Por fin había sacado de su pecho aquellos sentimientos y se sentía tremendamente agotado, como si hubiera corrido una maratón, pero no dolía su cuerpo, sino su pecho. Porque sabía perfectamente cuál sería la respuesta de su hyung. Sabía que era algo unilateral. Yoongi no era correspondido.

Por otro lado, Hoseok permanecía en silencio, casi que tratando de procesar la confesión de menor. Quizá se preguntaba cuando habían surgido esos sentimientos ¿Cómo era posible que el menor gustara de él?

El ambiente que los rodeaba empezó a volverse tenso, todo empezaba a sentirse extraño.

— ¿Tu padre sabe sobre estos sentimientos?

El corazón de Yoongi quiso detenerse en ese momento. ¿Qué tenía que ver su padre en todo esto? Los ojos del pelinegro se cristalizaron y bajo la mirada, negando ante la pregunta de Hoseok— N-No lo sabe.

— Bien —murmuro el castaño— Tú eres un chico estupendo, Yoongi y no lo digo porque te he visto crecer y he visto cada faceta que has tenido hasta el día de hoy. Eres talentoso, inteligente, hermoso y un sinfín de cualidades más. No es adecuado.

Hoseok trago grueso.

Y antes de que el mayor pudiera continuar hablando, Yoongi abrió la puerta del auto, pero sus intenciones de huir de la situación, fueron detenidas por el castaño, quien rápidamente lo tomo del brazo, impidiendo que se fuera.

— Eres demasiado importante para mí, Yoongi. Al igual que tu padre, quien es mi mejor amigo —hablo pareciendo desesperado— No es adecuado que sientas esto por alguien que te vio nacer, me haces demasiado feliz con tu confesión, pero no puedo corresponderte.

Eres demasiado importante para mí.

Yoongi tembloroso bajo del auto y cerrando la puerta detrás suyo, camino hacia la academia de manera lenta ¿Qué esperaba? Quizá que Hoseok se bajará del auto y le dijera que no era cierto, que si correspondía a sus sentimientos. Pero simplemente escucho el ruido del motor y el auto se alejó, con eso las lágrimas del menor bajaron.

¿Qué hizo luego de acabar las clases?

Dirigirse a casa, por supuesto.

Su profesor le había preguntado repetidas veces ¿Qué había sucedido? Pero Yoongi no fue capaz de responder ¿Cómo decir en voz alta que había sido rechazado? Simplemente no podía, porque sabía perfectamente que decirlo en voz alta haría que las lágrimas por ser rechazado, nunca se detuvieran.

El domingo se encerró en su habitación todo el día, su padre le llevo el desayuno a la habitación y le ordeno que bajara para almorzar juntos, ya que Hoseok hyung iría a la casa. Aquello no lo hizo sentir mejor, lo hizo sentir demasiada ansiedad, el tener que verlo tan pronto. Quiso convencer a su padre que le permitiera almorzar en su habitación, pero este era difícil de persuadir, por lo que termino almorzando junto a su padre y el castaño, quien lo había rechazado. Yoongi no tuvo intenciones de participar en la conversación entre los dos mayores, tampoco tenía algo para aportar y cuando el castaño quiso saber cómo se encontraba, Yoongi se levantó del asiento, excusándose y yendo nuevamente a su habitación.




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