Los nervios se apoderaban de su pequeño cuerpo y es que estar en la sala de la casa de su novio era algo que no estaba en sus planes. Observaba todo de manera curiosa, sintiéndose intimidado por la decoración tan ¿costosa? Debía mostrarse como la persona segura que no era y dar una buena impresión a sus suegros, claro que sí. Le habían permitido pasar, se presentó ante su suegra y le pareció la persona más dulce del mundo, a la hermanita de Jungkook ya la conocía y solo faltaba que su suegro hiciera acto de presencia.
Esperaba que los Jeon si supieran donde se encontraba su hijo y de esa manera quitarse esa angustia que tenía en su pecho.
— ¡Minie! —grito una pequeña pelinegra contenta— Te traje galletas que hice y un poco de leche —sonrió dejando una bandeja en la mesita frente de ellos.
— Oh lucen deliciosas, querida. Muchas gracias.
La menor de los Jeon era una niña bastante energética. Era muy parecida a su madre y podía asegurar que tenía la energía de su padre.
— Perdónanos por tardar tanto —Jeon In-Na ingreso a la sala— Mi esposo estaba cambiándose, no podíamos recibirte en pijamas —finalizo sonriendo.
— No, discúlpenme a mí, aparecí de la nada.
— Tranquilo, Jimin —su suegra le tranquilizo.
— ¿Dónde está mi yerno? —pregunto una voz grave a sus espaldas.
— No le hagas caso —su pequeña cuñada giro los ojos— Dong-Wook hace eso para verse rudo —le susurro al rubio.
Aquello le causo gracia y cuando el señor Jeon se posiciono frente a él, pudo ver el parecido con su novio, pues Jungkook era la viva imagen de su padre— Mucho gusto, señor Jeon. Mi nombre es Park Jimin, discúlpeme por llegar a su casa sin avisar —hablo poniéndose de pie e inclinándose.
— El placer es mío Jimin —sonrió el mayor— No puedo creer que el novio de mi hijo venga a presentarse por su cuenta.
— Disculpe... —las mejillas del rubio se ruborizaron— Créame que no pensaba hacerlo de esta manera... Respeto mucho a su hijo y lo quiero demasiado, sé que tenemos una diferencia de edad enorme, pero les prometo cuidarlo y atesorarlo.
— No te disculpes —Dong-Wook negó— Sulli, ve a tu habitación. Los mayores tendrán una conversación —ordeno a su hija.
— Fue lindo verte hoy, Minie —la menor le dio un corto abrazo— Le pediré a Kook, que te invite a tomar él te conmigo —y se marchó haciendo caso a su padre.
— Nuestro hijo es un joven un poco impulsivo, pero ten por seguro de que te quiere y desea estar en tu vida, así que por favor no vayas a lastimarlo —comento la señora Jeon— Nos sorprendió mucho saber que le gustaban los hombres y mucho más al darnos cuenta de quién fue el causante —sonrió— Eres demasiado apuesto, Jimin y me alegro de poder conocerte al fin.
— El placer es mío señora Jeon —Jimin parecía sentirse en las nubes.
— Creo saber que vienes por un motivo en específico ¿cierto? —el señor Jeon suspiro— Nuestro hijo nos comentó de una noticia que fue dolorosa para Yoongi —comento dudoso— Espero no haya faltado el respeto a la confianza que se tienen al contarnos a nosotros lo sucedido.
— No se preocupe —el rubio bajo la mirada— Algún día tendría que decirle la verdad, solo que se me adelantaron —comento incomodo— Vine por un motivo en específico tiene razón, es cierto que no pensaba presentarme ante ustedes sin la compañía de Kook, pero mi hijo es mi prioridad en este momento y no tengo idea de donde se encuentra, pero si se, que está acompañado por su hijo.
— Lo sentimos, Jimin. Pero tampoco sabemos a donde fueron. Yoongi pareció llegar desanimado y al día siguiente salieron temprano y no han regresado.
— Puedes confiar en Jungkook — Jeon Dong Wook aseguró— Es capaz de cuidar a Yoongi y apoyarlo ante cualquier situación. Eres un hombre valiente, Jimin. Criar a un bebé por tu propia cuenta, debió ser el reto más grande de tu vida. Lo debo felicitar por haber criado a un jovencito tan espectacular como lo es Yoongi.
Se sentí orgulloso de escuchar esas palabras. Su hijo, no era consciente del buen trabajo que había hecho como padre.
— Sentía que rompí su corazón al ocultarle por tanto tiempo la verdad...
— No somos perfectos —la señora Jeon se sentó al lado de Jimin— Una noticia como aquella claro que es difícil de procesar, pero Yoon sabe que su lugar es a tu lado y regresará.
Las caricias de su suegra se sintieron reconfortantes, nunca recibió apoyo de su familia y estarlo recibiendo de la familia de su novio, lo hacía sentir una calidez inexplicable y le agradaba.
— Ahora que lo pienso, Yoongi es como nuestro nieto ¿No es así? —pregunto emocionada la pelinegra.
— ¿Qué?
— Cariño ¿Qué cosas dices? —el señor Jeon soltó una fuerte carcajada ante la conclusión de su mujer.
— Si nuestro Kook es pareja de Jimin, lo hace el padrastro de Yoongi —comento feliz— ¡Esa es una noticia increíble! Tenemos nuestro primero nieto adolescente.
— No la escuches —su suegro negó.
— Lo lamento —Jimin se sentía avergonzado, pero feliz— Jungkook es muy joven para ser padrastro —rio.
— No te disculpes, nosotros felices de tener un nieto tan educado y guapo como Yoongi.
No quería darle más alas a su suegra y los minutos transcurrieron de esa manera, conversaron de temas triviales, bromas y anécdotas de Jungkook cuando era bebé ¡Incluso le enseñaron el álbum familiar! Su novio de bebé, era demasiado tierno. El tiempo paso rápido y se arrepentia de no haber sido valiente y aceptar conocer a los señores Jeon, se sentía demasiado cómodo con sus suegros y eso lo hacía feliz.
Su celular vibro y observo el nombre de "mejor amigo" quien lo abandono hace unas horas y decidió no responder, cuando la llamada finalizo este le envió un mensaje, al parecer se encontraba estacionado fuera de la casa y lo estaba esperando. Suspirando y sintiéndose dichoso, se puso de pie, era momento de regresar a casa.