El Perfume

Capítulo 23: "El momento de la verdad"

Ya había pasado un mes desde que Julieth y Adrián se hicieron novios y desde entonces a pesar de que su romance era secreto en la preparatoria, para todos a excepción de Franks y Priscila, la cercanía de ambos era bastante notoria pues Adrián se la pasaba más con ella que con sus amigos quienes ya habían empezado a especular y mandarle lastimas a este porque según ellos él había sido hechizado por la fantasmita.

A pesar de ello Adrián y Julieth, eran indiferentes a los comentarios y se mostraban como dos grandes amigos en la preparatoria mientras que fuera de ella eran novios secretos.

Julieth, aún mantenía en secreto su belleza, pero su manera de pensar con respecto a seguir ocultándola había cambiado pues Adrián le había demostrado en el tiempo que llevaban de noviazgo ser capaz de enamorarse de lo interno de ella más que de lo externo y por ello tras recibir los consejos de Priscila y meditarlo un poco había decidido presentarse ante él como realmente era. La fecha elegida para ello, era el almuerzo que tendrían por la celebración de su primer mes juntos.

—Ya quiero ver la cara de Adriancito cuando te vea — expresaba con una gran sonrisa reflejada en su rostro, Priscila, quien había ido a casa de Julieth para ayudarla a con el maquillaje que usaría para ese día especial.

—¿Si me veo bien? — pronunció en tono dubitativo la castaña.

—Más que eso amiga. ¡Te ves muy linda! El vestido que escogimos, fue un gran acierto. El color hace juego perfecto con tu piel, el corte estiliza aún más tu ya delicada figura, además tu rostro es tan bello, que no fue necesario usar tanto maquillaje…

La plática del par de jóvenes se vio interrumpida por el sonido de la puerta de la habitación.

—¿Hija, puedo pasar?

—Adelante papito — expreso Julieth.

Tras algunos segundos, la puerta de la habitación se abrió y por ella ingreso el señor Hall, quien miro a su hija sorprendido.

—Hija ¡Que bella estás!

—¡Gracias papito!

— Me da gusto saber que decidiste ya no esconder más tu belleza — agrego el señor Hall, mientras la rubia posaba su mirada en la castaña.

—¡Eh, no papito! En realidad, solo por hoy que me vestí así pues es un día especial, pero a la preparatoria seguiré asistiendo como lo hago al menos hasta que termine…

—Pero hijita…

—Papito, cuando este en la universidad volveré a ser la misma que siempre fui. Si hoy decidí mostrarle mi verdadera imagen a Adrián, es porque él me ha demostrado valorarme por lo que soy como ser humano, más que por mi belleza externa.

—Comprendo — dijo el señor Hall. Adrián, es un muchacho que vale la pena. No como el otro que nunca me dio la cara — agrego, con molestia.

—Papito, ya no quiero que recuerdes eso — respondió con nostalgia Julieth.

—Así es. Hay recuerdos que es mejor dejar en el pasado señor Hall — pronunció Priscila con calidez.

—Si es cierto.

—Bueno, mi apoyo ya termino. Es momento de irme — expreso la rubia, con una sonrisa.

—Si mi hija ya esta lista, la pasamos dejando por su casa señorita Priscila — respondió el señor Hall, con amabilidad.

—No se preocupe. No es necesario. Un amigo ya debe estar viniendo a recogerme…

—¿Un amigo? — dijo intrigada Julieth.

—Sí.

—¿Franks?

—No, un amigo de mi anterior preparatoria — respondió Priscila, mientras posaba su mirada en su celular.

—Claro.

—Ya llego — expreso la rubia, mientras se acercaba a la castaña. Mañana me cuentas los detalles — añadió.

—Nos contamos.

—Claro — dijo Priscila con una cálida sonrisa, posando su mirada en el padre de su amiga. Hasta una nueva oportunidad señor Hall.

—Cuando guste venga señorita. Usted es bienvenida.

Tras aquel cruce de palabras, la rubia, salió de la habitación, dejando a padre e hija.

—Solo me coloco los pendientes, y nos vamos — pronunció Julieth, con calidez.

—No hay prisa hija, aún tienes tiempo.

—Sí, es cierto.

En tanto, un apuesto joven que iba a bordo de un auto estacionaba el mismo en la playa de estacionamiento de un restaurante.

—Creo que llegue con bastantes minutos de adelanto. Bueno es la emoción. Nuestro primer mes. Como paso el tiempo — vino a la mente del muchacho, mientras en su rostro se plasmaba una gran sonrisa, al tiempo que el recuerdo de una plática sostenida con su novia el día anterior vino a su mente.

-.Recuerdo.-

En uno de los pasillos de una preparatoria, un par de jóvenes platicaban, sin importarles los murmullos que podía generar verlos juntos.

—Me alegra saber que ya no te dejas llevar por el que dirán — pronunciaba un apuesto joven.

—No, ya no me dejaré llevar por ello — contestaba una castaña, guardando silencio por algunos segundos, tras los cuales añadió: Tú me diste el valor que necesitaba, por ello mañana será el día.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.