Cuando la amenaza se hizo inminente, Alex y Bonifacio se vieron obligados a huir. Con el peso de la adversidad sobre sus hombros, emprendieron un viaje incierto en busca de refugio. A medida que avanzaban, enfrentaron obstáculos insuperables, demostrando la fuerza de su amistad y el valor que los impulsaba a seguir adelante.