47 - Pequeños demonios

Últimamente mis padres humanos me prestan menos atención que antes.
¡Es toda una bendición!
Pero ahora que por fin las cosas se calmaban... Decían de inscribirme a no se qué Colegio.
Oh sí...
Mi vida dio otro vuelco pero a peor.
¿Te lo imaginas no?
Un montón de duendes llorosos y llenos de moco que apestan a pañal meado.
Sí...
Un colegio lleno de niños y niñas que se preparan para ir a primaria.
Ya viví esto siendo pelo, pero ahora es todo muy diferente.
Al menos puedo evitar ser manchado, pero permanecer apartado del resto está preocupando a los monitores. Les he escuchado cuchichear de algo de autismo, pero no sé a qué se refieren.
En fin, esto es realmente aburrido.
Jugar con piezas de madera desgastadas y manchadas, hacer rompecabezas de 6 piezas, siesta, merienda y contar con los dedos.

Al menos me relajo un poco de mis padres, pero siempre hay algún niño que viene a molestar.
Al final me conseguiré el odio de estos monstruillos, pero da igual.

Pues esto se repitió día tras día. Siempre por las mañanas cuando estoy muerto de sueño...
¿Hasta cuándo será esto?
Ser humano es muy aburrido...

Pero por contar algo diferente de lo usual...
No suelo darle importancia pero quizá es un detalle a destacar. Mi familia la verdad no es muy importante, es lo más estándar que hay. 
Estoy en una vivienda de alquiler que está un poco descuidada. Tengo lo básico y algún que otro juguete que ni toco porque me parece una tontería.
Mi madre humana se encarga de las tareas de casa y se marcha a trabajar por la tarde.
Mi padre humano cuando puede ayuda en las tareas y se marcha a trabajar por toda la noche y parte de la mañana.
Y en cuento aspecto... 
¡No son la gran cosa! Madre normal y algo fofa, ojos castaños y cabello teñido de negro... Pobres pelos...
Y un padre que parece consumido. ¡No tiene carne! Pero es así, no tiene anorexia ni nada por el estilo, es así. Ojos castaños y es calvo.
No me quiero ni imaginar que ha hecho para matar a todos los pelos...
¡Pobres!
Y yo... 
¡La verdad nunca lo he dicho! Resulta que he nacido con sexualidad hembra.
Quizá sea confuso tal y como cuento esto. En verdad nunca me dio importancia el uso de los idiomas, pero ahora siendo humano es diferente...
Tendré que acostumbrarme a usar el femenino...
¡Qué complicación de especie!