Había dicho aquello por impulso, por supuesto que sí, porque a la hora de la verdad ¡No tenía nada para enfrentar a Taehyung! El chico era nuevo, vivía prácticamente solo, no tenía ningún dato que pudiera utilizar en su contra. Porque siendo honesto, es él quien tiene más las de perder.
¡Sabía desde un inicio que no podía confiar en ese chico!
— ¿Por qué haces esas caras tan extrañas?
— Por nada, cariño. Mejor cuéntame ¿Cómo estuvieron las clases?
Y como si un milagro se tratará, se encontraba recostado en la cama con Jimin. Quizá así olvidaría lo sucedido en el instituto horas antes, pero estaba siendo imposible. Yoongi se había encerrado en su habitación y luego de repetirle que ¡No iba a llamarlo papá! Se encerró en su habitación. Jimin se encontraba quitándose el maquillaje y sin él, se veía precioso, como si de la relación, el señor Park fuera el menor.
Si sus edades fueran, al contrario, quizá las cosas serían menos problemáticas.
— Bien, la coreografía está casi terminada. Solo tenemos que pulir ciertos detallitos y espero no nos falle nada el día del evento —comento con tranquilidad.
— ¿También bailaras? —pregunto con emoción.
— No —el rubio se rio por la emoción del menor— Solo hice parte de la coreografía, aunque puede que haga parte de la presentación de Hobie —se giró sonriente hacia Jeon.
— Por nada del mundo me perderé esa presentación —aseguro el pelinegro.
Aquella respuesta fue suficiente para el rubio, pues se puso de pie y camino hasta la cama, lanzándose a los brazos de Jungkook. Las sonrisas no faltaron y poco a poco el ambiente se fue calentando, porque de unos besos dulces y lentos, cambiaron a besos ansiosos y húmedos.
— Hace días no lo hacemos, Kook —murmuro Jimin.
— No he querido ser inoportuno...
— Quiero hacerlo ahora mismo —Jimin empezó a dejar besos húmedos en el cuello del menor.
— A-hh Jimin... Espera, debo decirte algo —difícilmente se apartó del rubio.
— Hablemos luego —se quejó el mayor— Quiero que hagamos el amor ¿sí?
¿Cómo podía decirle que no cuando hacía esa expresión? Sus ojos brillaban de una manera hipnotizante, sus labios húmedos y abultados. Era la imagen perfecta para Jeon, quien quería y deseaba con toda su alma al señor Park.
— Como ordenes —accedió el menor.
Entonces basto solo unos segundos para que sus ropas cayeran al suelo, Jimin encima de Jungkook dejando un camino de besos desde el cuello hasta el ombligo del pelinegro y este que se retorcía por la increíble sensación. Pronto el bóxer también fue desapareció y de manera deseosa, el rubio libero la erección de Jeon, sonriendo ante el tamaño. — Me sigue sorprendiendo su tamaño —murmuro.
Y a continuación besos húmedos fueron dejados en los testículos del pelinegro, siendo masajeados a la par, dejando un exquisito hormigueo, y cuando Jeon abrió sus ojos, se encontró con los almendrados ojos del rubio, quién lo miraba fijamente.
Y sin apartar su mirada dio una lamida lenta en el tronco del miembro y al llegar al glande, lo introdujo en su boca, sacándole al menor un jadeo de placer.
Pero Jimin chupaba de manera lenta, queriendo provocar al pelinegro.
— J-Jimin —jadeo el menor.
Al ver que el rubio no accedía, las manos de Jungkook se dirigieron hacia el rostro del señor Park y con un brusco movimiento introdujo más adentro su erección. Húmeda, caliente, placentera era la sensación del menor. Queriendo más empezó con penetraciones lentas, para poco a poco aumentar la velocidad, creando así un vaivén exquisito, cerro sus ojos y cuando escucho un jadeo por parte de Jimin, bastó para que el pelinegro se liberará, arqueando su espalda, sintiendo un corrientazo que finalizo en la punta de sus pies.
No tenía palabras para explicar cómo se sentía, pues su cuerpo mismo había hablado por él, cuando regulo su respiración y le dio por fin una mirada al rubio, se encontró a este sonrojado a morir y su rostro manchado ¡Oh mierda!
— Tranquilo, Kook —el mayor sonrió.
— ¡Mierda! Lo siento tanto, cariño. No me fije, espera traigo pañitos para limpiarte —hablo poniéndose de pie rápidamente.
— Estás exagerando.
A pesar de decir aquello, Jimin espero paciente a que el menor saliera del baño y cuando así lo hizo, levanto el rostro —Lo siento tanto —hablo limpiando con delicadeza el rostro del rubio.
— No pasa nada —repitió— Pero la próxima vez, asegúrate de echarlo en mi boca...
Aquello fue como una luz verde y sin pensarlo mucho. Jungkook lanzo al suelo el pañito que tenía en sus manos y tiro al rubio a la cama, lo volteó ágilmente y sintiéndose cegado por el deseo, con las rodillas de Jimin apoyadas en la cama, levanto su trasero y abrió sus piernas.
Sin preparación alguna y lo dudo por un momento, pues no quería lastimar al mayor.
— No dudes —hablo el rubio con voz ahogada— No voy a romperme, Kook.
Su corazón palpitaba rápidamente y sentía su cuerpo caliente y húmedo, pues el sudor ya recorría su cuerpo. El menor clavó su miembro a través del ano de Jimin, forzando su entrada, pero sintiéndose ansioso, se abrió paso en el interior del rubio lentamente.
— D-Dime si te lastimo —musito.
— A-Ah~ H-Hazlo.
Su miembro grueso comenzó a abrirse camino al interior del rubio, haciendo que el mayor soltará un gemido placentero que lleno lo oídos de Jungkook encendiéndolo más, las paredes internas de Jimin lo estrecharon, estrujándolo, aquella sensación fue tan intensa desbordándose por cada uno de los poros de sus pieles.
[...]
Yoongi se encontraba en su habitación tapándose los odios y es que odiaba que su casa fuese tan grande, porque los sonidos se escuchaban claros y en este momento escuchaba los gemidos de su padre, quien se encontraba encerrado en la habitación con su mejor amigo; Jungkook. Era muy obvio lo que estaba sucediendo y aunque odiaba escucharlos, sentía un leve deseo de llamar a su hyung y pedirle que viniera a verlo.