El Pasaje Maldito

Capítulo 11: El enfrentamiento (Parte II)

 

 Cuando, de repente, una voz oscura y siniestra resonó en el ático, rompiendo el silencio de la noche.

 

–"¿Creen que pueden vencerme?", susurró la voz, haciendo eco en las paredes. "Su débil amistad no es rival para el poder que poseo".

 

 Lucía, Carmen y Martina se volvieron hacia la dirección de la voz, sorprendidas y alarmadas. La figura de la muñeca de porcelana comenzó a temblar, y sus ojos sin vida parecían brillar con una luz maligna.

 

–"¿Qué está pasando?", preguntó Carmen, mirando a Martina con desconfianza. "¿Es esto parte del ritual?"

 

 Martina bajó la mirada, evitando el contacto visual con sus amigas. –"No lo sé... no debería ser así. Algo no está bien".

 

 La voz siniestra se rió con malicia. –"Oh, sí, algo no está bien, querida Martina. Tu amistad con estas niñas débiles te ha cegado. ¿No te has dado cuenta de que siempre has sido más fuerte que ellas? ¿Por qué te conformas con ser una seguidora cuando podrías ser poderosa?"

 

 Las palabras del espíritu maligno parecían envolver a Martina, y una sombra de duda se posó en su rostro. Las otras dos niñas miraron a su amiga con tristeza y preocupación, sin poder comprender lo que estaba sucediendo.

 

–"Martina, no escuches a esa cosa", instó Lucía, tratando de mantener la calma. –"Somos amigas, juntas podemos enfrentar cualquier cosa".

 

 Pero Martina parecía indecisa, como si algo la estuviera dominando. 

 

–"No lo entienden... siempre han dependido de mí, pero yo también tengo mis propios deseos. Puedo obtener todo lo que siempre he querido".

 

 La figura de la muñeca se agitó violentamente, y el ambiente en el ático se volvió aún más opresivo. Lucía y Carmen se dieron cuenta de que la entidad malévola estaba aprovechando la inseguridad de Martina para sembrar la discordia entre ellas.

 

–"Martina, por favor, no te dejes engañar", rogó Carmen con voz temblorosa. –"No somos débiles, somos amigas y siempre hemos luchado juntas".

 

 El espíritu maligno se rió con burla. 

 

–"¿Amigas? No saben lo fácil que es manipular a las débiles como ustedes. Miren a su alrededor, este lugar ha sido consumido por mí, y eso es solo el principio".

 

 La desconfianza y el miedo se apoderaron de Lucía y Carmen. No podían creer que Martina los traicionaría, pero algo en su mirada parecía haber cambiado.

 

 Mientras tanto, la muñeca de porcelana comenzó a levitar en el aire, girando a su alrededor con un aire amenazante. Los objetos del ático se agitaron y una ráfaga de viento helado los envolvió.

 

–"El tiempo se acaba", advirtió la voz oscura. 

 

–"El poder de la muñeca está creciendo, y pronto seré invencible".

 

 Lucía y Carmen se aferraron a la esperanza de que Martina regresara a su lado, que la fuerza de su amistad prevaleciera sobre el mal que los acechaba. Pero, en lo más profundo de sus corazones, también sentían una punzada de temor, una duda que nunca habían experimentado antes.

 

 El enfrentamiento final estaba lejos de terminar, y el destino del Pasaje Maldito y la amistad de las tres niñas colgaba en un delicado equilibrio. El mal se cernía sobre ellas, pero todavía había un rayo de luz de esperanza en la oscuridad. ¿Podrían Lucía y Carmen resistir el influjo del espíritu malévolo y traer de vuelta a su amiga Martina? El suspense y el terror se intensificaban en el ático, donde la verdad estaba a punto de revelarse.

 

 

 



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En el texto hay: misterio, terror, muñecas

Editado: 10.12.2023

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