El papá de mi mejor amigo ✿❀ Kookmin (finalizada)

Recuerdos

 

Un Jimin de 17 años corría rápidamente o eso intentaba, pues estaba llegando tarde a una de las clases que más odiaba, pero de la que no podía escapar. Cabello rubio, cortado perfectamente como su madre le ordenaba y uniforme resplandeciente. ¡Odiaba quedarse dormido! Y lo que más odiaba era tener que ir al instituto sin desayunar, pues su madre lo dejaba sin desayuno por no despertar a tiempo y aquello era su castigo. Los pasillos del instituto estaban vacíos y suponía que todos se encontraban en clases ¡Demonios! Debía sumarle otro castigo, no podía cenar hoy tampoco.

Park Jimin, era básicamente la desgracia de su familia, era menor de dos hermanos y la discordia de la familia Park. Aprendió a vivir con esa carga, siempre fue la persona menos afortunada del mundo y aun así sonreía, trataba de verle el lado positivo a su vida, eso también era gracias a la ayuda de sus dos mejores amigos, Hoseok y Joy; "su novia" a los ojos de su familia, claro está.

— Pss —escucho a su alrededor.

— ¿Eh?

— Pss... Minie —susurraban.

— ¿Hobie? —pregunto confundido.

Se acercó de manera cautelosa a lo que eran los baños de las mujeres, que por obvias razones no podía ingresar. Encontrándose con el rostro de una pelinegra, cubierto en lágrimas, hecho un desastre.

— ¡Joy! —el rubio ingreso al baño de mujeres y envolvió en sus brazos a su amiga— ¿Qué sucede? ¿Te encuentras mal?

— ¿Qué hago, Minie? —preguntaba en medio del llanto.

— ¿Qué sucede? No me asustes... —Jimin se separó de la pelinegra.

Park Soo-young, mejor conocida como Joy, por todo el mundo. Su mejor amiga, luego de que su padre lo obligará a salir con la hija de su socio más importante. Luego de que esta descubriera que era completamente homosexual, habían hecho un acuerdo y a los ojos de las familias Park, serían novios, pues estos planeaban comprometerlos. Se tenían un inmenso cariño, pues se sacaban en los apuros más inesperados y contando con que Joy tenía un novio secreto, no la veía como nada más que una muy buena amiga.

Divertida, con una sonrisa en su rostro todo el tiempo y quien siempre le sacaba el lado positivo a los malos días, por eso estaba sorprendido de verla en ese estado. Sus ojos estaban rojos e hinchados, no llevaba maquillaje y por sus mejillas, se deslizaban las lágrimas.

— E-Estoy embarazada —respondió y como consecuencia el llanto aumento.

— Qué... —Jimin susurro.

— E-Estoy esperando un bebé —admitió a la espera de la reacción del rubio.

— ¿Tú novio lo sabe?

— No, no se lo he dicho —dijo desesperada— Pero no puedo hacer esto, Minie —pidió entre sollozos— ¿Qué dirán mis padres? Ni siquiera he terminado el instituto y si se dan cuenta que hemos mentido, tengo miedo de lo que podrán hacerte.

— Joy, respira y tranquilízate —pidió el rubio— Ven, déjame limpiarte el rostro —de manera delicada Jimin tomo un pañito de su bolso y empezó a limpiar las mejillas de la pelinegra, de manera suave— Primero debes calmarte, así podemos pensar en una buena idea —comento pensativo.

— ¿Y si decimos que es tuyo? —sugirió la pelinegra mirándolo con ilusión— Si decimos que es nuestro bebé, te aseguro que nos lo perdonarán rápidamente —Joy asentía repetidas veces.

— ¿Nuestro bebé? —Jimin se puso de pie, caminando de un lado a otro.

— Jimin ¿Debería abortar? —pregunto cambiando de expresión rápidamente— Este bebé —hablo tocando su estómago— ¿Será amado?

Las lágrimas se hicieron nuevamente presentes y Jimin no dudo en ponerse a la misma altura de la pelinegra y la abrazo nuevamente. ¿Abortar? Esa no sería una opción. No podían hacerle eso al bebé que venía en camino. Amarían a ese bebé, aunque tuvieran que irse de sus respectivas casas.

— Es nuestro —menciono con seguridad— Diremos que el bebé es nuestro —aseguro abrazando con más fuerza a la pelinegra.

— Esperen ¿De qué bebé estamos hablando? —Hoseok llego y al escuchar la conversación de sus mejores amigos, quedo pasmado.

...

La noticia fue mejor recibida de lo que esperaban.

Las dos familias celebraron la llegada del bebé organizando una gran fiesta, donde asistieron personas que los menores no conocían, pero dándose miradas de complicidad mantuvieron la mentira de manera exitosa. Subidas y bajadas con el embarazo, Joy fue la sensación del instituto al quedar embarazada a la edad de 18 años, pero eso no importaba. Pues para la pelinegra los comentarios de las personas que no conocían no eran importantes, además siempre tendía a Jimin y a Hoseok para defenderla de cualquier comentario.

Los nueve meses pasaron más rápido de lo que pensaron, Joy había sido la mujer embarazada más consentida y feliz, pues disfruto la gestación de su pequeño gatito o así solía llamar al bebé, quien le dio los mejores meses de su vida, llenos de antojos, de apapachos y de tranquilidad.

Pues a pesar de mantener la mentira, el novio de Joy; Shin Hyo-seob, también se sentía feliz por la llegada de su primer hijo. Jimin observaba a lo lejos, como su mejor amiga era consentida por el castaño, quien era estudiante universitario y alguien demasiado humilde, según los padres de esta. Pero la amaba, la trataba como una reina y eso al rubio, le daba un poco de envidia, pues él deseaba encontrar un amor tan puro y hermoso como aquella pareja.

— ¿No crees que es tiempo de pensar en un nombre para nuestro gatito? —pregunto Hyo-seob mientras acariciaba el vientre abultado de su novia.

— ¿Nombre? —pregunto adormilada— Ya le tengo el nombre perfecto —murmuro.

— ¿Ah sí?

Jimin se acercó para escuchar con claridad el nombre de su sobrino, siendo bienvenido por su cuñado. Y sentándose en la cama de Joy, espero pacientemente a que revelará el tan esperado nombre.

— Chicos —Hoseok ingreso a la habitación— Los padres de Joy acaban de llegar —comento un tanto nervioso y agitado— Corrí los más rápido que pude —finalizo deslizándose en el suelo.




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