El Pasaje Maldito

Capítulo 13: Siniestro Pacto

 

Carmen y la muñeca, en una macabra sincronía, avanzaron hacia Lucía. Sus pasos resonaron en la penumbra del Pasaje Maldito mientras se acercaban sigilosamente. Carmen estaba al frente de Lucía, sonriendo con malévolo regocijo, mientras la muñeca acechaba detrás de ella, susurrando palabras insidiosas en su oído.

 

–"Lucía, querida Lucía," susurró la muñeca con una voz sibilina que se mezclaba con la de Carmen, creando un coro de engaño. –"Has estado viviendo una vida tan aburrida, atrapada en la monotonía de tu rutina. Pero, ¿y si te digo que hay un mundo más allá de esta mediocridad? Un mundo de emociones intensas y liberación. Todo lo que debes hacer es jugar con nosotras, seguir nuestras reglas, y la verdadera diversión comienza".

 

 Lucía sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal. Las palabras de la muñeca eran tentadoras pero, al mismo tiempo, cargadas de un oscuro y siniestro propósito. Sabía que no podía confiar en esa voz, pero se encontraba atrapada en una lucha interna. Su vida había sido monótona y carente de emoción, pero todo cambió desde el día que llegó al Conventillo, y la promesa de algo más la tentaba.

 

 Carmen, viendo la indecisión en el rostro de Lucía, se acercó aún más, su sonrisa retorcida se amplió. –"Lucía, cariño, piensa en todo lo que podríamos hacer juntas. La emoción, la adrenalina, el placer de romper esas monótonas cadenas que te atan".

 

 Las palabras de Carmen aturdieron a Lucía. ¿Quién quería ser en este juego retorcido en el que se encontraba atrapada? Las opciones se extendían ante ella, cada una más peligrosa que la anterior. La promesa de emoción y liberación competía con el conocimiento de que esta elección podría condenarla aún más.

 

 La muñeca, notando la indecisión de Lucía, intensificó su susurro. 

 

–"Recuerda, Lucía, las puertas de la liberación están a punto de abrirse. Solo tienes que tomar mi mano, jugar con nosotras y todo será posible. ¿Vas a quedarte en esta vida gris, o te unirás a nosotras en un mundo lleno de emociones y posibilidades infinitas?"

 

 Lucía sintió una lucha interna desgarradora mientras miraba alternativamente a Carmen y la muñeca. La elección que enfrentaba era abrumadora, y el destino del Pasaje Maldito pendía de un hilo mientras ella se debatía en su tormentosa decisión.

 

 El tiempo parecía haberse detenido en el Pasaje Maldito mientras Lucía sopesaba las opciones frente a ella. La oscuridad se cernía como un manto opresivo, y las paredes del conventillo parecían cerrarse sobre ella, como si el propio lugar la instaba a tomar una elección.

 

 Carmen mantenía su mirada fija en Lucía, una expresión de regocijo y malevolencia pintada en su rostro. La muñeca, por su parte, seguía susurrando, insistiendo en que el camino de la liberación se encontraba frente a ella, listo para ser tomado.

 

 Lucía se tocó el pecho, donde el medallón de protección yacía frío contra su piel. Sabía que tenía que resistir las artimañas de Carmen y la muñeca, pero la tentación de liberarse de su vida mundana, de experimentar emociones intensas y desconocidas, era difícil de ignorar.

 

 La elección que enfrentaba Lucía no sólo determinaría su destino, sino también el de todos los residentes del Pasaje Maldito. La tensión en el aire era palpable, y el eco de sus pensamientos llenaba el conventillo, una cacofonía de dudas y miedos.

 

 En medio del silencio, Lucía finalmente habló en un susurro tembloroso. –"Necesito tiempo... para pensar".

 



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En el texto hay: misterio, terror, muñecas

Editado: 10.12.2023

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