El Pasaje Maldito

Capítulo 28: Reflejos de la Calma

 

 Los días pasaron lentamente en el conventillo, trayendo consigo una extraña calma que contrastaba con los horrores que Lucía había presenciado. Las sombras parecían haberse retirado, al menos temporalmente, y la vida cotidiana retoma su curso. Por las tardes, el sonido melancólico del bandoneón llenaba el aire, recordando la rica herencia musical de Buenos Aires. Lucía pasaba horas escuchando el tango, mientras las abuelas del conventillo tejían en silencio.

 La joven pasaba tiempo conversando con las abuelas, escuchando sus historias de tiempos pasados. Cada una de ellas tenía una experiencia única que contar, y Lucía apreciaba sus relatos que a menudo la transportaban a una época en la que el conventillo era un lugar muy diferente. Eran como guardianes de la memoria, y sus historias arrojaban luz sobre los misterios y secretos que aún acechaban en las sombras.

 A pesar de la aparente tranquilidad, la mente de Lucía no estaba en paz. Las preguntas y las preocupaciones la atormentaban. Se preguntaba qué había sucedido con el Padre Ignacio y por qué no había regresado. También pensaba en sus padres en ¿por qué no volvían?. ¿Dónde podrían estar?

 La muñeca, aunque silenciosa, seguía siendo una fuente constante de inquietud. Lucía no podía evitar sentir que todavía guardaba secretos oscuros, y temía que en cualquier momento la pesadilla pudiera resurgir.

 A menudo, en medio de las noches silenciosas, Lucía se encontraba despierta, mirando al techo de su habitación. La sensación de que algo oscuro acechaba en las sombras la perseguía.

 La mente de Lucía no estaba en paz. Las noches eran un desafío constante, plagadas de pesadillas y recuerdos de las horribles visiones que había presenciado en el conventillo. La risa siniestra de la muñeca y las advertencias de la niña sin rostro la atormentaban sin piedad.

 Cada día que pasaba, sentía que se adentraba más en un laberinto de misterios y peligros. Las noches eran el momento en que los susurros de la oscuridad se intensificaban, y las sombras se alargaban, amenazando con devorarla.



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En el texto hay: misterio, terror, muñecas

Editado: 10.12.2023

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