II

De un momento a otro se empezaron a escuchar explosiones cerca de donde vivimos, por instinto cubrí a Sammy con mi cuerpo, el cuerpo de ella tiembla por el miedo.  Le sujete su mano y corrimos para su casa, al entrar mire por la ventana y camiones militares pasan por la carretera eran como mas de 5 camiones y todos iban rápidos.

- ¿Estas bien? - me dirigí hacia ella.

-S…sí y ¿tu?

-Si estoy bien. Lindo comienzo en conocernos. -le sonreí y me devolvió la sonrisa.

Futuros hijo, la primera vez que conocí o mejor dicho hablé con tu mama fue algo de locos.

Me siento tonto imaginándome un futuro sabiendo que no sucederá nada. Pero espero que si suceda.

Pero volviendo al tema; ¿Qué es lo que esta sucediendo haya a fuera?  Lo que veo es que hay un descontrol por este lado no me imagino los otros lugares. Acaso esa gente no son de…

-Base militar o algo secreto. - Sammy dijo.  Parece que leyó mi mente.

-Exacto. -le murmuré.

Nos sentamos en el suelo cerca de la ventana, por si pasaba otra cosa más ahí a fuera. Entonces se escucharon helicópteros uno detrás del otros, parecía manadas de helicópteros y todos se dirigían hacia el oeste. ¿Qué hay en el oeste? ¿´Porque todo van hacia allá?

Hubo otra explosión y Sammy se acercó mucho a mi—soy su escudo—después de esa explosión hubo un apagón, quedando todo a oscura. Busco la mano de Sammy para ir hacia a fuera ya que hay poca claridad de la luna, aunque esa claridad se vea opaca por las explosiones.

-Vamos hacia a fuera. -no dijo nada ella. Casi al cruzar la puerta se empezaron a escuchar disparos.

Sammy pego varios gritos, ella está muy nerviosa.

La agarre de la cabeza ara bajarnos al suelo y empezar a gatear como bebes en busca de un lugar seguro, pero una parte de mi quiere ir hacia a fuera para saber que es lo que ocurre y la otra es estar con Sammy.

-No se donde diablos te metiste Sammy, no tengo ojos que ven en la oscuridad.

-Estoy aquí.

- ¡Donde es aquí!

- ¡Aquí en la cocina!

- ¡Crees que yo sé dónde diablos esta la cocina, porque al entrar vi muchas entradas queridas Sam!

Dicen que para estas cosas uno lo tiene que coger con calma, pero yo no puedo. No se en que parte de la casa estoy ahora.

-Di algo para seguir tu voz.

-Vaaaleee

Ya la puedo localizar.

- ¡Auch!

Sentí que me achoque con algo de madera, escuche la risita de Sammy al lado mío.

Se volvieron a escuchar otra vez los disparos, pero más cerca.

-Sam dame tu mano.

Ella me la dio y no sé cómo salimos de la casa que estaba en total oscuridad, pero lo bueno es que pudimos salir a la parte de atrás.

- ¿Estas bien Sam?

-Creo que sí.

Con la poca claridad de la luna la puedo ver un, ella se pasa la mano por lacara y después a su cuello.

En un silencio bien pero bien intenso se logro escuchar como varios hombres hablando algo.

-Están dentro de la casa. -murmuró Sammy.

-Si. ¿Por dónde salimos?

Esa es la única pregunta que debía hacerla desde hace rato.

-Por aquí. - ella tomo mi mano y me dirigió hacia un lugar.

No se a donde me llevo, pero espero que este lugar sea seguro.

-Todo el mundo se están descontrolando y nosotros estamos en otro mundo sin saber que mierdas sucede.

-Creo que fue al hablarnos creamos un caos. -bromee y ella se rio ladeando la cabeza.

-Es que parecías un asesino o acosador. - valla no me esperaba a que ella me dijera eso.

- ¿Si pensabas eso porque bajaste?

-Bueno—se encogió de hombros y se puso colorada—es que una vez te vi mirando y me llamaste la atención y pues por eso me pasaba en la ventana para saber que lo que vi aquel día era cierto y resulto verdad. Tienes la etiqueta como acosador.

-Linda declaración. Pero un acosador sexy- le sonreí.

-Cierto.

Oh, admite que soooyyy ¡¿sexi?!

 Muero y revivo.

Nos volvimos a quedar en silencio, me cansé de estar de pie y me senté en el suelo ella imito lo mismo.  Em pece a jugar con su cabello suelto y le termine haciendo una trenza lo bueno es que no le molesto y no se alejó. 

Cuando vi que eso paso por al frente de mis ojos tape con mi cuerpo a Sammy (La terminé aplastando) al caer eso al suelo exploto. Empezamos a toser hasta quedarnos inconscientes.

Aquí empezamos de nuevo.