El Pasaje Maldito

Capítulo 7: El ritual de liberación (Parte I)

 El ático del Pasaje Maldito estaba lleno de polvo y oscuridad. Lucía y Carmen avanzaron con cuidado, sosteniendo una vela para iluminar su camino. La atmósfera era tensa, y podían sentir la presencia del mal que había acechado el lugar durante tanto tiempo.

 

 El antiguo libro de hechizos que llevaban en sus manos era el legado de un sabio anciano que había vivido en el Pasaje Maldito hace muchos años. Contenía conocimientos ancestrales y rituales místicos que se habían transmitido de generación en generación, y que eran la clave para liberar al espíritu atrapado.

 

 Lucía leyó en voz alta las palabras de conjuro mientras Carmen preparaba los ingredientes necesarios para el ritual. Cada palabra tenía un poder mágico, y podían sentir cómo la energía se concentraba a su alrededor mientras recitaban el antiguo hechizo.

 

 El ático resonó con un eco misterioso mientras el ritual avanzaba. Luces parpadeantes y sombras danzantes parecían cobrar vida en las paredes. El viento soplaba con fuerza, como si el mismo mundo estuviera respondiendo al llamado del hechizo.

 

 De repente, una niebla plateada comenzó a formarse en el centro del ático. Una figura etérea emergió de la bruma, y Lucía y Carmen pudieron ver la silueta de una niña con mirada triste y angustiada.

 

 Era el espíritu de la niña que había sido atrapado en la muñeca de porcelana. Su presencia era tanto triste como inquietante. Lucía sintió una profunda compasión por ella, sabiendo que había sido víctima de una maldición que había perdurado por demasiado tiempo.

 

Con voz suave pero llena de determinación, Lucía se dirigió al espíritu. –"Estás atrapada aquí, pero ya no estás sola. Hemos venido para liberarte y ayudarte a encontrar la paz que mereces. El mal que te acecha ya no te controlará".

 

 El espíritu miró a Lucía con sus ojos brillantes y pareció asentir en reconocimiento. La niña había estado atrapada en esa forma de porcelana durante tanto tiempo que su alma se había entrelazado con el objeto maldito. Liberarla no sería fácil, pero Lucía estaba dispuesta a intentarlo.

 

 El ritual continuó con más fuerza. Lucía y Carmen concentraron su energía en el espíritu, ayudándole a desprenderse de la maldición que la había atado a la muñeca de porcelana durante tantos años.

 

 El ático tembló y se llenó de una luz brillante mientras el hechizo alcanzaba su punto culminante. El espíritu se sacudió, y por un momento, pareció como si estuviera luchando contra una fuerza invisible.

 

 Carmen miró a Lucía con preocupación. –"No te rindas, amiga", le dijo. "Ella necesita tu fuerza y tu apoyo para romper la maldición por completo".

 

 Lucía cerró los ojos y concentró toda su energía en el espíritu. Recordó las palabras del curandero y la curandera fallecida, y cómo les habían enseñado a enfrentar el mal con amor y valentía.

 

–"Confío en ti", susurró Lucía al espíritu. "Tienes la fuerza para romper esta maldición y encontrar la paz que buscas. No estás sola, y estamos aquí para ayudarte".

 

 Con un estallido de luz, el espíritu se liberó finalmente de la muñeca de porcelana. Se elevó en el aire, rodeado de una brillante aura de esperanza y redención.

 

 Lucía sintió una profunda sensación de alivio y gratitud. El espíritu de la niña había sido liberado, y podía sentir cómo la oscuridad se desvanecía del ático y del Pasaje Maldito.

 

 El espíritu se acercó a ellas con una sonrisa y habló por primera vez. –"Gracias por liberarme", dijo con una voz suave y melodiosa. "He estado atrapada por tanto tiempo, pero ahora finalmente puedo descansar en paz".

 

 Lucía y Carmen sonrieron, sintiéndose reconfortadas por haber cumplido su misión. Se habían enfrentado al mal y habían liberado a un alma atormentada. Pero sabían que su tarea no había terminado por completo.

 

 El Pasaje Maldito aún estaba lleno de misterios y peligros. La maldición que lo había acechado durante generaciones aún podía regresar, y el mal podría seguir acechando en las sombras.

 

 Lucía miró al espíritu con determinación. –"Prometemos proteger este lugar y a quienes lo habitan. Lucharemos contra cualquier fuerza oscura que intente regresar y encontraremos una forma de erradicar esta maldición de una vez por todas". 

 

 El espíritu asintió con gratitud. –"Sé que lo harán", dijo. –"Tienen el poder y la valentía para enfrentar cualquier desafío que se presente. Y yo siempre estaré aquí para proteger y guiarlos cuando lo necesiten".

 

 Con un último destello de luz, el espíritu se desvaneció en el aire, encontrando finalmente la paz que tanto ansiaba.

 

 Lucía y Carmen se tomaron de las manos, sintiendo una conexión profunda con el espíritu que habían liberado. Sabían que el mal no desaparecería por completo, pero estaban decididas a proteger su hogar y a enfrentar cualquier desafío que se presentará.

 



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En el texto hay: misterio, terror, muñecas

Editado: 10.12.2023

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