El Pasado del Rey (#1.5 Oels)

8. La desaparición de la Hechicera

PERSÉFONE

- Fuiste tú ¿No es así? - mi padre entró airado al salón, señalándome con furia - Dijiste que jamás velarías por la felicidad de Hades, dijiste tantas cosas ese día que por un momento creí que harías alguna rabieta y ahora que mi hermano ya le ha propuesto matrimonio a esa chica, ella desaparece. Qué conveniente para ti ¿no es cierto?

- ¿Qué estás insinuando? ¿Crees que yo le hice daño?

- ¿Qué si lo creo? Perséfone, yo no creo que le hayas hecho daño, sé que fuiste tú por la rabia tan inmensa que agarraste contra ella.

- No he hecho nada.- mi padre se agarró el cabello con tanta fuerza que por un momento creí que se lo arrancaría.

- No te creo. Danessa ha desaparecido y la última vez que tuve una conversación contigo sobre Hades, dijiste que yo muy pronto sabría de que estabas hablando y ahora mi hermano está sufriendo una vez más por tu capricho. Tú la desapareciste ¿No es así? ¿No tienes suficiente con todo esto, Perséfone? Pero es que ¿Qué demonios se te ha pasado por la cabeza? ¿Cómo has podido hacerme esto?

- No he sido yo. No he hecho nada en contra de ella.

- Y tienes el descaro de mentirme.- nunca lo había visto tan rojo como en ese momento. Parecía cómo si en algún segundo fuese a estallar - Sé perfectamente que fuiste tú.- gruñó.

- Padre, por favor, tienes que creerme.

- Ese es el problema, Perséfone, no te creo. No puedo hacerlo, quiero, pero no puedo después de tantas cosas que dijiste ese día y que has hecho durante todo tu vida. Te dije que lo dejaras en paz y no me hiciste caso.

- He estado lo más alejada de él como he podido, no le he mencionado absolutamente nada desde que dijo que se estaba enamorando de esa chica y me aparté. No he hecho nada malo.

- Me has decepcionado.- y eso me dolió, porque todo lo que he hecho había sido para complacerlo.

- Esta vez no hice nada mala.

- No me sigas mintiendo. - gritó más fuerte - de ahora en adelante, observaré todos tus pasos - me señaló con el dedo y su mirada se convirtió amenazante - seré tu sombra, Perséfone.- y salió de mi vista con un gruñido.

¿Y ahora que tengo que hacer para que me crea?

¿Cómo hacerlo entender?

*-†-*-*-*-†-*-*-*-†-*

HADES

- Tienen que seguir buscando.- grité, más irritado que nunca. No había encontrado a Danessa en ninguna parte, ella desapareció sin dejar rastro y ahora ya no sabía por donde seguir buscando.

Se esfumó.

Así como si nada.

Nadie sabía absolutamente nada de esa chica.

Nadie la vio.

Y mi corazón no había dejado de bombear con fuerza.

Y esta vez estaba seguro de que no había sido culpa mía.

¿Habrá decidido marcharse? ¿Por qué demonios no ha aparecido?

¿Qué fue lo que le disgustó?

Ha pasado un mes desde que se fue y nadie sabe nada de ella.

- Estamos haciendo lo que podemos, Hades.- se encogió Démeter en su sitio - Nadie sabe nada y ninguno de nosotros la detectamos.

- Pues no están haciendo lo suficiente.- solté furibundo.- Si no está en el mundo de los muertos, entonces ¿Dónde está? Simplemente no pudo desvanecerse como si nunca hubiera existido, Démeter, así que no, no está haciendo lo suficiente.

- Te prometí que la encontraríamos y aún sigo manteniendo esa promesa.- replicó molesta - Jamás te he fallado, Hades y lo sabes.

Resoplé, tratando de controlar mi temperamento.

Mi hermana tenía razón. Ellos lo habían intentado y yo también, pero si Danessa no aparecía, tal vez eso significaba que ella no quería aparecer, pero... Hubiese sido fantástico una despedida ¿no?

Sin embargo, no se despidió.

¿Y si alguien le hizo daño?

- Zeus cree que Perséfone tuvo algo que ver.- pude ver el dolor reflejado en sus ojos al decir aquello.

Había escuchado al respecto, pero seguía sin creer que mi sobrina fuese tan mezquina y al intentar hacer entrar en razón a Zeus, tuve una discusión con él.

Esto no estaba dirigiéndose a donde yo quería.

Mi prometida se había desaparecido sin dejar rastro.

Hermes estaba más extraño que de costumbre.

Poseidón parecía estar embelesado en un mundo extraño relacionado con un supuesto romance del que nadie sabía, ni siquiera a mí me había dicho quien era la chica.

Zeus seguía culpando a Perséfone por la desaparición de Danessa.

Y ahora había un problema inmenso con dos de las hijas de mi hermano, Afrodita y Artemisa no querían hablarse siquiera.

Así que todos los problemas llegaron a mí como si se tratara de pólvora y estaba furioso, tan furioso que varias veces al día solo había pensado como sería todo si quemara la tierra, si dejara todo en cenizas ¿Cómo sería? pero rápidamente trataba de arrebatar esos pensamientos de mi cabeza. Seguía sin querer ser el malo de la historia.

Aún así, seguía preocupado por Danessa ¿Qué demonios sucedió con ella?

- Ya le he dicho a mi hermano que es algo absurdo el que Perséfone le hubiese hecho daño a Danessa. Sé que está en pleno arrebato de sentimientos mezquinos, pero todos la conocemos y aparte de ser algo caprichosa, ella no es mala.

- ¿Entonces qué? ¿Danessa se escapó?

- No lo sé, pero solo espero no haberme equivocado por ser tan ciego al enamorarme ¿Y si no vi algo? ¿Y si la he hecho infeliz? ¿Y si descubrió que le mentí desde el momento que nos conocimos cuando ella siempre ha sido sincera conmigo? Puede que esto si sea mi culpa, Démeter.- al menos, ahora considerando las cosas.- Estoy tan enojado.

- Lo sé.

- Solo quiero destruir todo y no dejar nada.

- Hades, por favor, no te metas en algún lío.

- Creo que me conocer, hermana.- dije despectivamente, lanzando una mirada furiosa.- y sabes que por más enojo que sienta, siempre he tratado de controlarme.- ella bajó la mirada.




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