Al día siguiente Jonatán se despertó muy temprano, al no poder conciliar el sueño, de nuevo prendió la TV.
- Si no obedeces a Papá Estado?
El Tío Sam te saboteará
Si no obedeces a Papá Estado?
El tío Sam te infectará
Si no obedeces a Papá Estado?
El Tío Sam te llevará –cantaba un ventrílocuo, con un títere de oveja en la TV.
- ¡PERO QUE ESTUPIDEZ! –pensó Jonatán apagando la TV.
Jonatán se duchó, se vistió y luego se desplazó hacia el restaurante del hotel. Mientras comía se le acercó el mismo tipo que lo avía recogido en el aeropuerto y le dijo:
- Ahora debes acompañarme al Ministerio de Informática.
Jonatán terminó de desayunar y acompañó al tipo.