El primer fin de semana destinado por Adrián y Julieth, para realizar la parte práctica del trabajo asignado por su maestro, estaba por llegar, y ambos, estaban un tanto inquietos, pues era la primera vez que ambos estarían solos en un lugar que no fuera su centro de estudios por más de cinco minutos, si, cinco minutos, pues ese era el tiempo que ambos había compartido juntos fuera de su centro de estudios, las pocas veces que ambos coincidían fuera de este, ya sea en el paradero o de camino o salida de su centro de estudios, y aunque era un tiempo corto, ambos estaban conscientes de que el pasar tiempo a solas los hacía sentir un tanto extraños, y ello era lo que les inquietaba a ambos, pues ninguno de los dos, aún comprendía el porqué de esa inquietud.
—¿Iras con la fantasmita a “Fantasy Park”? — decía un alarmado Daniel, haciendo que la joven de lentes, al escuchar que se referían a ella baje la mirada, acción, que no pasó desapercibida por Priscila, su compañera de fila, quien desde que ingreso a estudiar en esa aula, estaba tratando de ganarse la amistad de Julieth.
—Es por trabajo — respondió Adrián, con firmeza a pesar de que su rostro estaba relajado, tratando de no mostrar la molestia que sintió al escuchar que su amigo llamo “Fantasmita” a la joven de lentes.
—Claro que es por trabajo amigo, yo no puedo imaginarte a ti interesado en alguien como esa, lo bueno es que ya han pasado varios días de trabajo con ella, y por lo visto te estás librando de su hechizo — agrego Daniel, con seguridad.
—No lo creas…
—¡Quéeeeeeee!, ¿No me digas que ya te hechizo? — respondió alarmado Daniel, mientras observaba hacia la puerta, de entrada, del aula, donde sus demás amigos estaban platicando.
—No creo que sea una hechicera, por lo mismo, no me puede haber lanzado ningún hechizo ni a mí, ni a nadie más, sin embargo, concuerdo con lo que alguna vez menciono Franks, ella podrá ser poco atractiva, pero tiene algo que te atrae cuando la tratas más, claro a parte de ser muy inteligente…
—¿Qué va tener esa?, la inteligencia es lo único positivo que tiene — contesto Daniel, con seguridad, mientras observaba preocupado a su amigo, y Julieth, decidió ponerse de pie, tomar su bolso, unos libros, y salió del aula, tras de ella, salió Priscila. Como Adrián y Daniel estaban tan entretenidos con su platica, ni notaron ello.
—Pues si tiene algo y yo ya lo descubrí — expreso Adrián con seguridad, mientras su amigo lo miraba preocupado. E estado pensando mucho en las cosas que, experimentado estos días de trabajo junto a ella, y al fin lo comprendo, es su perfume, su perfume te hechiza, es como si te sintieras en la gloria al estar a su lado…
—¿Quéeee? — dijo Daniel alarmado, haciendo una pausa para acotar — Creo que esto es contagioso, lo mejor será ya no juntarme ni con Franks, ni contigo, si ello será lo mejor, es más voy a cambiar de asiento con alguien....
—No seas así Daniel, yo solo digo la verdad, con eso no quiero decir que me interese esa chica, pero si tiene algo que te atrae en cuanto la tratas y es imposible pasar desapercibido su perfume, es como si al olerlo tu cayeras preso del hechizo de este — pronunció Adrián.
—No sigas hablando más, ya no quiero escuchar más — respondió Daniel, cubriéndose los oídos con la palma de su mano, mientras agregaba — Tendré que buscar un talismán de protección más poderoso, si ello haré, así evitare que el tiempo que resta de estudios vaya a terminar como Franks o tú.
—Deja de decir tanta tontería — pronunció Adrián.
—Por ahora será mejor mantener las distancias — añadió el joven, poniendose de pie, para salir a la velocidad de un rayo del aula.
—¿Qué le paso? — expresaba un rubio, mientras se acercaba al lugar donde estaba Adrián.
—No lo sé, supongo que tenía prisa por ir a su casa…
—Ya se fue — decía Franks.
—Sí, te acabo de decir que…
—No me refería a Daniel, sino a Julieth — contesto Franks.
—¡Ya se fue!
—Sí, te lo acabo de decir — respondió el rubio.
—Bueno, no creo que se le olvide que mañana tenemos que ir a Fantasy Park….
Mientras el par de jóvenes platicaban aún dentro del aula, un par de chicas, lo hacían en las afueras de una preparatoria.
—Son unos tontos — decía Priscila, haciendo una breve pausa para añadir — Franks no puede haber dicho ello, de seguro Adrián entendió mal. Franks te aprecia mucho, ¿Lo sabes?, ¿Verdad?
Julieth, no respondió nada, solo prosiguió su camino hacia el paradero en silencio, siendo seguido por Priscila.
—Lo que digo….
—Lo sé — expreso la joven de lentes.
—Me alegra oír ello…
—Allí viene mi bus — añadió Julieth, con calma, mientras elevaba ligeramente su brazo para detener el mismo.
—Hasta el lunes.
—Hasta el lunes — contesto la joven de lentes, subiendo al bus.
—No será tan sencillo como lo pensé — expreso la rubia, suspirando, al tiempo que un par de chicas llegaron tras de ella.
—¿Aún no te ha ido? — dijo una de las chicas.
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Editado: 26.07.2025