Capítulo tres.
Amigos por correspondencia.
Adelina Román de Villalobos, viuda de 43 años, con un hijo de 21 que estudiaba en Houston Texas, una lejana ciudad del Sur del país vecino, de estatura media, tez blanca, delgada, ojos cafés, de cabello oscuro, corto y atractiva, pasaba sus días atendiendo a aquel grupo de estudiantes de preparatoria, la mayoría de ellas en un colegio de religiosas como Érika; Pamela y Romaia, pero que parecía que estudiaban en un colegio de demonios, la casa era enorme, con amplios jardines, estancias, balcones y terrazas, donde más de 16 chicas que dormían en habitaciones compartidas de 2 en 2, convivían bajo la férrea tutela de su dueña, que era como su segunda madre.
- ¡Chicas, tuvimos operación balcón y fue un éxito!
Dice Érika al grupo de estudiantes que ocupaban la enorme mesa del comedor de la pensión, mientras Romaia orgullosa les enseñaba la foto de pobre Gael, todo embarrado de sustancias apestosas.
- ¡Te debo un labial de la fayuca, pero me hubieras avisado para verlo!
Dice Pamela que, aunque no vivía ahí, cada vez que era la hora de la comida o de la cena era invitada por Adelina, como cualquier otra chica de la pensión.
- ¡Nos debes un labial! Acuérdate que ya aposté por Roma. –dice Érika. –No te pude llamar por teléfono a tiempo porque no se le ocurrió a ella darle más tiempo a que llegaras.
-Lástima que en mi casa no se puede hacer operación balcón. –dice Pamela. –Sino esto le hubiera pasado a Mario.
-Ni operación Queco. –dice Adelina desde su lugar en la mesa. –porque bien que le pegó sus mordidas al pelado.
Y así, pasaron su día aquel grupo de jovencitas y ya cayendo la noche, mientras Romaia leía una novela ilustrada de historias de amor; Lágrimas, risas y amor; Érika le dijo, mirando la sección de amigos por correspondencia que había en la mayoría de las últimas páginas de cualquier revista de aquella época.
- ¿Será posible que en otros países si existan los hombres fieles? –pregunta Érika que leía otra revista.
-No lo creo Érika, imagínate si aquí, que somos las más bonitas de la escuela, y que constantemente los estamos vigilando, nos ponen el cuerno hasta con nuestras amigas más cercanas; ¿Lo que no harán cuando están tan lejos?
-Pues yo le voy a escribir a uno que me parece muy sincero.
Dice Érika tomando papel y lápiz para escribir una carta en una hoja de cuaderno, mientras le leía la carta a su amiga.
Soy un muchacho serio, mi nombre es Nathan, tengo 18 años y anhelo conocer a una linda chica que sea sincera y educada, con la cual entablar una linda amistad, actualmente vivo con mis padres y otros 3 hermanos en una comunidad en la costa Este de los Estados Unidos, estudio el décimo grado en la escuela superior de Puerto Arturo en Texas, prometo contestar todas tus cartas, no es necesario que envíes tu foto, porque sé que si eres la chica sincera que busco, solo me escribirás siendo la chica de mis sueños.
Nathan Verch. Street Maine, 678, Arthur Port, Texas.
Zip code 77640; United States of America.
-Viéndolo bien, se me hace que a este no le escribo. –dice Érika. –Porque si no quiere que le envié mi foto, es porque él tampoco quiere enviarme la suya, porque ha de ser un nerd sin chiste, gordo y de lentes.
- ¿A ver? –dice Romaia pidiéndole la revista. –Pues yo si le voy a contestar a éste que no te gustó, pero le voy a poner una trampa, a ver; ¡Déjame tomarte una foto!
Y Érika posó para que Romaia le tomara una foto y luego ella posó también, y ya cuando tenían las dos fotos instantáneas de su cámara Polaroid, donde salieron muy bien y muy bonitas recargadas en el quicio de la ventana de su habitación, escribiendo una carta en una hoja de sus cuadernos, le escribió al muchacho que decía ser sincero.
–¡Hola! Mi nombre es Romaia y también soy una linda chica seria y educada en busca de una amistad sincera, estudio el tercero de preparatoria en un colegio de religiosas, y vivo en una pensión para señoritas en el puerto de Veracruz, y si adivinas quien de las 2 soy yo en las fotos que te voy a enviar, entonces sabremos si soy tan solo esa amiga sincera que buscas, o la chica de tus sueños.
Besitos. Romaia Montero.
Bowlevard MAC. no. 100, Colonia Costa Verde.
Veracruz, Veracruz, México. Código Postal no. 91700.
Érika se quedó indecisa de qué escribir y a quien escribir, mientras Romaia guardaba las fotos y la hoja arrancada de su cuaderno, para pasar al correo en cuanto salieran de la escuela, y enviar su carta con trampa a aquel muchacho que prometía ser serio y sincero, y así entre pláticas y comentarios se quedaron dormidas.