¡Mierda, mierda, mierda!
Por otro lado, Park Jimin había subido las escaleras a toda prisa, rumbo a su habitación. Se encontraba desarreglado y ¡Jungkook había regresado! Tomo sus mejores prendas y se cambió rápidamente, esperando que las clases de "confianza" que le había dado Jin, sirvieran en algo.
Admiro su reflejo en el espejo y al darse el visto bueno, corrió escaleras abajo, casi cayendo de boca al suelo por la prisa. Cuando llego a la sala de la casa, se encontró con tres personas en total silencio, en las manos de Jeon unas fotografías y maldijo en silencio. ¡Lo había olvidado! Moriría de vergüenza eso era seguro.
— Tú amigo se fue y nos dejó unas fotos —su mejor amigo, como siempre tan encantador.
— ¿Aah sí? No tenía planeado que vieran esas fotos —respondió nervioso.
Porque eran solo para Jungkook y agradecía que era él quien las tenía en las manos. Pero ¡De seguro malpensó todo! De la manera que los encontró, daba para malinterpretar todo y aunque el menor parecía haberle restado importancia, sabía por su mirada que se encontraba triste. ¡Perfecto, Jimin! Cagandola desde su llegada.
— ¿Quieres que vayamos por comida? —pregunto Hoseok a su novio.
— ¡Si! —casi grito— Lo siento, vamos —respondió avergonzado.
Entonces el silencio reino, agradecía que lo dejarán solo con el pelinegro, pero no sabía cómo iniciar la conversación. Más con la expresión seria del menor. —¿Cómo estuvo el viaje? —pregunto girando los ojos al no pensar en una pregunta mejor.
— Estuvo bien, conseguimos el contrato —apenas respondió.
Y de nuevo silencio. ¡Qué podía hacer! Gritaba en su interior. Quizá podía recurrir a los consejos que le había dado Jin, esa era buena idea. Entonces acorto la distancia entre Jungkook y él, siendo observado a detalle por el menor y estando sus piernas pegadas levanto la mirada, quedando frente a frente. ¡Demonios, Jungkook es demasiado guapo! Era lo que pasaba por su mente, sus grandes ojos, sus labios finos, sus pequeños lunares... No pudo evitar que un suspiro se le escapará de los labios.
— Te extrañe —el rubio susurro.
La idea de besar al menor no sonó tan descabellada, entonces se acercó lentamente al rostro de Jeon y cerró los ojos, sin contar que la idea del pelinegro no era precisamente que se besaran.
— Ehmm ¿Jimin?
Avergonzado a más no poder, giro su cabeza hacia el lado contrario. Quizá no era el momento, no estaban en el ambiente, como solía decir Jin— Lo siento...
— No te preocupes —respondió el menor— ¿Podemos hablar? Ya que estamos solos.
— Si...
Con cierto disimulo intento alejarse, pero nuevamente la idea del menor era otra, tomando la cintura del rubio y atrayéndolo hacia su cuerpo, dejándolo en su regazo, como si fuera a arrullarlo. Más avergonzado no podía estar.
— Tienes tus mejillas rojitas —menciono sonriendo.
— No me molestes —Jimin abulto sus labios en un tierno puchero.
— ¿Por qué eres tan malditamente tierno? —Jungkook cerró los ojos y soltó un suspiro.
— ¿Te gusta cómo me veo en las fotos? —pregunto tomando las fotos que el menor había dejado en la mesita.
— No hablemos de eso.
— ¿Por qué? Le pedí a Jin que me las tomará para dártelas —comento decepcionado.
— En ese caso no las aceptaré hasta que tengamos una conversación apropiada —Jungkook sugirió— Además ¿Por qué dejas que ese imbécil te vea con esas prendas tan apetecibles? Vi su mirada sobre ti, tiene segundas intenciones.
— SeokJin ya tiene alguien que le gusta —Jimin se rio por lo celos del menor.
— Ay Minie, eres demasiado ingenuo —musito.
— No sucede nada con él. Solo es trabajo y me ayudo con las fotos, pero tranquilo que apenas me las dio, me aseguré de que estuvieran eliminadas de su cámara —comento con tranquilidad— A mí solo me gustas tú y estos días han sido un castigo sin verte y sin poder hablar contigo.
— ¿Tuviste el tiempo suficiente para pensar en los dos? —pregunto el menor con ilusión.
— Digámosle a tus padres —dijo con seguridad— Que todos se enteren de que estamos juntos, no me importa. Si está sucediendo todo rápido a nadie le interesa. Jungkook te aseguro que tú eres mi felicidad —las pequeñas manos de Jimin fueron a dar a las mejillas del pelinegro— No volveré a dudar, te lo juro. No me importa que seas menor, me gustas demasiado.
— Oh Dios —Jungkook envolvió en sus brazos al rubio— No sabes cuánto soñé con este momento. También te extrañe demasiado.
El abrazo hizo que sintiera su corazón palpitar rápidamente, se alegraba de que el menor no estuviera enojado por la presencia de SeokJin, quien se había comportado un tanto extraño antes de la llegada de Jungkook. Había dicho que no sucedía nada con él castaño y era de cierto modo verdad, pero sin duda las intenciones del fotógrafo eran otras y no le agradaban.
Obviamente no admitiría aquello.
— Cuando quieras podemos decirles a tus papás —Jimin hablo en tono bajito— No me importa lo que Taehyung haga de ahora en adelante, prometo que no pensaré en terminar.
— Mis padres ya lo saben —hablo el pelinegro.
— ¡Qué! —pregunto el mayor alejándose de Jungkook.
— Ya lo sabían, desde que les dije que salía con alguien de 35 años, averiguaron todo por su cuenta —comento feliz— Y lo aceptan, Minie. Saben quién eres, que tienes un hijo y es Yoongi, saben todo y están felices por nosotros ¿Sabes lo que significa eso?
— ¿Qué fue estúpido haberte acostado con Taehyung? —pregunto sonriendo con sarcasmo.
El agarre en el cuello del pelinegro se intensifico. Si los padres de Jungkook lo sabían eso quería decir que se habían separado en vano. Aunque las dos semanas que no se vieron sirvieron para hacerle dar cuenta que quería al menor en su vida.
Jimin: 2 / Taehyung: 0
— A-Ah sí... —menciono con nervios— Quiero olvidar esa noche —hablo tirando su cabeza hacia atrás— Me siento un idiota por haberlo hecho.