66 - Aquello que ya no está

Qué mejor que un día lluvioso para lo que sucedió.
Estar encerrada en mi habitación escuchando el irónico ambiente que pareciera decir "Nunca ha sucedido nada".
Pero aquella persona, aquella madre, que colaboraba en dar color a mi vida humana...
Simplemente dejó este mundo.
¿Por qué? Nunca lo he querido saber.
Han pasado varios días desde entonces. No he tocado ni móvil, apenas como, ni me he duchado. No he ido al hospital, ni nada.
Apenas voy al baño como máximo y ya ahí bebo del agua horrible del grifo.
Me siento completamente destruida.
Mi padre, solo ha venido una vez a ver como estaba. Su voz...
Nunca he escuchado a mi padre tan destrozado, no parecía él.

Mi cabeza no para de revivir recuerdos de ella. Es lo único que me queda para recordarla. Su voz del pasado retumba mi cabeza, sus castigos, sus risas, su amabilidad, su todo.
Si ella estuviese aquí, seguro me daba de patadas para que saliese fuera.
Aunque estuviese muy centrada en mi padre, ella también era una magnífica madre.
Pero me resulta triste, que la valore ahora mucho más una vez que la he perdido.
Aunque ocurre en todas las especies, lo que pierdes luego ves su valor.

Y ahora...
Simplemente no sé que hacer.
Este dolor... Quizá lo hubiese sentido cuando en mi otra vida Judith murió. Al menos en aquellas, el cuerpo que poseía por unos instantes estaba igual que este.
No sabía que realmente podría ser tan destructivo.

En fin, seguiré durmiendo a pesar de no tener sueño. Necesito un poco más de tiempo...