El Perfume

Capítulo 17: "La amistad se fortalece"

Una castaña, de mirada pensativa, se encontraba dentro de su habitación, sentada en el borde de una cama, cepillando su largo cabello castaño, un tanto ondulado, al tiempo que recordaba la plática que había tenido hace algunas horas con sus tres amigos, mientras caminaban hacia la salida de la preparatoria.

-.Horas atrás.-

Una joven de cabello castaño, que llevaba puesto unos lentes de montura bastante gruesa, miraba expectante a sus amigos, tras la pregunta que les había realizado hace algunos minutos.

— En verdad chicos, nos es necesario que por mi culpa no vayan a ese baile — expresaba la joven de lentes, al no obtener respuesta de sus amigos.

—No digas ello Julieth, tú no tienes porque sentirte culpable, en mi caso la decisión de no ir, es solo mía — respondió con calma Adrián.

—Bueno, yo mantengo mi palabra, tampoco pienso ir — pronunció Priscila, haciendo una breve pausa para añadir en voz baja — No es lo mismo ir sola.

—¿Qué? — dijo Julieth.

—Nada — contestó la rubia, con una sonrisa.

—¿Y tu Franks? — agrego la joven de lentes, posando su mirada en el nombrado.

—Si tú no vas no tiene caso que yo vaya — expreso el joven, haciendo que la rubia, bajara la mirada, y Adrián, la mire a ella y a su amigo.

—Franks, el hecho que yo no vaya no significa que tú dejes de ir — dijo Julieth, con calma, haciendo una breve pausa para acotar, mientras miraba fijamente al rubio — ¡Tú si quieres ir! ¿Verdad?

—Bueno, sí, pero…. — respondía, el rubio, siendo interrumpido por la castaña.

—Franks, ve, disfruta de esa fiesta, no te preocupes por mí, tú tienes a muchas chicas que están esperando que tú las invites a ese baile — contesto Julieth, sonriendo.

—Cierto — expreso con cierta nostalgia Priscila, bajando la mirada.

—Bueno sí, pero….

—Franks, no te tensiones pensando a quien de tus fans elegir para ir a la fiesta, mejor ve con una amiga — dijo Adrián, haciendo que la joven de lentes lo mire confundida.

—¿Una amiga? — pronunció Franks, en tono pensativo.

—Sí, ve con Priscila, creo que ella es la mejor elección, es tu amiga, estoy seguro que la pasaras bien con su compañía… — decía Adrián, mientras le guiñaba uno de sus ojos a la rubia, para que no lo interrumpiera. Creo que sería una gran oportunidad para aclarar algunas cosas, ¿No es así Priscila? — añadió.

—Creo que sí — contesto la rubia con la mayor calma que pudo, mientras la castaña, miraba a los jóvenes sin comprender, y un rubio, se tornaba pensativo.

—Bueno, sí Priscila también quiere ir a la fiesta, podemos hacerlo juntos… — decía un nervioso Franks.

—Si es contigo, si quiero ir — expreso la rubia, con seguridad.

—«¿Qué me perdí?» — pensó una confundida Julieth.

—¿Te llevo a casa? — pronunció Adrián, sacando de sus pensamientos a la joven de lentes con su pregunta.

—¿Qué?

—Creo que Franks acompañará a Priscila a su casa, pues necesitan ponerse de acuerdo con lo de la fiesta de la primavera ya que falta poco para esta, ¿No es así amigo? — dijo Adrián, mirando al rubio.

—Sí — pronunció Franks.

—Llamaré al chofer de casa, para que no pase por mí — expreso la rubia, feliz.

—¿Nos vamos? — dijo Adrián, posando su mirada en la joven de lentes, que solo asintió.

Tras algunos minutos, ya estando en el auto de Adrián, este expreso unas palabras que sorprendieron a la castaña.

—Franks y Priscila fueron novios — dijo Adrián, mientras conducía.

—¡Novios! — contesto Julieth, en tono sorprendido.

—Sí, ambos fueron su primera experiencia romántica, se querían mucho, se los veía muy felices, pero un día terminaron — respondió Adrián, con calma.

—¿Por qué? — expreso la joven de lentes intrigada.

—Mal entendidos — contesto el joven.

—¿Pero los resolvieron?, ¿Verdad? — respondió Julieth.

—Los dejaron en el pasado, más que resolverlos, por ello creí conveniente darles esta oportunidad, ellos necesitan estar tiempo a solas para aclarar esos malos entendidos — agrego Adrián.

-.Tiempo actual.-

—«¿Qué tipo de mal entendido habrá sido el causante del término de su relación?, por lo visto, no debió ser algo muy grave, porque se han vuelto a hablar,…bueno, tampoco volvieron a hablar de ello, eso menciono Adrián» — pensaba Julieth.

El pensamiento de la castaña se vio interrumpido por el sonido de su celular, la joven tomo inmediatamente el mismo, y al ver el nombre de la persona que la llamaba una ligera sonrisa se plasmó en su rostro.

—¡Pri…Priscila! — expreso.

—Juliet, te llamaba para pedirte un favor — escucho.

—¿Qué favor? — dijo la castaña intrigada.

—¿Podrías acompañarme mañana a la salida de clases a buscar mi vestido para la fiesta de primavera?, no te preocupes por el almuerzo, yo te invito ello — escucho.




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