12

— ¿Qué diablos sucede contigo? —pregunto molesto.

— No entiendo de qué hablas.

Caminaba al lado de su mejor amigo, quien le reclamaba por la escena que vio hace unas horas en el instituto. Luego de no ser capaz de estar escondido en aquel cubículo y de que la sangre le bajara a los pies, al igual que su erección, tuvieron que acomodarse la ropa como pudieron y al salir se encontraron con un Yoongi bastante molesto.

— Si no me lo dice Jackson ¿Sabes quién los habría encontrado? —pregunto sin mirarlo— El director o algún profesor —respondió sin darle tiempo al pelinegro de hablar— ¿Acaso están saliendo? —pregunto deteniéndose y girándose, quedando frente a frente.

— Yoon —suspiro— No estamos saliendo, casi ni lo conozco. No seas exagerado.

— ¿Amigos con derecho?

— No ¿De qué hablas? —pregunto irritado— Nada de eso, solo ocurrió. Él se ofreció desde un inicio. No me gusta, no le gusto, punto.

— Me debes una —hablo apuntándolo.

Jungkook giro los ojos ante la actitud de su mejor amigo— Como digas.

— Además creí que te gustaba Jiho —murmuro con decepción.

No podía negar que se sentía extraño por aquel comentario, porque no se quería imaginar qué diría Yoongi cuando descubriera que eso era mentira, no existía ningún Jiho y quien lo había hecho dudar de su sexualidad era nada más que el señor Park. Quizá lo había arruinado solo un poco, pero estaba descubriendo un nuevo lado de sí mismo y pensaba que querer experimentar no estaba mal.

El señor Park era mucho mayor y tenía confianza en decir que era alguien con experiencia y Jungkook solo tenía experiencia con mujeres.

— Mira Yoon, recién descubro que soy bisexual —Jungkook se peinó el cabello— Taehyung pregunto si no sentía curiosidad por saber cómo era hacerlo con un hombre y eso fue lo que sucedió. Me gusta Jiho, pero sabes, en este momento es difícil determinar si saldré con él o siquiera que le llegue a gustar, después de todo es mayor que yo —finalizo empezando a caminar nuevamente, rumbo a casa de los Park.

— ¿Es mayor? —pregunto a sus espaldas.

— Si.

No negaba que eso lo desilusionaba, pues, aunque pensaba que Park Jimin en algún momento sería suyo, era el papá de su amigo pálido y lograr que accediera a salir con el único amigo de su hijo, era difícil.

— ¡No mencionaste eso! —grito sorprendido.

— Creí que te lo había dicho.

— Quizá lo olvide —Yoongi murmuro.

— Lo siento porque hayas tenido que ver aquella escena, eres mi mejor amigo y realmente solo te pido que no me juzgues por querer descubrir esta nueva faceta mía, porque te juro que hasta yo estoy sorprendido.

Y realmente era así, le había gustado demasiado lo sucedido con Taehyung y no podía evitar preguntarse cómo se sentiría si fuera Park Jimin, quien estuviera arrodillado frente suyo. La imagen del rubio sonrojado hasta más no poder y con el cabello alborotado, era excitante.

— Kook —Yoongi lo detuvo del brazo— Lo siento ¿sí? No quiero juzgarte y entendiendo tu punto. Solo me sorprendió demasiado, sabes que eres mi mejor amigo —hablo pasando su brazo por el hombro el pelinegro, que por ser más alto le toco que empinarse.

— Lo sé —Jungkook sonrió.

A pocos metros de la mansión de su mejor amigo, se encontraban un rubio y un castaño, observando a los menores con curiosidad. Jungkook aprovecho aquello pues, la mirada que le dedico Hoseok hyung, no había sido para nada amigable.

Entonces paso su mano por la cadera de Yoongi, atrayéndolo más a él. — ¿Qué diablos haces?

— Ayudándote un poco —hablo entre dientes.

— Gatito —el rubio fue el primero en hablar.

— Hola papá.

— Jungkook, al parecer ya te encuentras mejor —Jimin comento sonriendo.

— Señor Park venía para agradecerle por los deliciosos sándwiches que me envió y para acompañar a Yoon ¿cierto? —pregunto abrazando al pálido.

— Me alegro que te hayan gustado ¿Te quedarás a cenar? Estoy preparando una pasta que te hará chupar los dedos —el rubio sonrió.

¡Dios soy yo! No me hagas esto.

Su dañada cabeza no pudo evitar darle doble sentido a las palabras del señor Park ¿Cómo era posible aquello? Se dedicó a sonreírle al mayor y a asentir, pues se quedarían en casa de su mejor amigo.

— ¿Acaso estoy pintado? —Hoseok se cruzó de brazos.

— ¡Hyung! Espero que este bien. Yoongi y yo tenemos un tema importante que hablar, así que si nos disculpan.

Jungkook soltó el cuerpo de su amigo y lo tomo de la mano, para ingresar a la casa. Se encontraba aliviado por la reacción del mayor, un poco de celos no le vendrían mal ¿cierto? Subían las escaleras casi corriendo y se sorprendió que su amigo no se quejara por estar siendo halada de esa manera.

— ¿Ya me quieres soltar?

— Cuando estemos en tu habitación —pronuncio sonriendo.

...

— ¿Viste lo mismo que yo? —Jimin codeo al castaño.

— Ni me lo recuerdes —respondió irritado— Hoy en día los jóvenes se invitan solos —menciono entrando a la casa— Cambie de opinión, me quedaré a cenar.

Hoseok no podía evitar sentirse disgustado por la escena que había presenciado, el mocoso mujeriego abrazaba a Yoongi como si fuesen algo más que simple amigos y no podía sacarse la imagen de su gatito bajo su cuerpo el día anterior. Es cierto que sintió un leve disgusto cuando recién conoció al pelinegro, alías; mejor amigo de su gatito. Pero al enterarse de que se habían besado había cambiado algo en el modo de ver a su gatito, además de que se le había confesado unos días antes.

Se sorprendía de sí mismo, le tenía demasiado cariño al hijo de Joy, actualmente el hijo de su mejor amigo. Lo había cargado cuando recién nació, lo vio transformarse en un adolescente y ¿Sentía celos de un mocoso?

Había tenido demasiadas relaciones fugaces, citas de una sola noche y ahora se encontraba tratando de borrar la imagen de Yoongi de su cabeza.