CAPÍTULO QUINCE - WILLIAM BARRIE
"El día"
El día de los hechos...
Era el día de la reunión con la familia Smith, cuando mi mamá me jalo hacia mi cuarto y me comenzó a golpear, no entendía porque lo hacía pero lo dejaba hacer. Tal vez era su forma de cariño o cometí un error con algo.
—¿Qué te dije? ¿Por qué eres tan estúpido?
Tocaron a la puertaa y ella me dejo de golpear, con un empujón me tiró a la cama y abrió, estaba mi papá de rodillas, suplicando perdón. No entendía.
—Lo siento por no serte fiel, acabo de echar a Los Smith de casa, siento que debemos arreglar las cosas —dijo mi papá, calmado
—La dejaste embarazada de ti, de la persona que creía una amiga... eres un... —mamá se quito la lágrima de los ojos, —No mereces estar conmigo.
Miré el reloj. 12:00am. Fue el momento que intervine, me levanté de la cama y le dije a papá.
—No llores, mamá también ha estado haciendo lo mismo con el señor del Pan —dije, pero papá no escuchó y se fijo en mi rostro. Inmediatamente se fijo en mamá.
—¿Qué les has hecho a nuestro hijo?
Mamá de pronto, se puso tensa y retrocedió. Movió la cabeza hacia los costados, una de sus manos se iban hacia atrás que impaciente trataba agarraba un cuchillo.
—¿Has visto a nuestro hijo? ¡¿eh?! ¡Está sangrando! ¡Tiene moretones en los ojos! ¡El labio partido! —papá estaba ahorcando a mamá, —¡Estás loca!
Mamá se le cayó el cuchillo por error, sus ojos mostraban tristeza. Lloraba. Papá al ver sus intensiones la siguió ahorcando, veía en sus ojos lo hermoso que era. Le gustaba hacerlo, él tenía sed de asesinar. Era una excusa para matarla.
Agarré el cuchillo con cuidado, no era yo quien lo agarraba y le apuñalaba por detrás a mi papá. Papá me observó y le seguí apuñalando en el ombligo, la sangre manchaba mi ropa pero no me importaba. Mamá recuperó el oxigeno dentro de unos minutos, cuando me vió me tuvo miedo. Observé la hora: 13:05.
Yo soy... un asesino.
Para el colmo... es que me gusta sentir esa sensación.
Sentí lo que mi padre estaba queriendo hacer a mi madre.
—Hijo... suelta ese cuchillo por favor —dijo con voz temblorosa. Lo solté, caminé hacia la puerta y caminé hacia la puerta.
Caminé tanto que me metí a una zona oscura, me sentí cansado y caí al suelo. Soy un asesino.
.
.
Abrí los ojos, me encontraba internado en un hospital, mamá estaba llorando a mi costado. Al verme que había despertado, me abarazó. No entendía. ¿Qué pasó?
Un policia se acercó y dijo, —Necesito hacerles unas preguntas a su hijo
Mamá accedió, dejando pasar al policía de tez morena, de altura alta.
—William Barrie, necesito que me diga la verdad y nada más que la verdad —dijo, —¿Qué pasó?
Mi mente hizo recuerdos. Era la reunión... mamá estaba engañando a papá con el señor del pan... la familia Smith estaban allí... papá murió.
Lloré de pronto, mi mente estaba pensando mucho que lloré.
—¿Papá está bien? —dije con las mejillas mojadas.
—Murió apuñalado. Lo siento.
Respire hondo y ya sabía que decir. Mi mente ya tenía un orden, lo recordaba bien como si hubieran sido hace un minuto.
—Fueron el señor Smith. Él mató a mi papá.
El policía al tener todo mi delcaración, se fue. Pasaron otros minutos después, cuando mamá me dijo bajito, —No digas que te golpeé, todo fue culpa de la familia Smith. Hijo, ellos te golpearon y mataron a tu padre. Nos toca vivir juntos, estaremos mejor... te lo prometo.
♤♤♤♤
Tiempo presente.
Eran las cuatro de la madrugada cuando despierto. No puedo procesarlo. Culpé a una familia que no tenía nada que ver que sólo robarle el dinero a mi padre cuando murió. El monstruo siempre ha estado en mi interior escondiendo y mostrando falsos hechos... falsos recuerdos.
Salgo del cuarto, con la cabeza hecho un lío cuando la veo. Ella. Renata. Me acerco preocupado hacia donde ella estaba. Ocultaba su rostro, estaba en la cocina en un banquito.
—¿Qué pasa?
—El mismo recuerdo. Lo siento William pero tengo que confesarte algo.
—Dime —dije con un tono amargo. Sabía que no era nada bueno-
—No soy virgen. De pequeña... antes de que te conociera... mi padre me violaba —dijo ella, lloraba, —Mi padre me violaba. Soy una cosa sin sentido para el hombre que me vaya a casar, no creo que sea lo mejor casarme contigo por eso.
—Renata...
—Aquí no es bien visto que una mujer no sea virgen antes del matrimonio, William... tú mismo lo sabes. Si se enteran, yo...
—No lo sabrán. Te lo prometo.
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Editado: 23.04.2023