En la fiesta tuvieron oportunidad de saludar a algunos de la camada que asistieron . Faltaron muchos y era entendible pues a estas alturas seguro tenían ya sus responsabilidades. Rick y Lauren salieron disparados a la pista de baile mientras el Dj ponía una loca música electrónica.
Maia se quedo parada estrujándose los dedos nerviosa. No sabía a que había ido. Debió convencer al señor Nigel de que no era buena idea. Un sudor frío le corría por la espalda, no sabía que esperar de todos estos hijos mimados y ricos. Además, estaba el otro asunto que la tenia sin poder dormir. Se sentía exhibida como si tuviera la piel de cristal. Josh se había acercado a un grupo y se saludaban sonoramente. Cuando la reconocieron le hicieron un par de bromas y cuando éste se retiró alcanzó a escuchar "Si vino con la nerd, seguro se la come" y "seguro es flojita de piernas, aunque aparentaba otra cosa". No podía creer que hablaran así de ella y estando tan cerca. Eran unos desvergonzados. Se sentía tan humillada que las lágrimas no tardaron en aparecer pero ahí se acercaba el idiota de Josh con sus aires de grandeza. Se dio vuelta para que él no la viera llorar y aparentó que estaba apoyada en la barra de bebidas. "No le daré el gusto", decía para sí.
—¿ Qué haces? ¿quieres tomar algo? Esta noche me toca hacer de tu anfitrión —dijo riendo.
Ella se quedó en silencio sin contestar y sin darse la vuelta.
—Te estoy preguntando si quieres tomar algo —le dijo tomándola del brazo y girándola hacia donde él estaba. La miró y vio el brillo de las lagrimas en su rostro.
Ella se soltó con violencia.
—No, gracias. No quiero nada, sólo deseo irme de este lugar. Nunca debí venir —dijo tratando de controlarse para no llorar
Él se quedó sorprendido por su actitud. Sin duda era muy orgullosa pero no entendía que había pasado. Solo fue a ver donde estaban Lauren y Rick después de pasar a saludar a sus ex compañeros.
—¿Pasó algo? ¿Te hicieron algo? —empezó a sospechar porque hasta donde el logró conocerla no era cualquier histérica que hacía escándalo por nada. Miró hacia donde estaba el grupo y supo que había escuchado lo de siempre, las burlas, el descaro. Le hervía la sangre pero como siempre, no podía hacer nada. Intentó distraer la atención de Maia en otra cosa.
—¿Por qué no vamos al otro salón? Posiblemente encontremos a Lauren allí —dijo tomándola del brazo y obligándola a caminar porque estaba rígida por las emociones que tenía.
Josh
Realmente son unos imbéciles. Más imbécil soy yo que permito que sigan tratando así a Maia y me quedo sin hacer nada. A lo lejos, vi el vestido brilloso de Lauren que se movía como una serpiente refregándose con Rick. Quedé indeciso sobre lo siguiente a hacer, debía distraerla de alguna manera.
—¿Bailas? —le pregunté sabiendo anticipadamente la respuesta.
—Por supuesto que no, nunca lo hice —dijo ella con las mejillas rosadas
—Te vi bailar con papá, no lo hacías tan mal —traté de sonar chistoso.
—¿Me espiabas? Creí ver que estabas muy ocupado—expresó con picardía
—Era muy difícil no verlo, olvide filmar así les pasaba el video a los imbéciles estos para que tuvieran de que hablar —y ella pareció entender la broma porque se sonrió levemente.
Un rato después
—No bailas, no bebes, no fumas, no sales con nadie, ¿ cómo te diviertes? —le preguntó esperanzado porque ella se abriera un poco y tomara confianza.
—Me divierto trabajando, estudiando, ayudando a mi madre y a Chris y jugando con el pequeño Michael, ellos son lo único que me importa —"y esos ojos oscuros que me están mirando en este momento", pensó ella.
—Charlemos entonces, vamos a la barra. Te demostraré que no todo lo que tiene alcohol sabe asqueroso
—No quiero beber, nunca lo he hecho y tampoco deseo iniciarme ahora, mañana quiero estar fresca para prepararme para la semana laboral —dijo pensando en que tal vez sería bueno llevar al niño al parque.
— El trabajo, el trabajo...—dijo blanqueando los ojos y rodándolos hacia arriba —A partir de ese momento y hasta que volvamos a casa no vamos a hablar de trabajo. esta prohibida esa palabra —dijo riendo y encargando una bebida al barman.
Se sentaron y le obligó a probar un trago de color naranja y con una pajilla que sabía de maravillas. Nunca le sintió el alcohol por lo que Maia tomó varias de esas hasta que se sintió floja, como si flotara en el aire. Se levantó de golpe y empezó a bailar una canción que le encantaba, se paró arriba del alto taburete y empezó a menearse al son de la música, cerrando los ojos. Josh se quedó mudo. No podía creer lo que veía, jamás la había visto tan sensual. Algo empezó a moverse en sus pantalones y se contuvo de tomarla y sacarla del lugar.
—Maia, Maia...cálmate —su voz era un susurro y sonaba como aquel día en la piscina. Recordó como se sentía al tacto su piel y el olor de sus cabellos.
Ella seguía levantando los brazos divertida y dando pequeños grititos.
—Maia, ven —le dijo tomándola del brazo y llevándola al baño de mujeres.—Vas a lavarte la cara y a orinar para eliminar un poco de alcohol y vuelves aquí —le dijo en tono de enojo.
—Si, papá —fue la respuesta que lo dejó más turbado aún.
Ella entró y cerró la puerta no sin antes tirarle un beso al aire, cosa que jamás en la vida la vio hacer.
Trató de contactar con Rick y Lauren pero estos brillaban por su ausencia . Intentó no imaginarse lo que estarían haciendo. Les dejó un mensaje a ambos y decidió que se llevaría a Maia, era peligroso que su estado empeorara y no podría explicar a su padre lo que había pasado.
Maia salió tambaleándose y con la cara mojada se apoyó en él cuando casi se cayó de bruces. Él la tomó por la cintura para ayudarla a caminar.
—Maia, nos vamos —le dijo prácticamente arrastrándola por el salón hasta la salida
—No quiero irme, justo empezaba a divertirme —refunfuñaba y empezó a refregarse en Josh haciendo unos pasos sexys. Él sentía que estaba por explotar. No podía estar pasándole esto. Tenía miedo de no poder controlarse...
Editado: 14.03.2022